La deforestación en Colombia ocupa el primer puesto en la agenda ambiental en el 2018. La ganadería, el proceso de paz, la concentración de la tierra y el aumento de la frontera agrícola son las mayores causas de este fenómeno en nuestro país. Eso sí, sin dejar de lado el rentable negocio de la madera ilegal, que tiende aumentar en el mercado debido a la reforma tributaria del gobierno que busca incrementar el IVA del 5 % al 19% para las industrias que distribuyen madera legal.
En el año 2017, Colombia perdió 219.973 hectáreas de bosque natural. En el año 2018, el Parque Nacional Natural Tinigua, en la jurisdicción del municipio de La Macarena, departamento del Meta, en tan solo 3 meses registró una deforestación de 5000 hectáreas. Acá cabe tener en cuenta que en este departamento 15.360 hectáreas son deforestadas al año, lo que ubica al Meta en el tercer puesto a nivel nacional en deforestación, lo cual es preocupante, más sabiendo que el 80% del territorio del departamento es para conservar, debido a que 5 parques naturales están ubicados en el territorio llanero.
¿Quién podrá ayudarnos? La región del Ariari es la más afectada, municipios como Vista Hermosa, Mesetas, Uribe, San Juan de Arama y la Macarena registran los mayores números de deforestación. Además, en esta región se encuentra cerca del 70 % de las reservas de agua dulce subterráneas en la Orinoquia y desde esta zona se surte a diario la central de abastos de Bogotá con una gran cantidad de yuca, plátano, maíz, arroz, papaya y muchos otros productos de la canasta familiar
Más allá de quién puede ayudarnos, lo importante es caber cuáles acciones lo hacen. Sembrar 20.000 árboles de diferentes especies al año en el departamento del Meta es la tarea titánica de Blumer García, un ambientalista y agricultor que desde hace 6 años dedica a su vida a crear conciencia ambiental en las nuevas generaciones, recuperando riberas de caños, mitigando el impacto ambiental y embelleciendo los municipios del Meta. Allí siembra yopos, guayacán, flor amarillo y flor rosado, gualanday, flor morado y chusquines de guadua.
Más allá de que Blumer Garcia nos ayude, es necesario tomar conciencia de que somos nosotros los que tenemos que darle un respiro a este mundo sumándonos a esta iniciativa, sembrando árboles que nos brindan el oxígeno que respiramos. Nuestro planeta tiene que ser más grande que nuestras ambiciones.
