El principal rival va a ser su salud y sobre todo la suerte. Si Nairo se mantiene al margen de caídas, pinchazos o catarros, si lograr sortear con éxito el temido pavé de la cuarta etapa, será uno de los principales favoritos al título. El hecho de que en este tour hayan sido suprimidas las contrarreloj largas y que haya siete finales en alto, alimentan la ilusión del escarabajo. Al frente tendrá que doblegar a sus tres más encarnizados rivales.
Aunque Vincenzo Nibali y Alberto Contador sean los únicos ciclistas en actividad que han ganado las tres grandes vueltas, el principal temor del colombiano es el vencedor del Tour 2013. Chris Froome es, de los tres, el único que lo ha vencido en una subida. Ocurrió hace dos años en el ascenso al Mount Ventoux, cuando, después de un furibundo ataque del boyacense, el keniano reaccionó soltándolo a 500 metros de la meta. Para el recuerdo quedó la imagen de Nairo desmayándose al cruzar la línea de llegada.
Con dos años más y el triunfo en una gran vuelta encima, Quintana ya tiene el bagaje para vencer al líder del Sky. En la única disputa que tuvieron este año, en la etapa reina del Tour de Romandía, ambos llegaron juntos a la meta dejando atrás a Nibali. El italiano, de irregular temporada, es el actual campeón de la vuelta a Francia. Para repetir el triunfo cuenta con un poderoso equipo, el Astana, en donde tendrá coequiperos de lujo como el danés Jakob Fuglsang o el estonio Rein Taaramae. Hace dos años, en la última etapa de la Vuelta a Burgos, Nairo dejó regado con extrema facilidad al Tiburón del Adriático.
Alberto Contador está intentando marcar historia. Su reto, desde el principio del año, es el de ganar las tres grandes vueltas en una sola temporada, un récord hasta ahora inédito y que los especialistas juzgan imposibles. Hace más de un mes se impuso con comodidad en el Giro. En Francia será a otro precio. En la etapa más dura de la pasada Ruta del Sol el de Pinto, a pesar del golpe de pedal que le habían dejado las carreteras italianas, no pudo soltar a Nairo quien venía de un prolongado descanso. En marzo, enfrentados en igualdad de fuerzas, el colombiano no tuvo ningún problema para doblegar al español en la apocalíptica etapa reina de la Tirreno-Adriático.
El favoritismo de Nairo Quintana no se restringe a los medios locales ni a los españoles. El Wall Street Journal le acaba de dedicar un artículo en donde lo califica de héroe. Nunca antes un ciclista colombiano tuvo más opciones de llevarse el ansiado maillot amarillo. A su disposición tiene un equipo de lujo encabezado por el gran Alejandro Valverde, Imanol Erviti y Winner Annacona, quienes lo protegerán en las montañas, el llano y sobre todo en el pavé.
La fuerza mental del boyacense y los hematocritos completamente adaptados a la altura, serán sus principales armas. Ya sin la sombra del dopaje amenazando la justa competencia, Nairo pondrá de rodillas a los encopetados y muchas veces engreídos ciclistas europeos. A golpes, empujones y pedalazos, Nairo se ha sabido ganar el respeto del pelotón internacional. Después de la amargura del Giro y de la frustración de la Copa América, Quintana nos volverá a unir frente a un televisor. Nunca antes habíamos estado tan cerca de la gloria.
