Hay inflación cuando sube el precio de los bienes y servicios por culpa del aumento del dinero circulante sin que aumente el Producto Interno Bruto. Se resiente el aparato productivo y a la gente le toca comprar menos comida y utilizar menos servicios públicos domiciliarios.
¿Cuáles son las causas del problema y quiénes son los responsables de que la inflación en abril fuera del 9.23%, la más alta en los últimos 21 años, y los servicios de agua y luz aumentaran 14.76%?
El art. 373 de la Constitución establece que el Banco de la República “velará por el mantenimiento del poder adquisitivo de la moneda”, objetivo que no se cumple.
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Tampoco la Comisión de Regulación de Agua y Saneamiento Básico, CRA, y la de Energía, CRE, ni la Superservicios, velan por que las tarifas de los servicios públicos queden al alcance de capas medias y pobres y del sector productivo, hoy agobiados por sus altos costos.
Como por constitución nacional Art. 372, la junta directiva del Banco de República la nombra el presidente, y por ley 142 de 1994 en su artículo 68, hace “delegación de funciones presidenciales” en las comisiones de regulación.
Debemos tener claro, que el presidente de Colombia, es el responsable de la política monetaria del país y la definición de las tarifas de los servicios públicos.
En Colombia se aplica el modelo neoliberal que sigue el precepto atribuido a Tomas Malthus: “Si hay diez personas y apenas nueve sombreros, para que cada uno tenga uno, hay que cortar una cabeza”.
Para esto, el Banco de la República sube las tasas de interés a fin de sacar dinero circulante del mercado, en la creencia de que así va a controlar la inflación.
El resultado, la gente tiene menos capacidad de compra y el agro y la industria se contraen por falta de demanda.
¿Qué hacer? La banca central debe ayudar a la producción nacional, promoviendo “fabricar un sombrero y no cortar una cabeza”.
El objetivo se logra con una política de sustitución de importaciones, de fomento al crédito industrial y agropecuario, de bajar el costo país. Y con una política monetaria que le sirva a Colombia y no al capital extranjero.