Los niños de hoy temen al lobo feroz de Caperucita tanto como le estamos creyendo a las últimas encuestas, que se han convertido en estratagema de campañas como a la Alcaldía de Bogotá, porque es fácil manipular a la opinión a favor de un candidato con encuestas que lo den como ganador. A la gente le gusta ganar y al mejor estilo de Pambelé, sienten que es mejor ganar que perder, aunque hay ciudades donde ocurre lo contrario.
En Cartagena, el desprestigiado “Partido del Concejo” o unión de la mayoría de los concejales, era la fórmula para imponer alcalde, que afortunadamente está a punto de fracasar. El candidato conservador lanzado y acrecentado inicialmente por esa facción local, está generando tal repudio entre la ciudadanía, que entre más engañosas encuestas publiquen, más son los abstencionistas que quieren votar en contra del señor Quinto Guerra, porque ya los identifican como la trinca de siempre que quiere evitar que Manolo Duque participe en la elección, porque saben que gana.
El sábado asistí al cierre de campaña del concejal de Cambio Radical y si bien era todo entusiasmo, cuando llegó Manolo Duque, fue increíble el fervor de las más de cinco mil personas concentradas adentro y afuera del recinto, y cuando este se paró a hablar y dijo “Manolo”, todos gritaron al unísono; ¡Va! Con una fuerza que jamás antes vi en campaña alguna en Cartagena, ni presidencial, todo porque la gente ha entendido que son los corruptos y cobardes de la ciudad quienes pretenden sacar a Manolo del debate.
A la salida se escuchaban comentarios de espectadores ajenos que decían: “Ese man va a ganá de lejos, la verdá es que yo no iba a votá pero ahora voy a votá por él y en contra de los corruptos”.
Continúan muy orondos publicando encuestas que en el mejor de los casos son mitad telefónicas y mitad presenciales, cuando se sabe que la muestra tiene que ser proporcional a la población, lo contrario es engañoso, pensemos en ¿cuantos hogares de estratos 1 y 2 tienen teléfono fijo? o, ¿cómo estratificar a través de celulares?
Para que una encuesta sea creíble, tiene que aplicarse 100% presencial y la muestra, además de ser suficientemente grande, debe ser proporcional a la estratificación de la ciudad. ¿Se están haciendo así las que se publican a diario?
En Bogotá es lo contrario, los medios parecieran haberse puesto de acuerdo en dos cosas, la primera es desprestigiar a Petro, y la segunda, asociar al alcalde progresista con la candidata del Polo, Clara López Obregón; pero ni progresistas es el Polo, ni Clara es Petro, así tengan algunos puntos de coincidencia.
Mientras el alcalde es un ideólogo, Clara es una ejecutiva, ingente trabajadora, y con fortalezas académicas, es graduada en la prestigiosa Universidad de Harvard; esto la respalda como izquierdista del Siglo XXI porque defiende a ultranza las causas sociales pero cree sólidamente que la riqueza la generan conjuntamente, el trabajo y la iniciativa privada. Para quienes la tenemos clara, esto traduce, que Clara, ni es coco para nadie, y es una gran ejecutiva.
¿Será que en Bogotá, más del millón de votantes que ha salido de la pobreza durante los tres gobiernos de la izquierda, se van a dejar quitar lo que han ganado?
O que en Cartagena, ¿los estratos 1 y 2 van a permitir que los despojen del sueño y las esperanzas que tienen puestas en Manolo?
Creo que tanto en Cartagena como en Bogotá va a haber grandes sorpresas este 25 de octubre. Que Papá Dios me escuche.
