Al momento de escribir esto, yo, socialista por convicción, estoy usando unos tenis Nike rojos. Espero la indulgencia y perdón de los muy coherentes y serios periodistas que ven en esto una completa incoherencia existencial; juro que busqué unas alpargatas rojas, pero no encontré. Hablando de ello, puede verse en Twitter una imagen de Timochenko, máximo comandante de una guerrilla marxista, usando tenis Nike. Las críticas no se han hecho esperar de parte de quienes le reclaman que aplique el comunismo que predica, como si el calzado fuera determinante para separar a las personas en distintas facciones políticas. He visto a Uribe con ruana, pero eso no lo hace campesino.
No puedo evitar recordar una ocurrencia análoga, cuando Pacheco fue secuestrado –de la manera más cordial, decía él mismo- por el grupo M-19. En aquella ocasión Jaime Bateman, máximo comandante del grupo en cuestión, celebró el encuentro invitando a Pacheco a beber whisky comprado en Cafam. “Esto no es guerrilla ni es nada” dijo el periodista “Cómo se le ocurre comprar el whisky en Cafam”. Ante el reclamo del periodista, Bateman, con su característica alegría de costeño, sólo pudo reír. A fin de cuentas, él era excepcional y comprendía que lo accidental no influía de manera determinante en lo esencial.
De manera similar puede observarse lo ocurrido con el comandante de las Farc. Sin duda alguna este grupo guerrillero ha perdido el horizonte de lo que fue un día su ideario inspirador y deberá rendir cuentas frente al pueblo que dicen defender. Sin embargo, mediatizar en exceso el calzado usado por el controvertido guerrillero parece más propio del tabloide amarillista que de un medio de comunicación, cuyo deber es mantener informada a la ciudadanía. Mientras en el país la sequía continúa con su inclemente azote y la mermelada vuelve a acompañar el pan de cada día, los periodistas nos informan acerca del calzado de Timochenko. No se preocupen, queridos y bienintencionados periodistas; Timochenko tiene cosas mucho más criticables. Un poco más de investigación y ello será evidente.
La respuesta del comandante guerrillero denota lo que muchos sienten por el periodismo colombiano: un hastío por la manipulación, el sensacionalismo y la superficialidad. Lo verdaderamente importante de lo que sucede en Cuba no es si se usa calzado colombiano o no (al paso que vamos, apoyar la industria colombiana será un imposible, pues todo lo venden a las multinacionales, todo lo privatizan, todo lo subastan a un único oferente), sino que se logre un acuerdo que permita potenciar la industria nacional. Como es natural, en los procesos de reconciliación y de acuerdos de paz, es natural que se privilegie la verdad, en procura de superar las condiciones del pasado. Debe suponerse que a Timochenko se le preguntara por las desapariciones, por los oleoductos volados, por los secuestros. No por sus tenis. Es la misma situación de cuando se le criticaba a 'Romaña' por su boina negra ataviada con una estrella: “se cree el ‘che’ Guevara”, se afirmó en aquella ocasión. Lo criticable de Romaña no era su particular y nostálgico sombrero, sino el uso y abuso de las 'pescas milagrosas', por lo de los indigenistas, por su astucia para utilizar el secuestro como un negocio rentable. Tales situaciones nos recuerdan que nos encontramos frente a unos medios de comunicación que se hacen los de la vista gorda frente a los verdaderos problemas de la nación, que ven en la Tigresa del oriente y en Mr. Black a sus ídolos, que apelan al 'tapen tapen' como dice el senador Robledo, cuando sus intereses políticos se ven afectados.
Frente a la pregunta de Timoleón en respuesta al tweet que critica sus tenis, yo solamente le respondería: póngase lo que quiera, mientras no sean las botas de caucho para volver al monte. Prefiero verlo con Nike que con botas. Perdonen la incoherencia.