En otros tiempos ostentaba como jefe paramilitar de las Autodefensas Unidas de Colombia, grupo que ejecutaba una serie de actos delictivos en todo el territorio colombiano, pero antes de haber ingresado a las AUC, era un próspero hacendado del departamento de Córdoba, que un día cambió su vida para realizar la dura actividad ilegítima, con la vista gorda de las autoridades colombiana del momento.
Hagamos pues reminiscencia, el señor Salvador Mancuso y un gran número de jefes paramilitares se desmovilizaron de su vida armada, bajo el primer mandato del expresidente Uribe Vélez, pero como algo contradictorio, él mismo rompió el pacto de paz que habían suscrito con ellos, en la cual el gobierno se comprometía con los miembros de las Autodefensas Unidas de Colombia a no extraditarlos a los Estados Unidos por asuntos de narcotráfico, con el compromiso que cumplieran la máxima pena de 8 años en los establecimientos de reclusión colombiana.
Lo que sucedió en ese momento histórico, fue que el mandatario no mantuvo su palabra, violentando lo previamente acordado con los ‘paras’.
En el país se forman escándalos sin fundamentos, y que generalmente lo gestan los medios de comunicaciones amarillistas y sensacionalistas que tergiversan la información para fomentar el caos y anarquía institucional.
Todo esto es producto de la “mermelada” publicitaria e interés político. Por eso de algo que diga el presidente Petro o miembros de su gabinete de gobierno se desarrolla una amplia noticia, pero en este momento del auge del internet y de las redes sociales, las noticias falsas se reconocen rápidamente y se echa por tierra.
La estrategia de paz que ha impulsado Gustavo Petro detalla la reincorporación a la vida legal ciudadana de los grupos armados, esto ha ocasionado que la oposición política, incluyendo la procuradora de la nación Margarita Cabello y el fiscal general Francisco Barbosa se radicalicen contra esta ley, lo cual no es su deber funcional, ya que, en este país, la máxima autoridad de control constitucionalidad es la Honorable Corte Constitucional.
¿Por qué algunos sectores del país tratan de impedir que el exjefe de las Autodefensas Unidas de Colombia Salvador Mancuso Gómez, declare ante los magistrados de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP)?, Esto no tiene una explicación lógica, pero a mi juicio podría ser que vaya a delatar políticos, empresarios, miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, funcionarios del poder judicial entre otros, por tal sentido el pavor cunde para que no salga a luz pública, los vínculos con el paramilitarismo y el narcotráfico colombiano.
Lo verídico es que, dentro del marco de la ley 975 de 2005 se ejecutó bajo la presidencia de Álvaro Uribe Vélez, la desmovilización de las organizaciones paramilitares.
Ahora con la política de paz del gobierno de Gustavo Petro se pretende que los jefes paras expresen todo lo que no han podido decir, para así cerrar el capítulo de estos grupos armados, y por lo tanto pueda cumplir frente a la sociedad con la Verdad, Justicia, Reparación y no Repetición de los hechos ilegales.
Es obvio que el origen de la creación y el desarrollo de los grupos paramilitares en territorio colombiano se debe al abandono del Estado, la elevada corrupción, el fenómeno del narcotráfico y la justicia enclenque, lo que provocó una atroz violencia, que fue avivada por amplios sectores de la sociedad colombiana, que ahora le tienen temor al retorno y declaración del ex jefe de la AUC Salvador Mancuso Gómez.
