Recientemente realicé una denuncia ante la Oficina de Derechos Humanos y Civiles del departamento de Homeland Security, que en español sería el departamento de seguridad fronteriza de los Estados Unidos, poniendo en evidencia la triste realidad de los viajeros colombianos al llegar a los EE. UU. y más exactamente a ciertos puertos de entrada como el Aeropuerto Internacional de Miami.
Desde hace años he observado con detenimiento cómo los vuelos que llegan desde Colombia son perseguidos y hasta estigmatizados por los agentes de Customs and Border Patrol (Patrulla de Aduanas y Frontera) desde antes de que los pasajeros se bajen del avión, especialmente en el Aeropuerto de Miami y otros puertos de embarque en EE. UU. A lo que me refiero puntualmente es cómo en la mayoría de los casos en los vuelos que llegan desde Colombia estos funcionarios y agentes están parados a la salida de la puerta de embarque o a lo que se le llama un gate en los aeropuertos, fuertemente armados, esperando que los pasajeros de Colombia se bajen del avión para intimidarlos con preguntas que en muchos casos son absurdas. Todo esto bajo el pretexto de que ellos solo hacen su trabajo.
¿Acaso hacer su trabajo es perseguir a una comunidad por el simple hecho de su origen? Es claro que este tipo de operativos no se hacen con vuelos que provienen de México o el Medio Oriente porque hasta la fecha no he visto que estos agentes estén esperando a las afueras de un avión que proviene de Arabia Saudita para preguntarles a estos pasajeros si llevan una bomba en su maletín, si son terroristas o cuánto dinero llevan en su bolsillo. Yo mismo las he tenido que soportar y eso que soy ciudadano. Sin embargo, a estos agentes ni siquiera les importa eso, solo les importa el hecho de que vengo en un avión de Colombia y seguro soy mafioso o por ser trigueño seguro soy un colombiano que viene a delinquir a los Estados Unidos
Muchos radicales sin fundamento saldrán a decir que esto sucede porque Donald Trump es presidente y seguro este será su primer pensamiento. No obstante, lo que no saben es que esto ha venido sucediendo desde hace años, desde la época del presidente Ronald Reagan, sin que nadie alce su voz para denunciar esta persecución de la cual los colombianos en el exterior son víctimas, especialmente en Miami. O sea que esto no es culpa de Trump, es culpa de las series televisivas que han glorificado a los narcos colombianos acabando por estigmatizar a los colombianos y de los líderes locales y colombianos que nunca, a pesar que esto ha sucedido repetidamente, han hecho nada para denunciar este tipo de abusos y buscar soluciones. La realidad es que no hay razón alguna para realizar este tipo de operativos a la salida de un avión. Para eso existen los puestos de control en los aeropuertos: para poder establecer si alguien es un delincuente o si trae algo ilegal en su maleta. Pero eso de perseguir a los colombianos porque se presume que todos somos narcos es equivocado y atenta contra la cuarta enmienda de la constitución de los EE. UU.
Entonces la denuncia y carta que envié la hice con el fin de sentar un precedente y que este tipo de cosas no sigan sucediendo, ya que resulta irónico que aunque los colombianos hemos puesto los muertos, hemos visto la destrucción de nuestra juventud y hemos sufrido las consecuencias nefastas de la influencia del narcotráfico en Colombia, también tenemos que ser víctimas de la persecución en los aeropuertos del mundo siendo discriminados sin derecho a que se nos dé un trato igualitario. Es claro que una minoría de colombianos en el exterior dejan mal parados a los colombianos que hacemos patria y eso lo entiendo, pero lo lamento más ya que por esa minoría este tipo de abusos en los aeropuertos siguen sucediendo sin que nadie haga nada al respecto. Ojalá antes de buscar un puerto de pre-clearance en Bogotá de CBP Customs and Border Patrol (Patrulla de Aduanas y Frontera) se busque también poner fin a este tipo de persecuciones y discriminaciones contra una comunidad como la colombiana que le aporta tanto a sus comunidades en el exterior y que sobre todo le aporta tanto a Colombia.