Después de México y Perú, del Festival de Cine de Cartagena y antes de llegar a la muestra de cine latinoamericano en Alemania, Quijote se presenta esta semana en Medelllín. Este documental de Juan Pablo Ríos es una oda visual a la sabiduría y al valor campesino a como dice el director. «a los colombianos que han invisivilizados por décadas y que son, sin embargo, la espina dorsal de nuestros pueblos»
Para Juan Pablo Ríos, quién siguió durante cinco años la vida y los sueños de este campesino colombiano varias veces desplazado por la violencia es muy significativo que por estos días de paros y levantamientos en las zonas rurales, QUIJOTE recorra las salas de cine del País. « Los campesinos, como el protagonista de mi documental, terminaron por darse cuenta que han sido borrados de la historia de Colombia, que han sido manipulados, se cansaron de ser los habitantes que las ciudades no quieren ver, de esos escenarios abandonados donde se han dado los capítulos mas duros de esta guerra »
Efectivamente la historia de Quijote es la historia de un personaje local pero que demuestra con su oratoria que cabe el mundo entero en su cabeza. Un campesino y talento universal, “un hombre del campo que se pensaba y se piensa a si mismo como engranaje fundamental de una sociedad indiferente y violenta” dice Ríos que reconoce al origen de esta producción el deseo de hacer una película que recogiera lo que ha sido su propia familia, “una historia que le diera, con una factura cinematográfica, voz al campesino que construye los naciones, a hombres y mujeres sin los cuales no tuviéramos alimento y que le construye poemas y obras de teatro al arte de arar la tierra”
Para Juan Pablo Ríos, en su personaje, como en muchos campesinos de Colombia habitan Quijotes contempóraneos, “no aquel Alonso Quijano de la famosa novela de Cervantes, sino, seres humano que se enfrentan hoy y cada mañana los molinos de vientos de la contemporaneidad para sacar adelante a su familia”.
Jairo William, es para Ríos un Quijote, “un campesino que hace parir la tierra para alimentar a una sociedad en ocasiones indiferente, y al mismo tiempo, que escribe y dirige lleno de ilusión y obras de teatro junto a su familia”.
Para Juan Pablo lo más conmovedor de seguir durante 5 años la vida de un campesino en teoría “corriente” fue descubrir “seres humanos hacedores de sueños, que no sólo hablan sino que hacen,construyen y que logran”. En el documental de 70 minutos se destacan códigos importantes en el concepto de familia, “no los de el control tradicionales, sino esos códigos de amor incansable, de apoyo y de trabajo en equipo” dice el director.
Finalmente Juan Pablo expresó en Medellín que haber decidido hacer este homenaje al campesinado colombiano le enseñó que “La condición humana es una letra cursiva absolutamente ilegible, leerla es una proeza. Pero le queda la certeza que algunos son depredadores insensatos y otros laboriosos de la vida y la paz”.
Juan Pablo Ríos ha sido destacado por reconocidos directores de cine como Victor Gaviria dentro de los talento promesas del País. Por segunda vez ganó este año el fondo para el desarrollo cinematográfico de Colombia y actualmente está concentrado en el rodaje de su nueva película « El Retorno »