Hace un año anunciaron que Electricaribe que había proveído el servicio de energía en la Costa Atlántica durante veinte años y tenía cortes permanentes de luz y nunca hizo inversiones importantes en las redes de infraestructura, sería reemplazada por Afinia, filial de Empresas Pública de Medellín (EPM), operaría en Bolívar, Sucre, Córdoba, Cesar mientras que Air-e recuperaría el servicio de energía del Atlántico, Guajira y Magdalena. Los habitantes de la Costa pensaron que sería el fín de su dolor de cabeza con la energía, sin embargo, las tarifas se han disparado y la calidad del servicio ha empeorado.
Detrás de este nuevo chicharrón está el megaempresario Alberto Ríos Velilla y la junta directiva de EPM presidida por el alcalde Daniel Quintero y el gerente general de EPM, Jorge Andrés Carrillo. Hace dos años antes un análisis determinó que lo mejor ante las complejidades encontradas, era dividir la prestación del servicio en dos zonas: Caribe Mar y Caribe Sol, y abrir un proceso de licitación pública. Caribe Sol opera con el nombre de Aire fue adjudicada al consorcio Energía de la Costa, conformado por las empresas Latin American Corp S.A. E.S.P y la Empresa de Energía de Pereira, dos entidades bajo el control del empresario antioqueño Alberto Ríos Velilla. Caribe Mar le fue adjudicada a Empresas Públicas de Medellín – EPM, (Afinia). Sin embargo, la solución ha sido peor que el problema.
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