Dice el dicho: "Quien no sabe para dónde va, cualquier bus le sirve". El gran dilema en la actualidad colombiana es saber para dónde va el bus de la paz en las próximas elecciones del mes de octubre. Colombia pasa por un caótico suceso. Partidos políticos plantean expectativas, grandes retos y compromisos de las iniciativas de paz frente a una posible firma de los acuerdos en La Habana. Se ha venido recogiendo a lo largo de esta etapa previa al posconflicto una serie de pensamientos, iniciativas y experiencias por distintos sectores de la sociedad civil representado por líderes y candidatos políticos que empiezan a ganar protagonismo durante este proceso de paz. Este fenómeno político es el resultado de reflexiones de las diferentes organizaciones sociales e iniciativas de paz que han venido desarrollando un trabajo concertado frente al reto de una futura firma de la tan anhelada paz entre el Gobierno Nacional y las insurgencias de las Farc.
Fruto de la cosecha de pronunciamientos por los grandes padres de la patria, se espera por los colombianos que para las próximas elecciones la paz no sea utilizada revestida de politiquería y mermelada, sino que los partidos políticos promuevan la verdadera participación plural, flexible y efectiva de las organizaciones de la sociedad civil; convocar la participación e integración de sectores es la gran tarea de los nuevos líderes políticos regionales, candidatos quienes empiezan a avanzar para convertirse en los administradores locales y regionales, en donde el orden departamental y municipal debe articularse con el gobierno central y hablar el mismo idioma entorno a la paz como una sola política de Estado, y que sea un idioma que se siga hablando pasadas las elecciones del mes de octubre.
Es necesario aprovechar el momento para que la sociedad identifique quiénes de los actuales candidatos efectivamente están preparados con la perspectiva global entorno a la paz y el posconflicto, quiénes de estos ciudadanos, ya convertidos en dignatarios, seguirán trabajando en políticas conjuntas para integrar a la sociedad entorno a la paz, y, además, identificar quién plantea las mejores políticas en pedagogía e inclusión sectorial, pero más importante será identificar quién está en la capacidad de ponerlas en marcha realmente, y ponga a andar el bus de la paz en la ruta que nos sirve a todos.