El regreso del fútbol con público a Bogotá se vio gravemente afectado por la pelea entre hinchas y barras bravas de Santa Fe y Atlético Nacional durante el medio tiempo. El enfrentamiento y la invasión al campo del Campín motivó que la alcaldesa Claudia López decidiera cerrar de manera temporal la entrada de público a los estadios de Bogotá. Pero esta decisión se ha visto empañada por una serie de acusaciones mutuas entre la Dimayor, los equipos y la administración distrital.
Cabe recordar que los estadios El Campín y Techo son propiedad del IDRD, que los arrienda a Millonarios, Santa Fe y Equidad para sus juegos. La alcaldesa aseguró en su cuenta de Twitter que "los organizadores" de los torneos de fútbol, es decir, la Dimayor y los clubes, tienen la responsabilidad de cumplir las condiciones de seguridad y logística para asegurar la presencia de los hinchas y su disfrute del fútbol.
El estadio es de todos. Los torneos de futbol son privados. Sus organizadores se comprometen a usarlo cumpliendo condiciones de seguridad, logística y convivencia. A Bogotá le deben garantizar esas condiciones si lo quieren volver a usar. A Bogotá y al campin le deben cumplir.
— Claudia López 👍 (@ClaudiaLopez) August 4, 2021
Por su parte, el presidente de Santa Fe, Eduardo Méndez, y la Dimayor se han defendido afirmando que hubo serias fallas en la logística del partido. Luego de casi año y medio de cierre, se detectaron tres fallas importantes en la ubicación de más de 15.000 hinchas que asistieron al estadio.
La primera falla fue en la distribución de los hinchas dentro del estadio. La tribuna oriental norte fue reservada para hinchas de Atlético Nacional, mientras que la tribuna norte fue designada como tribuna familiar. Además, hinchas de Santa Fe denunciaron que se dio prioridad a los visitantes que pagaban más. Finalmente, se destinaron 1500 policías para el operativo, aunque en partidos entre estos rivales antes de la pandemia se destinaban unos 3000.
Luego la logística fue vergonzosa. Dejaron meter barras bravas de Nacional a una TRIBUNA FAMILIAR que tenía un precio más económico porque van niños. A eso se le suma un nefasto operativo policial en cantidad y capacidad de reacción. Empezando por sectores mal divididos (cont)
— Edward. (@EdwardCastroV) August 4, 2021
El segundo error fue derivado del anterior. La Policía y los encargados de la logística del Estadio suelen separar con líneas humanas las hinchadas de equipos opuestos, sobre todo en partidos entre rivales con gran afluencia de público como Atlético Nacional. Este lunes no hubo esa línea entre la tribuna oriental y la norte, lo que permitió la carga de los hinchas contra la tribuna familiar.
Finalmente, un tercer error fue de la Policía dirigida por el general Jorge Eliécer Camacho, que retrasó su ingreso a la tribuna para contener la pelea que se desató. Ante estos hechos, según asistentes al estadio, las barras bravas de Santa Fe decidieron ingresar y atravesar el campo de fútbol para rechazar a los agresores. En ese momento los hinchas de Atlético Nacional retrocedieron y la Policía ingresó para controlar los ánimos y permitir el rescate de los cuatro heridos en el enfrentamiento.
La gente de La Guardia estaba alerta, pero esperando que la situación se controlara. Al ver que la policía NO HIZO NADA y ante esa masacre, varios decidieron saltar a la cancha en defensa de las familias de Santa Fe.
Realmente Lgars casi ni los enfrentó, pero eso sí los dispersó
— Edward. (@EdwardCastroV) August 4, 2021
También se criticó que se hubiera reanudado el partido, una decisión que el general Camacho justificó debido a que un refuerzo policial había permitido asegurar que no se repitieran los hechos. El presidente de la Dimayor, Fernando Jaramillo, aseguró que se buscaba disminuir los riesgos tanto adentro como afuera del estadio, lo que motivó que se prefiriera continuar el partido.
Tanto Méndez como el máximo accionista de Millonarios, Gustavo Serpa, pusieron la responsabilidad de los hechos en la administración distrital. Además, el presdiente de Santa Fe también señaló que quien tomó la decisión de reanudar el partido fue de la Policía. Serpa, por su lado, llegó a pedir la renuncia del secretario de Gobierno, Luis Ernesto Gómez, por las fallas del operativo policial y logístico. Por su parte, la Alcaldía anunció que "respeta" las decisiones de la Dimayor, que se conocerán este miércoles tras la asamblea general de clubes.
Entre tanto, la Alcaldía citó a una reunión con los presidentes de Millonarios, Santa Fe, Equidad, la Procuraduría, la Fiscalía, la Policía Metropolitana de Bogotá, las secretarías de Gobierno, Seguridad, Cultura y el IDRD. La reunión se saldó con un cambio en las condiciones del arriendo del estadio para garantizar la seguridad de los asistentes y el registro, además de hacerse cargo de la logística, seguridad y convivencia. Mientras se cumplen estos requisitos, las tribunas estarán cerradas.
En la reunión se decidió que la hinchada de Atlético Nacional no podrá ingresar en un año a los estadios de Bogotá. Santa Fe deberá pagar por la entrada de sus hinchas, y los aficionados visitantes no podrán ingresar a los estadios de Bogotá durante el 2021. La Dimayor podría anunciar más sanciones como partidos a puerta cerrada.