No soy aficionado del fútbol, ni me considero hincha como tal de ningún equipo. Siento que este deporte se ha convertido en un negocio, cuando debería ser un deporte para mejorar nuestra salud integral.
Ganar la Copa Libertadores es un triunfo muy importante para los hinchas, y para la patria despierta el nacionalismo que une a un país entero.
Atlético Nacional logró ganar la Copa Libertadores el pasado 27 de Julio, aunque su rival, el Independiente del Valle del Ecuador, dio un juego muy destacado que sorprendió a todos y que puso trémulo a toda la hinchada verdolaga a lo largo y ancho del país. La celebración no solo fue en Medellín, sino también en ciudades como Bogotá en donde hubo cinco muertos y 900 riñas sin contar las que no fueron reportadas por la Policía.
Sin embargo, quedé muy atónito por la humildad del Independiente del Valle, por sus donaciones a los damnificados por el terremoto del 16 de Abril que sacudió en ese país. Recordemos que este equipo hizo una donación muy interesante y significativa de 181.503.82 dólares por recaudación de la taquilla ante River Plate de Argentina, según Andes (Agencia Pública de Noticias del Ecuador y Suramérica). Ese tipo de donaciones no las ha hecho ningún equipo de Colombia como, por ejemplo, para ayudar a los niños de la Guajira.
El Atlético Nacional obtuvo ganancias en la Copa Libertadores por la publicidad y taquillas, de 5,6 millones de dólares para la Organización Ardila Lülle que son los propietarios, según el diario Portafolio.
Por lo anterior, queda demostrado que los que en realidad ganaron fueron los del grupo económico anteriormente mencionado y la hinchada, aunque felices no obtuvieron ingresos económicos. Por otro lado, a Colombia le hace falta cultura ciudadana para que las celebraciones no se conviertan en hechos de violencia, y que el fútbol debe ser un deporte para estar mejor física y mentalmente.
@NotiFlandes