Hoy como todos los días me dispuse a navegar a través de las diferentes plataformas digitales de medios escritos del país y me topé con el título de un artículo que al leerlo me generó escozor, me dejó estupefacto y al cabo de unos segundos, después de reaccionar de ese micro trance, sentí que me corrió un escalofrío por toda la espina dorsal. Lo que allí se hallaba escrito ha sido lo más estúpido, banal y salido de contexto que he leído. Leer semejante bellaquería me generó una conjuntivitis crónica.
Nuevamente, la insufrible Paula Galindo o Pautips, como se hace llamar esta dizque youtuber o influenciadora en sus incontables redes sociales, la sacó del estadio con una de sus acostumbradas descachadas por un comentario que más adelante traeré a colación. Si mal no recuerdo hace un mes circulaba un video en donde ella anunciaba que se retiraba de las plataformas digitales porque padecía de depresión y desórdenes alimenticios. Dicho pronunciamiento causó gran revuelo y hasta captó la atención de importantes medios televisivos, radiales y escritos del país del sagrado corazón. Burlándose con ello de las personas que en realidad han estado en las garras de un monstruo tan grande y silencioso como lo es la depresión.
Pues bien, al cabo de unos días aparece esta susodicha haciéndose la víctima y diciendo que los medios tergiversaron todo lo que ella dijo, que descontextualizaron su mensaje, hasta los tildó de amarillistas. Toda su horda de seguidores le creyeron su cómica y deprimente actuación y lloriqueo a moco tendido, acompañado de música para cortarse las venas, para luego salir en defensa de ella como sus fieles minions después de que reapareció cagada de la risa viéndole la cara de pendejos a más de uno y promocionando productos de belleza.
Nunca he tomado en serio lo que digan o dejen de decir estos influenciadores o como se hagan llamar, porque algunos (no voy a generalizar) se toman atribuciones que no deben, como que en ocasiones juegan a ser expertos (guías espirituales, motivacionales y hasta médicos) en temas en lo que ni siquiera están certificados sin tener en cuenta que muchas de las personas que siguen sus historias y comentarios creen al pie de la letra todo lo que dicen y opinan.
Pero en esta ocasión esta influencer literalmente me tocó los huevos con su comentario falaz y es por ello que desde el inicio de esta nota he manifestado mi molestia, pero ustedes dirán que hasta ahora no dicho nada en concreto. ¡Pues bien! En el artículo al que hice corta referencia al inicio de esta nota se lee que el youtuber español Dalas, apoyado en un video, deja al descubierto la descoordinación que hay entre el cerebro de maní y las palabras de esta habitante del mundo, afirma en una de sus historias de la red social Instagram que el cáncer le da a la gente por no sacar sus emociones. ¿En realidad puede habitar tanta estupidez junta en esa cabecita? Ni el más tonto de los tontos diría semejante babosada monumental.
Como dije líneas atrás, nunca he tomado en serio o tenido en cuenta lo que digan estos individuos, pero esta vez sí, porque padezco de cáncer ya hace más de un año, razón por la cual se me sustrajo un carcinoma atípico, que según el oncólogo que me trató es una condición que presenta una persona entre cien mil. Adicional a ello las células que se alcanzaron a esparcir alrededor del área cercana donde se hallaba alojado el carcinoma hizo metástasis al 15% tipo 3, posterior a una toracotomía que se me practicó y recesión del 70% de mi pulmón derecho, caso que para el oncólogo que me asistía era de tratamiento con quimioterapia de inmediato. Recibí varias sesiones de quimioterapia, y créanme que los efectos que se experimentan durante la aplicación y en los días posteriores a esta, no se los deseo a ningún ser humano por más que le sienta algún tipo de rencor. Algunas veces me pregunto cómo putas sigo vivo, si personas a quienes conocí que padecían este mismo mal que yo, fallecieron a los seis meses o al año de descubierto. Pero por más hilarante que parezca siempre le he atribuido este tiempo de vida extra a mi buena actitud, buena onda o como quieran llamarle y no a la intervención divina de un ser el que considero no existe.
Poniendo en total evidencia el origen de mi molestia, quiero decirle a esta irresponsable que, piense antes de hablar, mida la consecuencia de sus palabrejas, que deje de jugar a la salvadora del mundo, deje de montar circo y hacerse la payasa todo el tiempo, creyendo que todo lo que sale de su cavidad oral es beneficioso, pero creo que es más dañino que el cáncer que padezco, porque lo que hace es burlarse de las personas que en realidad poseen cualquier tipo de enfermedad a la que haya hecho referencia. Pongo en duda de que este ser involucionado haya sufrido de depresión alguna vez en su vida, porque de ser así no creo que lo haya superado en 2 meses, tiempo que dice duró su tratamiento, cuando personas que en realidad viven este suplicio tardan meses y hasta años en superarlo y no andan por ahí ventilando para generar lástima y ganar likes. Solo espero que ni ella ni ninguno de sus familiares o personas a las que ella ama, sufran el dolor y la angustia que genera el padecimiento de un cáncer.
Ya es hora de que algún ente regulador se apersone de estos casos y ponga en cintura a este tipo de personajes que publican, comparte y difunden todo tipo de contenido malsano, perturbador y que lo que hace es jugar con el padecimiento de personas que viven el infierno de llevar en su cuerpo o en sus mentes una enfermedad que los aqueja.
