Juan Manuel Santos, sigue desparramando por todo el país sus promesas electoreras y tratando de persuadir a toda una sociedad de las bondades de su gobierno si fuese electo nuevamente. No ha cumplido, en su gobierno con el programa que se condensaba en su slogan “prosperidad para todos”. El candidato-presidente, intenta meter un embuchado a la opinión pública del país cuando dice:”Si logramos la paz y podemos ir desviando los recursos que están destinados a la guerra y dárselos a la educación, este país va a cambiar fundamentalmente”. Esta puntualización del presidente, no es creíble en la medida en que su su agenda discursiva está marcada por la guerra. Habrá que recordarle todo el tiempo que sea necesario, que su ministro de la defensa Juan Carlos Pinzón preciso que en un eventual acuerdo de paz no estaba previsto ajustar el cinturón de las fuerzas armadas, sería un “gran error”.Significa, que el mayor presupuesto del país seguirá siendo el de la defensa, que para este año 2014 estará por el orden de los 27, 74 billones de pesos / 14.717 millones de dólares.
Según el ministerio de hacienda, entre 2011 y 2014, la inversión en defensa ha aumentado 2,21 millones de peso/1.172,54 millones dólares, un 19,6% más que en el periodo comprendido en el cuatrienio anterior entre 2007 y 2010(infodefensa.com). El candidato -presidente, le dejo claro a todo el mundo que el proceso de paz en ningún momento pondría en peligro el modelo económico imperante en el país.Parodiando, al desaparecido político conservador Álvaro Gómez Hurtado, el candidato-presidente anunciaba ante empresarios colombianos y portugueses lo siguiente “Tengan la seguridad de que allá, en esas negociaciones no vamos a negociar nada de lo fundamental”. Se refería a la propiedad privada, el modelo de desarrollo, la política comercial, la política industrial. Todo queda intacto, Colombia ha sido blindada por el modelo neoliberal.
Este candidato-presidente, se ha caracterizado por sus propuestas cantinflescas con relación a la crisis del agro. Fue algo pintoresco lo de regalar papas por todo el país, ocacionando efectos contrarios de lo esperado. En Colombia, se habla de medidas de fondo para sacar al agro colombiano de la colosal crisis en la que se encuentra. La otra genial idea es la aplicar en este año, el impuesto del 4x1000 que en sus 14 años de existencia ha recaudado la cifra de $39.6 billones. Otra vez, al pueblo colombiano le tocara sufragar otra crisis, la del agro. La paradoja, consiste en que este impuesto que se creó para aliviar la crisis del sector financiero (1998) que hoy le permite a la banca obtener ganancias por 39,7 billones (2012) el pueblo no se ve favorecido para nada. Al contrario, los usuarios del sistema bancario se ven sometidos a toda clase de abusos por parte de las entidades bancarias.
En palacio de Nariño, Santos en una charla con periodistas del diario el espectador, en relación con las consultas populares señalaba que “esas consultas son ilegales y no tienen efecto legal. El subsuelo es de todos los colombianos. Aquí no hay lugar a discusión. Estas consultas “ilegitimas” en realidad son una de las herramientas constitucionales que le quedan al pueblo colombiano para la defensa del medio ambiente ante la arremetida de las multinacionales que a través de la explotación minera acaban con el medio ambiente. El ministro de minas y energía Amílkar Acosta en otrora “critico” del modelo neoliberal afirmaba que las consultas populares como la de Tauramena (Casanare) “ponen en riesgo” la inversión extranjera en el país. Simplemente, no quieren a futuro, ningún obstáculo para las multinacionales, no quieren nada que huela a soberanía. Finalmente, este gobierno cicatero, aseguraba desde la casa de huéspedes ilustres de Cartagena, que el país cerraba con” broche de oro” el año 2013 por el incremento salarial en un 4.5%( $26.500).Este es, el candidato- presidente, que pretende una segunda reelección.