El miércoles 5 de mayo de 2021, minutos antes de las 8:00 de la noche, un par de sicarios motorizados le disparó ocho veces a Lucas Villa, el líder estudiantil que se convirtió en mártir y símbolo del paro nacional que se conoció como estallido social.
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Lucas Villa, quien era estudiante, deportista y profesor de Yoga, permaneció cinco días en la Unidad de cuidados intensivos, pero los disparos fueron mortales. Murió el 11 de mayo. Sobre su muerte se tejieron varias hipótesis, entre ellas que la policía estaba implicada en el crimen.
Con la captura de Jonatan Stiven Mejía Hurtado, alias Truan, uno de los jefes de la temida banda criminal La Cordillera, se va desenredando un poco las preguntas que rodean el asesinato de Lucas Villa.
Según las investigaciones, La organización delincuencial La Cordillera, fundada por alias Macaco, fue la que ordenó y ejecutó el asesinato del estudiante, que murió por culpa de las manifestaciones que estaba liderando en contra de las políticas que por el momento estaba implementando el gobierno de Iván Duque.
Pero el crimen de Lucas Villa, según parece, lo mandó matar Macaco, porque el joven de 34 años se había convertido en una ficha importante para los manifestantes quienes le seguían los pasos. Al parecer el crimen está relacionado con la molestia de los jefes de la banda con las marchas en contra del gobierno de Duque, pero el crimen poco que ver con sus ideologías políticas o con sus defensas de la educación y los pobres.
Lucas Villa lo mataron porque sus liderazgos, que congregaban y mantenían decenas y decenas de jóvenes taponaban el paso por el viaducto por el que se mueven toneladas de droga entre Pereira y Dosquebradas, perteneciente a esta banda paramilitar.
La Cordillera es la organización delincuencial más peligrosa de la región. Responsable del mayor tráfico de cocaína y marihuana en la región cafetera y de los sicariatos ocurridos en Pereira y Quindío. Esta organización está detrás del plan para matar a Gustavo Petro, en su cancelada visita a Pereira como candidato presidencial.
Este grupo armado ilegal nació tras la desmovilización del Bloque Central Bolívar de las AUC bajo el mando de Carlos Mario Jiménez, alias Macaco, quien fue capturado y luego en 2008 extraditado a Estados Unidos. Macaco fue el fundador de La Cordillera y desde su captura los cabecillas han ido cambiando, pero Macaco tiene el control de la bandola y da órdenes desde Estados Unidos.
Después de Macaco alias Niño Fabián la comandó, pero este también fue capturado por la policía. Según un informe de Indepaz, en los últimos años La Cordillera está bajo el mando de alias Don A y alias El Indio, quienes tienen a su servicio un grupo de por lo menos 50 hombres.
El mismo informe da cuenta que Alias Nene, otro de los líderes de este peligroso grupo armado tiene montada en Madrid, España, una oficina de cobro con sicarios, igual a la que funciona en Colombia, en el que trabajan con grupos de sicarios suecos y somalíes que actúan por toda Europa.
