Más de 635 veedores electorales presenciarán en Venezuela los comicios del 28 de julio. En vivo y en directo a través del canal estatal VTV el ministro de Relaciones Exteriores, Yván Gil, confirmó a los embajadores acreditados en Caracas la veeduría del proceso en cumplimiento del Acuerdo de Barbados del 17 de octubre del año pasado, que se firmó tras la reapertura de negociaciones con Estados Unidos en las que se dispuso un alivio de las sanciones económicas a cambio de un compromiso electoral.
El mayor peso de la veeduría está en la ONU y el Centro Carter. Esta semana llegaron 4 expertos electorales de las Naciones Unidas que estarán unos días después de las elecciones, para entregar un “informe interno”, sin declaraciones públicas sobre el proceso y sus resultados. Esta es una de las diferencias con las “misiones de observación electoral de la ONU, que requieren un mandato específico del Consejo de Seguridad o la Asamblea General.
Por su parte, el Centro Carter, fundado en 1982 por el expresidente estadounidense Jimmy Carter en Atlanta, que le valió el Premio Nobel de la Paz en 2002, es reconocido como un pionero y líder en el campo de la observación de elecciones. Ha monitoreado 107 en 39 países.
El gran ausente de este proceso va a la ser la Unión Europea, reconocida internacionalmente por esta labor. El Consejo electoral venezolano no invitó a observadores europeos. El 28 de mayo el presidente de la entidad retiró la invitación a la UE después de que esta ratificara sanciones contra 50 funcionarios. La actitud crítica de la UE frente al sistema de votación en las elecciones regionales del 2021 cuando señaló mejoría, pero también irregularidades fue uno de las razones para rechazar su presencia. En su momento Maduro se enfadó con el informe de los observadores de la UE, terminó la reunión abruptamente con señalamientos de "enemigos" y "espías".
Los otros confirmados por el ministro Gil son el Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica (Ceela), y la Unión Africana (UA) con la que el gobierno de Venezuela tiene buena relación como quedó en evidencia durante el caso de Alex Saab en Cabo Verde.
También está invitado al grupo político y económico de emergentes llamado BRICS, por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica que es alternativo a los países industrializados del G-7. Aún no se ha confirmado su presencia. Lea también.
Brasil y Colombia, dos países que han mantenido relaciones cercanas con Venezuela y con el Presidente Maduro no estarán presentes. Lulla declinó enviar delegados y el canciller Murillo hizo lo propio con el argumento de no haber tenido el tiempo para estructurar el equipo con las características técnicas que exige el envío de una misión.
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