Detrás de los SAAB 39 Gripen, los aviones de combate valorados cada uno en más de USD 100 millones con los que el Gobierno de Gustavo Petro reemplazará finalmente a los obsoletos Kfir israelíes, está el clan de los Wallenberg, una familia que desde el siglo XVIII viene construyendo un emporio gracias al cual se ha podido convertir en una de las más poderosas, influyentes y, por supuesto, ricas de Suecia, país que históricamente ha sido un aliado clave para Colombia a través de la cooperación en temas de paz y cambio climático.
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La banca y el sector industrial han sido los principales negocios de esta poderosa familia durante los últimos 300 años, operaciones que hoy en día y desde 1916 están concentradas en Investor AB, una gigante compañía de inversión por medio de la cual cuentan con tentáculos en prácticamente todas las grandes empresas del país escandinavo como es el caso de SAAB, compañía de defensa y aviación fundada en 1937 y que fue comprada por ellos en 1991. Hoy en día cuentan con una participación del 30%, siendo los accionistas mayoritarios.

Lejos del apartado militar, Investor AB también cuenta con une buena parte accionaria de algunas compañías bastante conocidas por los colombianos
Tal es el caso de Husqvarna, la cual se dedica a la fabricación de productos agrícolas y de jardinería como es el caso de las guadañas. Otro caso similar es el de Electrolux, cuyas neveras, aspiradoras y lavadoras son infaltables en muchos hogares colombianos. En ambas poseen cerca del 15%.
Otra importante empresa en la que están metidos los Wallenberg es Ericsson, la gigante de las telecomunicaciones que durante la década de los 90s supo consolidarse como la principal fabricante de teléfonos celulares en el mundo, apartado en el que años después sería superada, primero por los finlandeses de Nokia y luego por estadounidenses de Apple y los coreanos de Samsung. Hoy en día, a la cabeza de Ericsson está Börje Ekholm, un duro ejecutivo cercano a los Wallenberg que durante muchos años fue director general de Investor AB.

Otra compañía que recientemente dio mucho de qué hablar, no solo entre los colombianos, sino en todo el mundo y en la que los Wallenberg tienen parte del control es AstraZeneca, la poderosa farmacéutica británica que fue una de las primeras en sacar a la luz su propia vacuna contra la Covid-19, la cual, junto con la de Pfizer, la Moderna, la Janssen y demás, fue importante para hacerle frente a la pandemia que partió la historia reciente de la humanidad en dos.
Allí, Investor AB cuenta con apenas el 3% de las acciones, pero Marcus Wallenberg, miembro de la quinta generación de la poderosa familia, es miembro de su Consejo Directivo. Él estuvo reunido, como representante de su familia, con el presidente Petro en la noche del miércoles.
Además de Marcus, otros miembros de la familia que pesan en la actualidad son sus primos Jacob y Peter, de 69, 69 y 66 años, respectivamente. Ellos han tomado las riendas de un emporio con tentáculos en empresas que entre todas suman una valoración cercana a los USD 700 mil millones y han seguido los pasos del gran banquero Peter Wallenberg Sr., padre de Jacob y Peter, uno de los hombres más importantes de Suecia en el siglo XX y quien le dio al grupo empresarial la dimensión que tiene ahora.
De igual manera, otra familiar que ha dado bastante de qué hablar en los últimos años es Nane Maria Annan, quien es la viuda del exsecretario general de la Organización de las Naciones Unidas entre 1997 y 2006 y además ganador del Premio Nobel de Paz en 2001, Kofi Annan, quien falleció en 2018.