Voy a ser optimista, no somos el único país con problemas económicos, sociales o políticos. Es más, ocupamos un discreto lugar intermedio, en la lista de países de todo el Mundo y de todas las formas de gobierno, estratos 1°-2°-3° del mundo, que comparten nuestros problemas… económicos y sociales. Qué pena, pero ya perdimos cierto nivel de exclusividad tercermundista. Es que, señores, la globalización, ya no es solo asunto de soluciones, sino de problemas. Uno estornuda y al otro le da gripe. Los desconsiderados dioses que nos endilgaron la Pandemia, acabaron hasta con el nido de la perra. El Mundo, todo, entró en crisis, y en Colombia, valga la verdad no salimos tan mal librados, aunque sí, algo apaleados. Estamos sobreaguando.
Debido a la magnitud del golpe planetario, se agudizaron los problemas económicos y sociales, y, entonces, cada país trata de arreglar su desastre a su modo. Las ideologías se radicalizan, y cada una de ellas, en todo el globo, pugna por asumir control total. Los argumentos de cada uno, obviamente, nos dicen todo lo que NO quiere del “otro” Son el día y la noche. Basta que “el otro” tenga una idea, para que sea condenada por el otro, “otro”. El Estado es lo de menos. El gobierno, solo vale en la medida que permite hacer lo deseado. No es el cuerpo social lo importante. Es por el poder.
Pensándolo bien, en Colombia, parece que el asunto es por el dominio de “clase” social y el dinero. Solo eso. Lo de ideología que menté antes, solo fue un desliz. Porque, No hay ideologías, es decir, ideas con una filosofía del estado o del gobierno en su traspatio. Nada de eso. Hoy, en Colombia, especialmente, solo existen intereses creados que defender. Y de eso se trata el asunto. Intereses creados de grupos con intereses específicos de negocios, o de ganancias algo chuecas que proteger. Ahí está el detalle, decía el cómico.
200 años creando intereses. Y grupos de élites sociales y económicas. Eso es todo un “patrimonio”, que, desde luego, hay que defender con uñas y dientes. Hay que entenderlos. Creo.
Con Gustavo Petro, un “intruso en casa” defender esos intereses, amalgamó a tirios y troyanos, a la élite con fortunas y apellidos más o menos legítimos, y ciertas yerbas non sanctas, sujetos de avería. Causa común: salvar los fondos.
Con Gustavo Petro, un advenedizo de ideas raras de justicia social, todas las pasiones de un pueblo de emotivos solemnes, se exacerbaron, en especial en la ultraderecha, el glorioso conglomerado de elegidos que recibieron, desde la colonia, el padrinazgo sobre la ignara indiada. Ellos, los “criollos” selectos, el remanente de la rancia aristocracia colonial, son los dueños del país de hoy. Como dijo Galeano, “Vinieron. Ellos tenían la Biblia y nosotros teníamos la tierra. Y nos dijeron: 'Cierren los ojos y recen'. Y cuando abrimos los ojos, ellos tenían la tierra y nosotros teníamos la Biblia” hoy, todavía, tienen la tierra. Y hoy, por primera vez, en casi 250 años, un advenedizo mestizo, ocupa la cabecera de la mesa. Y, ellos, criollos de rancia raigambre, no admite invitados de segunda, léase: izquierdosos o progresistas que llaman, en los escenarios de poder, que consideran propios… por derecho propio. Una herencia sagrada.
Ya solo por eso, se justifica la manguala contra cualquier idea de cambio, que salga, hoy, de su añejo hogar, la Casa de Nariño. Porque allí, hay otro. Petro. Todos ellos saben, luego de verlo por más de treinta años en la política, que Petro es un hombre decente y un demócrata, “pero, es que, ese NO es el tema, sumercé”. No señor, no lo es. Es, simplemente, que Petro, no puede, no debe gobernar, como se lo mandaron, más de 11 millones de indios rencorosos, e igualados. ¿Cómo así? Los elegidos, no pueden admitirlo. Son los dueños de la finca. Es por eso que van “todos a una, como en Fuente ovejuna” contra Petro y su presidencia. Es casi grotesco. Pero no es aquí, nada más. Hay una absurda epidemia de orates de Derecha, por todas partes del globo, que busca “salvar al mundo” hundiéndolo en el caos, sin fijarse en gastos pendejos: “sí toca, acabamos hasta con el nido de la perra, pero este país tenemos que arreglarlo” Son los Mesías de estos tiempos. Y es en todo el Mundo. Los más absurdo, es que quieren salvar al mundo, con la misma receta con que lo hundieron en la inequidad, y la desigualdad más infame, en una miseria inhumana. Causando de contera el desastre climático: desarrollo a cualquier costo: que y caiga quien caiga… y lo que está flojo. Y no importa qué o quién. Ya ni siquiera importa que caigan las instituciones que forman la estructura básica que los Estados crearon para hacer funcional su acción y gestionar sus respectivas sociedades.
Los profetas del supuesto desastre sobreviniente con Gustavo Petro, y su gobierno progresista, carentes de una mejor idea o filosofía del Estado y de la sociedad dispar que hoy tenemos, atacan sus ideas, y sabotean sus propuestas, sin analizar sin son buenas, regulares o malas. Basta con que sean sus ideas. Así pervierten las organizaciones sociales y las estructuras políticas. Esas que, con cierta azarosa intermitencia, y jugando al acierto-error, han logrado hacer que el Estado colombiano, funcione hasta hoy. “Sí es de Petro, no sirve” parece ser el mantra maligno de estos sesudos orates. Después de traernos hasta el desastre económico y social, aún se empeñan, tozudamente, en que cualquier cambio al statu quo, es arriesgar el modelo construido por ellos. “Nada debe cambiar… todo debe seguir como lo hicimos” a pesar de sus protuberantes fallas sociales, y que existen otros posibles escenarios y actores con nuevas propuestas y oportunidades de mejorar los existente. Pero, “sí es el otro, no sirve”. Ni siquiera la posibilidad de que muchos de los excluidos de hoy, accedan a mejores cosas, los conmueve, o los incita a la compasión con los más vulnerables.
Y es un MAL del Mundo. Algunos de los países desarrollados, del Norte, pasan dificultades parecidas y en ciertos casos, peores: pues a sus problemas económicos, sociales y de inflación, deben sumar el de las invasiones bárbaras modernas: unas hordas de desesperados del Sur, que buscan refugio contra la pobreza, en unas sociedades supuestamente ricas, pero con sus propios problemas y sus economías en declive. “Mal de muchos…”
Las diásporas Sur-Norte del Siglo XXI… posible Armagedón del “primer Mundo”
Las migraciones del Sur están dislocando, aún más, a las naciones del Norte, y contribuyendo a su desastre próximo: la saturación poblacional y el incontrolable desborde de su capacidad para poder
gestionar a sus propios nacionales. Para su mal, los países ricos, aún no se pellizcan, se hacen los locos. Su avaricia o desinterés, los lleva hacia un desfiladero. Deberían de razonar: ningún arruinado paga deudas. Y eso es lo que pasa con los países del Sur. Están en quiebra… por pagar deudas infames e impagables. El Norte, en vez de gastar sumas ingentes en taponar sus fronteras, deben “construir muros de progreso” en los territorios subdesarrollados del Sur. Pero no. Equivocan la perspectiva. No es evitando que el Sur los invada… es evitando que el Sur mire hacia el Norte como única salida.
Por no condonar ni canjear sus enormes deudas, cuyos altos intereses arruinan al Sur, gestan, desde ahora, su gran desastre de mañana. Las múltiples oleadas de “huyentes” de la miseria que azota al Sur, acabarán por destruir su modelo económico y, Dios no lo quiera, igualar por abajo, la sociedades del mañana. Como en el viejo western “Por unos dólares más” COMO TODO AQUEL QUE YA TIENE CONSTRUIDA SU FORTUNA, LOS PAÍSES RICOS YA NO SE VOLVERÁN POBRES…sí se olvidan de la deudas del “Tercer Mundo”. Pero sí se evitan la azarosa ocupación de sus tierras, por la inmigración caótica de los desesperados tercermundistas, que llegan cada día tras una esperanza, que puede hundirlos a todos: a ellos y sus anfitriones forzados. Es muy peligroso intentar salvar a quien se ahoga. Las MAREADAS de inoportunos visitantes inopes de hoy, traen cola. Son, como las hormigas arrieras, apenas una avanzada… y, más pronto que tarde, llevarán al primer Mundo a entrar, a la fuerza, en nuestro exclusivísimo Club tercermundista. El Norte-Europa, obtusos y cegatos, se niegan a ver que mientras el Sur se desocupa y pierde valiosos brazos y cerebros, ellos, el Norte próspero y sus todavía solventes sociedades, se saturan de extraños que desquiciarán su sistema de vida.
TODO POR UNOS DOLARES DE MAS, que sí lo piensan, entre más pobres sea el Sur, más difícil les será cobrar. Y existe algo más aterrador aún para sus cuasi siempre organizadas sociedades: cada uno de los “huyentes” de la miseria, arrastra dos colas exóticas: una cultura distinta y sus amores en espera. No tardará mucho el día en que los inmigrantes de hoy, se trasteen con toda su familia, relacionados y amigos, convirtiéndose en mayoría exógena, subsumiendo su cultura y alterando sus añejos valores. Sí, en el Norte, también la tienen difícil, yo diría, que mucho más que nosotros, en donde, los migrantes, apenas sí son una molestia pasajera y en tránsito. ¿Todos? Ojalá.
Como un cruel sarcasmo o justicia poética que dicen, allá, en Europa y USA, al contrario que en Colombia, los pobres pueden ser la ruina de los ricos. Aquí la Derecha hirsuta, busca construir cada día, una sociedad más pobre…sin cavilar que, algún día, la indiada se cansará de verlos comer caviar, mientras ellos comen mierda. Orates. No de otra manera se explica que opongan con tanta saña, a la posibilidad de hallar nuevos caminos para la sociedad colombiana, bajo un gobierno progresista que respeta al Capital, y que, además, lo necesita para poder generar riquezas nuevas, pero mejor distribuidas, entre nuevas gentes…los de abajo. La “oposición” a Petro, cegata y estúpida, pasa por alto, que sí persisten en hacer la vida imposible al gobierno del Cambio, se estrellarán contra la realidad de un Mundo que ya rezonga iras y fabrica odios al granel, por tanta desigualdad y miseria. Tercos y obnubilados por su altanería estúpida, esa Derecha sin alma, parece ignorar la realidad colombiana y sus gentes más vulnerables. Sí no podemos cambiar algo de inequidad y desigualdad que nos maltratan como pueblo, será la violencia social, no un exguerrillero con talante demócrata, la que volcará la mesa… con todo los comensales a bordo. Este 9 de abril, será el aperitivo. Quiera Dios que no se desborde el orden y que recobremos la cordura, a todo nivel y en todas partes. Este es apenas un preaviso. Ojalá que no sea “plomo es lo que hay, plomo es lo que viene” como gritó cierto bruto energúmeno. Qué asco.
Dejen gobernar a Gustavo Petro. Hasta ahora ha navegado en las aguas de un demócrata convencido.
Acude al parlamento; acata a las Cortes, respeta la prensa opositora, intenta negociar con todos…no lo acorralen, no exageren la nota. Es el presidente y lo ganó en buena lid. Petro NO ES comunista, Colombia NO será una nueva Venezuela. No exageren. Otro absurdo de nuestra patria boba, es que la oposición en Colombia, le tiene más miedo a la OVEJA que hoy nos gobierna, que al LOBO que están pariendo, en la periferia olvidada, de un país que pasa necesidades sin cuenta, en un país de cuentos. Señores opositores de oficio, ojo con las fieras en espera que pululan en los lugares de olvido. Sí no paran ya su estúpida arrogancia y su criminal oposición al cambio por mejores cosas para el pueblo, dándole una oportunidad al out sider bien intencionado que ganó a pulso el poder, estarán pavimentando un incierto camino hacia el desastre de toda Colombia: pues, manadas de lobos saldrán de sus cubiles, detrás de sangre noble. Y no es por alarmarlos…yo mismo tengo miedo terrible a que ocurra, mi hija es muy joven y merece una oportunidad distinta a las que mi generación tuvo, ya que nacimos, crecimos y moriremos, en medio de violencias ajenas. Derechistas de todo pelambre, no aprieten más. Dejen gobernar. Hagan la pausa. Esperen, que, de pronto, a Gustavo Petro le va bien. Ya verán que todos ganamos. Y, si no es así, sí por mala fortuna Gustavo Petro fracasa, ya habrá tiempo para que ustedes arreglen las cargas. Ustedes ya tuvieron su tiempo, respeten el tiempo de un bien intencionado: Gustavo Petro. Por favor, por los excluidos, por los más
vulnerables, por un nuevo intento de mejores cosas, hagan una pausa, esperen. Dejen gobernar al presidente Gustavo Petro.
Una reflexión. Sí ustedes, dejan gobernar, y Petro fracasa, sin su ayuda, desde luego, ya podrán volver al timón. Por ahora, no contribuyan con actitud irreflexiva, a más exclusión y miseria, que aparejan más odios de clase y generan envidias alrededor de sus tentadoras fortunas. Hagan caso, Colombia los necesita, Petro los necesita. Sin el Capital no hay riqueza. Sin riqueza dando empleo, tendremos solo más miseria. Razonen. El país se desangra; La violencia arrecia; la miseria de muchos aumenta, en contraste con la riqueza de unos pocos que hoy, se niegan a nuevas opciones, otras posibilidades de país. Una pregunta estúpida: sí ya son los dueños del 70% de Colombia, sí ya tienen poder económico y político, y sí su modelo gobierno se agotó, luego de treinta años… ¿qué les impide hacer la pausa y evita que permitan a un disruptor, demócrata probado, que ensaye una nueva idea de gestión del Estado y de la economía redistributiva, pensando en los más pobres? De Gustavo Petro, están probadas hasta la saciedad, su inteligencia y su honestidad política. TODO MUNDO SABE, que NO es Chaves, que NO es mesiánico ni tiene ínfulas de dictador, y que no se quedará un día más allá de su periodo constitucional.
Y es claro, a menos que, obtusamente, no quieran verlo, que el país ha mejorado indicadores; que la Reforma Agraria, avanza a buen paso, sin expropiar a terratenientes; no ha coartado la libertad de prensa, pues solo responde a puyas con puyas, sin que ningún Medio esté en riesgo; los bienes quitados a las distintas mafias, no vuelven a ellas por interpuesta persona, ni se van a corruptos bien conectados; el peso se aprecia; la inflación desciende (los especuladores, NO bajan precios???) hay nuevas áreas económicas en recuperación: más inversión extranjera; turismo, nacional-internacional en aumento; hay, afuera, un nuevo respeto por el presidente de Colombia, sí, por Gustavo Petro.
Y no es por rajar de nadie, que no es mi estilo, pero, desde que el consenso de Washington, marcó el itinerario económico y un filosofía del desarrollo, en la que solo el capital privado es motor, el sistema financiero el medio, y la privatización de lo público la única vía; solo unos pocos cuentas ganancia y utilidades. Los dueños de la tierra y de los bienes.
César Gaviria, que creo que un día fue Liberal, asumió como buena una idea y nos metió en la famosa Apertura Económica, de gancho ciego, sin tener idea de lo que se nos venía pa’encima, entre otras cosas: la ruina del campo, debido a la inundación de bienes agrarios y agroindustriales subsidiados; que trajo la quiebra de nuestras principales empresas textiles, arrasadas por el implacable dumping de telas y confecciones de todos tipo, que llevaron a la ruina a un sector grandes empleadores de las época; todo ello gracias a que desde Washington, dieron una orden a los endeudados países del tercer Mundo: liberen su sistema comercial. Eso nos cogió en desventaja. Como país, traíamos un modelo de economía y de gestión de gobierno propios de nuestra tradición cultural. Éramos dueños de empresas esenciales a la sociedad post colonial que teníamos, pero la orden de privatizar las empresas estatales, que aquí acatamos a rajatabla y transfirió valiosos activos nacionales a manos privadas, locales y extranjeras, todas mal vendidas y de afán, a precio de gallina robada; fue así como
de manera grosera y ruinosa descapitalizamos al Estado. El “vendedor del mes” fue el gobierno Uribe Otra orden, “Reducción de la intervención estatal en los mercados de capitales y en la economía en general, recortando el gasto en inversión” (Sachs, 1988: 77), léase, recorte de gasto social (subsidios) tampoco; se discutió.
Sin fondos públicos, hubo recorte en la creación de empleo en las periferias, a través de obras de infraestructura esencial locativa; así mermaron las posibilidades regionales de actividad económica. Para documentarme un poco, busqué información sobre el llamado Consenso de Washington, y encontré un Decálogo, que me dejó, asustado.
Es tan restrictivo de la libre determinación de los Pueblos, que no sé cómo los países pobres se tragaron ese sapo. Ahora, sé que de verdad, hace treinta años aún estábamos en la Colonia. Con perdón de su autor, parafraseo, en vivo y en directo, algunas perlas de tan elocuentes muestras de neocolonialismo: disciplina fiscal, con 2% como déficit, muy consecuente con la eliminación del gasto social y la inversión pública, motor de la economía periférica; eliminación de subsidios, bajo la premisa de que no son necesarios, ni responsabilidad del Estado; ampliar la base gravable; vulgo, gravar bienes y servicios esenciales, sin importar nivel de ingresos o estrato; el IVA. X Ej; liberar las tasas de interés, en otras palabras, permitir que el sistema financiero expoliara y secara la economía real, la real creadora de empleo y riqueza marginal, vía salarios; dejar flotar el Peso; es decir, amarrarlo a los vaivenes del dólar y las tasas internacionales, lo que parece aún ocurre; abrirse al comercio exterior: la Apertura Económica, que nos dio la bienvenida al futuro, nos dañó la economía agraria y gran parte del pasado industrial; abrirse a la inversión extranjera sin restricciones, lo que no es malo en sí mismo, si no fuera porque los capitales golondrina especulativos o/y carroñeros: compradores de saldos, es decir, empresas públicas a precio de gallina robada, aparte que solo son extractores de capital; otro ítem del vil decálogo, da instrucción precisa en este sentido: privatizar los activos públicos, por una supuesta mejor, más eficiente y más productiva administración, algo que excelentes empresas colombianas con Capital oficial, DESMIENTEN: Ecopetrol, ISA, EPM y otras, que se me escapan. Aparte de muchas de las que se feriaron a precio de huevo; desregulación para atraer inversión empresarial que cree competencia. No estoy seguro que es, exactamente, desregular, en este contexto. Sí es quitarle regulación a la empresa para que juegue con las leyes laborales y maltrate al trabajador, o para que haga uso de gabelas impositivas, que la vuelvan competitiva en su mercado.
Basta este mostrario de imposiciones, para darle algo de luz al algo oscuro panorama económico de Colombia. Es claro que unas políticas estandarizadas, dictadas por agentes extranjeros como gran panacea y cura milagrosa para las economías de países con tan distintos problemas, no fueron tal remedio, solo agudizaron las crisis. No pillaron, allá en Washington, las eminencias grises de la economía, que los países del tercer mundo, solo tenían algo en común: sus deudas inmensas. Mismas que ahora, 30 años después, vieron agotar el discurso y fracasar la formula. Hoy se ve el desastre.
Para finalizar, habría que decir que, como resultado final, hoy los países del Sur, son más pobres; que sus deudas son mayores; que su capacidad de pago es proporcional a esa pobreza, pues debido a las exigencias de fondos para amortiguar sus deudas y pagar intereses, no cuentan con fondos locales para invertir en su propio desarrollo. Por tanto, no pueden generar condiciones sociales, educativas ni laborales atractivas, para que sus nacionales, resuelvan con dignidad sus vidas.
Así, el Sur pierde capacidad para retener los brazos y cerebros que serían, las herramientas naturales de su desarrollo. Ante la escasez de medios de vida en sus países de origen, los habitantes del Sur, buscan otro horizonte más prometedor, en los países del Norte, que más temprano que tarde, por culpa de esta migración caótica y masiva…dañaran, severamente, sus propios sistemas de vida y sus culturas.
Como digo en otro texto, hoy son unos cuantos migrantes, mañana, cuando se lleven con ellos a familiares, vecinos y amigos…dejaran de ser una minoría. Dislocarán todo su sistema: económico, político, social y cultural. Quien tenga oídos para oír…
Volviendo al tema local…sí la Derecha sigue hostigando al presidente, no se extrañen que, entre el huracán de la rabia plebeya… vuelen los tejados de sus mansiones. Cuando la indiada se emnoje, porque se busca ignorar su derecho a elegir, es decir, cuando vean que su activo más valioso y único: el VOTO, vale mierda, buscará, volver ídem, el cotarro. Sí, es muy posible, que si la oposición, no se modera se rompan alguna cosas. Que rueden cabezas y fortunas. ¡Qué peligro para toda Colombia
Ojo, señores, dejen gobernar. Esperen su turno de hacer las cosas a su modo. Ya llegará su momento.
Quien tenga oídos para oír…