Salim Ismail es un observador, un cronista de estos tiempos modernos, al leer su obra, podemos llegar a pensar que se trata de una novela de ciencia ficción, pero no, es un diario de lo que está ocurriendo en estos tiempos en los que vivimos de crecimiento exponencial. Es así como en 2014 escribe Organizaciones Exponenciales y empieza su relato con una pregunta: ¿qué hace que algunas compañías sean diez veces más rentables que la tuya? La respuesta a esta pregunta no es una única palabra, es una mezcla de factores y tendencias que llevan a que las organizaciones abandonen sus comportamientos lineales, pesados y tradicionales, con el ánimo de sobrevivir a las nuevas reglas del mundo.
En el pasado la invención de la imprenta catapultó al mundo a velocidades de producción que desconocía, la información podía llegar a mas personas y esto gestaría una revolución industrial. Pues bien, si la imprenta impulsó una revolución industrial, los humanos de este tiempo estamos ante la cuarta revolución industrial, la revolución digital, internet como plataforma de comunicación destruyo barreras, no solo geográficas, sino cognitivas y de relacionamiento; los humanos de hace unas décadas estaban acostumbrados a un sistema de aldeas donde la competencia se limitaba a un mercado local, y la información de "afuera" llegaba como novedad por inquietos exploradores que se atrevían a cruzar las fronteras.
En este nuevo orden mundial, de vida, entran al juego dos competidores inexistentes o marginales años atrás, la tecnología y la competencia global, Reíd Hoffman en Startup of you, en 2012 planteaba que "en los últimos 50 años, 30 oficios han desaparecido, o reemplazados por una funcionalidad tecnológica", 5 años después las cifras de Hoffman, pueden haber sido duplicadas; así mismo miles de personas en otras latitudes tienen las mismas o mejores habilidades para realizar tu trabajo.
Y estas nuevas reglas impactan de igual forma a personas, empresas pequeñas y gigantes industriales, uno de los casos más reveladores es el que sucede hoy en la industria farmacéutica, rentable, robusta, de barreras de entrada enormes. Bueno, eso hasta hace poco, en 2014 un joven prodigio de 16 años, presentó al mundo lo que sería un test más efectivo y económico que permite detectar el cáncer de colon, su nombre Jack Andraka, su solución es 26000 veces más económica que la que hoy comercializan las grandes farmacéuticas, ante esto, que pueden hacer hoy las farmacéuticas, ¿resistir el cambio?, ¿boicotear a Andraka y todo lo que se parezca?
Si realmente quieren sobrevivir, ninguna de las anteriores es la opción, pues hoy pueden bloquear a Jack y su invención, pero cuantos Jacks Andraka más pueden existir. Salim Ismail plantea un camino y es hallar, construir, respirar y contagiar el propósito de transformación masiva MTP, por sus siglas en inglés, que consiste en encontrar la razón de ser, contar de manera contagiosa y apasionada las necesidades que queremos satisfacer, en aras de un mundo mejor.
Al decir "contagio" nos referimos a que nuestro propósito sea tan llamativo que esos nuevos talentos quieran apostarle a su desarrollo y tomarlo como propio, para eso la innovación, el margen de prueba deben estar permitidos, ¿qué hace que hayan filas en la puerta de Apple, cada vez que hagan un lanzamiento? La inspiración interna y la comunidad, el creer ese MTP.
El MTP no es nuevo, ni es de empresas, cada persona debe tener su propio propósito de transformación masiva, así como Luther King tenía "I Have a Dream" y congregó miles de personas en Washington sin crear un evento en Facebook o mandar Save the date a mails de nadie, así como Lennon lo tenía "War is over, If You Want it"
Puestos en este panorama global, conectado, sin barreras, cual es el camino, como lo sintetiza Dave Rose: “Cualquier compañía diseñada para triunfar en el siglo XX, está condenada al fracaso en el siglo XXI“. Bienvenidos a pensar diferente, a aceptar y disfrutar el fracaso como maestro de aprendizaje y motor de nuevas alternativas, a entender que mi competencia no son solo las grandes corporaciones sino cientos de jóvenes en el garaje de su casa en Sillicon Valley o Yakarta. Los haces tu competencia o creas un MTP tan contagioso que quiera ser de tu equipo.
¿Quién es?, ¿dónde está tu Jack Andraka?