La Tercera Medición de la Gran Encuesta Nacional sobre Jóvenes —del Rosario, El Tiempo y Cifras y Conceptos— arroja que un 76% de la juventud se siente representada en las organizaciones estudiantiles, un 63% en el Comité Nacional de Paro y un 9% en el gobierno nacional [1]. Una gran mayoría se siente representada por las organizaciones constituidas en el seno de la sociedad civil en contraposición al gobierno nacional, que desde sus primeros días de mandato se desconectó del país. La encuesta tuvo una muestra aleatoria de 2556 personas lo que permite extrapolar sus resultados a la población juvenil de las trece ciudades de donde se recolectó la muestra.
En toda organización social —incluyendo las de dos personas— existen diferencias. En efecto, es de esperar que en organizaciones de miles existan miles de discrepancias. A mí me representa todo intento por unificar voluntades disímiles, siempre que se compartan fines comunes claramente delimitados. Entre más grande la organización, mayor el esfuerzo por unificar voluntades y más valioso el intento por mantener viva dicha institución social. No comparto todas las decisiones del comité del paro (como, por ejemplo, no haber creado a tiempo una campaña agresiva para dar a conocer el "pliego de emergencia"), pero me siento representado porque estoy de acuerdo con la inmensa mayoría de ellas, incluyendo sus llamados a marchar pacíficamente, exigir matrícula cero y la renta básica del "pliego de emergencia" [2]. El comité y las organizaciones estudiantiles me representan, pero no por perfectas, sino precisamente porque no lo son, porque pese a lo anterior aun así hay personas que trasnochan para que sean lo mejor posible.
Está en vigor la campaña de hostigar con la expresión "no me representa" para invalidar otras formas de organización y expresión. Se parte de una gran verdad para decir una gran mentira: como se tienen diferencias, es imposible la representatividad. La unidad es imposible con el máximo de las expectativas personales. Esta campaña agenciada desde sectores gobiernistas y algunos del movimiento social ha tenido como epicentro las redes sociales. Según un estudio de la empresa Pew: "Los extremistas constituyen casi la mitad de los tuiteros políticos prolíficos en EE. UU. Aunque la gente que tiene puntos de vista extremos constituya un 6% de la población" [3]. Es decir, son pocos, pero hacen mucho ruido, favorecidos por los algoritmos de multinacionales como Facebook que se enriquecen a niveles exorbitantes induciendo a la juventud a cazar peleas con ella misma en sus plataformas.
Moisés Wasserman trinó: "Quienes creen que derribando la confianza en todo van a quedar excluidos pueden llevarse una sorpresa. De pronto dejan de confiar también en ellos". En efecto, muchas organizaciones estudiantiles en un intervalo de menos de cinco años han implosionado arrastradas por discursos de odio e incapaces de reconocer las diferencias y las curvas de aprendizaje naturales de todo conglomerado social. Hecho grave para una juventud que necesita con urgencia organizarse, unificarse y tener vocerías claras para una eventual negociación con el gobierno nacional. No puede hacer carrera la práctica de "curar al paciente, matándolo".
Un pensador colombiano dijo: "unidos somos muchos, organizados somos fuertes y luchando seremos grandes". Soy parte de esa gran mayoría de jóvenes a quienes representa el comité de paro y las organizaciones estudiantiles. Invito a quienes no se sientan representados a crear sus propias organizaciones, a darles coherencia interna y a vincularlas al comité de paro.
Coletilla. Mi total respaldo a la lideresa joven Jennifer Pedraza. Que cesen las campañas por destruir su liderazgo que, de seguir escalando, van a terminar destruyendo hasta su integridad personal.
[1] Tercera Medición de la Gran Encuesta Nacional sobre Jóvenes. Universidad del Rosario, El Tiempo y Cifras y Conceptos. PDF. 2021. [2] Pliego de Emergencia del Comité Nacional de Paro [3] “Nos gusta la idea de que los algoritmos o la desinformación polarizan porque es fácil de afrontar”* Politólogo y candidato a magíster en Ciencias Económicas de la Universidad Nacional.