"Los bancos son sus iglesias, los banqueros son sus sacerdotes, la riqueza es su cielo, la pobreza es su infierno, los ricos son sus santos, los pobres son sus pecadores, los productos de consumo son su bienestar, el dinero es su Dios".
En un país tropical llamado Colombia, gobernado por cerdocratas y sociopatas, peónes de un capitalismo salvaje; en plena cuarentena de calamidad pública Mundial, decretada por la Organización Mundial de la Salud: Iván Duque , arrojó a las masas, engañadas, alienadas, a salir masivamente el día viernes 19 de junio, 2020, a consumir los juguetes entretenedores del sistema capitalista.
Sí, los mismos que hasta hace tres meses corrían en masa para abastecerse de alimentos; ahora salieron enardecidos a gastarse lo que el mismo gobierno les había dado, en el amparo de subsidios bancarizados (Familias en acción, Jóvenes en Acción, Población de tercera, Ingreso Solidario y descuento del IVA). Es una forma de reinvertarse el capitalismo en épocas de crisis, a propósito de la palabra de moda en esta Pandemia.
La crisis generada por el Covid 19 es el resultado de una ausencia de política pública orientada a la plantificación socialmente responsable y a la administración de riesgos claramente previsibles.
La crisis evidenció el abandono al que estaba sometido el sector salud y la red hospitalaria nacional que, bajo el modelo de privatización de la salud y la seguridad social, se ha convertido en el botín para el enriquecimiento del sector financiero.
"La adoración del becerro de oro ha hallado una nueva e insensible imagen en el culto del dinero y la dictadura de una económia que no tiene rostro y carece de todo objetivo humano" ( Papa Francisco). frase que ilustra la avaricia del sector financiero por la acumulación de su riqueza, a costa de un pueblo ignorante de su propia desgracia.
El confinamiento mundial era una gran oportunidad para repensar el modelo de vida, producción, consumo e intercambio que había regido las relaciones sociales y que ha dejado como balance una profunda desigualdad social, una amplia brecha económica, un agotamiento de los recursos naturales y una degradación de los ecosistemas estratégicos para la conservación de la vida en condiciones de dignidad.
La pandemia mundial nos enseño que la vida es más importante que la acumulación de riqueza, que la economía debe estar al servicio de los hombres, que la naturaleza no puede ponerse en riesgo por dinámicas empresariales que bajo el sofisma de la generación de empleo degradan y afectan la disponibilidad del agua, contaminan el aire, deterioran los suelos, afectan la biodiversidad y los patrimonios sociales.
La crisis mundial fue una gran oportunidad para pensar qué modelo de vida necesitan nuestros pueblos y cambiar el rumbo de la sociedad de consumo, del derroche, del despilfarro, la marginalidad y la exclusión.
Todo parece que la reclusión poco o nada nos enseñó, antes que pensar en un nuevo modelo de vida más digno decidimos profundizar en el consumismo, la vanidad, la apariencia y el derroche, instrumentos que han perfeccionados los dueños del poder para facilitar el dominio, el sometimiento y la capitulación de los pueblos, que resignados ven transcurrir la desesperanza propia y la de su descendencia.
Nuestros gobiernos son la expresión autentica de voceros al servicio de los intereses del dueño del capital. Nuestros gobernantes fungen como autoridades cuando en realidad no son más que marionetas al servicio de los grupos económicos poderosos y del capital nacional e internacional.
El día 19 de junio de 2020 quedará en la memoria de los colombianos, el día que por decreto nacional se estableció que la economía importa más que la vida. Más de cien días de encierro, de quiebra de pequeños negocios, de pérdida de empleos, de hambre de familias que obtienen su sustento diario de actividades informales, fueron en vano, el Gobierno Nacional demostró que administra para las grandes empresas y para la defensa de sus intereses a cualquier costo, incluso poniendo en riesgo real la vida de miles de colombianos.
¡Quién ganó el día Sin IVA? Ganaron las grandes empresas que vieron agotar sus inventarios, que incrementaron el valor de sus productos ante el crecimiento decretado de su mercado natural, ganaron las empresas multinacionales que fabrican televisores, celulares, computadores, video-juegos; ganaron inmensamente los bancos que porque en el modelo de bancarización todas las transacciones son mediadas por el sector financiero.
Perdieron los colombianos que en su gran mayoría utilizaron sus tarjetas de crédito engañados por un falso descuento, se endeudaron a varios años para adquirir bienes que no necesitaban pero que la sociedad de consumo los invita a adquirir y la propaganda gubernamental los incita a comprar.
Nuestro pueblo no pensó en el momento de la compra, que los intereses bancarios que pagarán por sus créditos serán infinitamente superiores al supuesto descuento obtenido. Una vez más, los ricos más ricos, y los pobres más pobres y endeudados.
Solo a un gobierno títere e incompetente se le ocurre que lo que necesitan los colombianos para superar la crisis es salir de forma desmedida a comprar irracionalmente. Sólo un mal gobernante lanza su pueblo a endeudarse con el sector financiero en una época de incertidumbre y desolación.
Sólo un gobierno déspota e inhumano convoca a sus gobernados para el contagio masivo en pleno proceso de crecimiento de la curva de muertes y contagiados.
Alguien dirá que los colombianos tienen la responsabilidad de proteger su salud y su vida, a ellos también se les debe responder, diciendo que El Gobierno tiene la obligación de protegernos, incluso de nosotros mismos y de nuestras imprudencias. Pero si el presidente no es capaz de cumplir con su responsabilidad, el único camino posible es declinar.
IVA 19% y Covid 19 y el día 19 de junio .. La nueva marca de la bestia ... Capitalismo Salvaje.