Por estos días, la U. Nacional vive uno de sus momentos más tensos de los últimos años. Con la elección de Ismael Peña como nuevo rector, representantes estudiantiles y otros reconocidos personajes de la institución entraron a manifestarse y frenaron las actividades universitarias. Esto ha generado todo tipo de discusiones y hasta el Gobierno ha querido meter mano. Aun así, y aunque lo coyuntural es lo que más importancia puede generar, lo cierto es que esta situación sirve para contar más historias, como por ejemplo la de Manuel Ancízar, el hombre que tuvo el desafío de ser el primer rector de la Universidad Nacional.
#Atención | El rector de la Universidad Nacional, José Ismael Peña, hizo un llamado a la comunidad académica a “mantener la defensa” del plantel, según la Constitución. También recordó que asumió funciones desde el 2 de mayo. pic.twitter.com/9zplTYQjb6
— RCN Radio (@rcnradio) May 16, 2024
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La vida de Manuel Ancízar en el Nuevo Reino de Granada
Cuando se habla de personajes como Manuel Ancízar, es cuando se sabe que Colombia es una república bastante joven. Este hombre, que sería recordado como un gran erudito después de su muerte, nació cuando estas tierras aún pertenecían al Imperio español, en 1812, específicamente el 25 de diciembre. El pequeño Manuel vio la vida en la Hacienda “El Tintal", que quedaba en el que era, por ese entonces, el municipio de Fontibón, muy cercano a la capital del Nuevo Reino de Granada; y tuvo la suerte, o no, de nacer en una familia de origen español, que tenía ciertos privilegios que los criollos no.
Sin embargo, el nacimiento de Manuel Ancízar se dio en un momento donde los ánimos estaban caldeados en la Nueva Granada. En 1810 se había hecho el grito de independencia y, con la brutal reconquista de Pablo Morillo y la posterior campaña de Simón Bolívar, para cuando estaba próximo a cumplir 7 años no era de gran ayuda ser hijo de españoles. Así fue como tuvo que vivir una travesía para llegar hasta Cartagena, en la que, por cierto, perdió a varios de sus familiares, para exiliarse en la única colonia española del caribe: Cuba, una decisión que marcaría su futuro.
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El exilio y su descubrimiento intelectual
Para Manuel Ancízar llegar a Cuba fue abrir su vida al mundo intelectual, aunque no la tuvo fácil. Allí, desde pequeño, se dedicó a estudiar con mucho esfuerzo, pues su familia llegó a la isla, literalmente, sin nada, y tuvo que vivir la pérdida de su mamá cuando tenía 12 años y de su papá cuando tenía 20. Pero, haciéndole frente a las dificultades, logró obtener el título de Derecho Canónico en 1834, a sus 22 años, tal vez motivado por las palabras que su padre le dijo en su lecho de muerte: “Nada tienes en tu patria, ni parientes ni amigos; pero así que concluyas los estudios vete a ella: si de algo sirvieres, sírvela.”
Tras graduarse, Ancízar fue nombrado profesor en la Real Universidad de San Gerónimo en la cátedra de derecho romano-hispánico y, tras varios años en ese cargo, curiosamente participó en las primeras conspiraciones para que Cuba se convirtiera en un país independiente, la misma situación que lo llevó a huir de Colombia. Es más, en 1839 tuvo que viajar a Estados Unidos, exiliado del país al que había llegado exiliado, por desacuerdos con la autoridad española, uniéndose a la Orden Masónica y ampliando sus conocimientos, no solo de Derecho, sino de múltiples oficios.
Pero Manuel Ancízar tenía claro su objetivo de regresar a Colombia y, a mediados de 1840, vio en Venezuela un puente. En el hermano país se radicó en Caracas y sirvió como uno de los creadores del Liceo Venezolano, siguió ejerciendo su profesión como maestro y tuvo a cargo la cátedra de filosofía en el Colegio de la Independencia, y luego fue nombrado rector del Colegio Nacional de Carabobo. Fue tal su importancia en el vecino país, que fundó el periódico El Siglo y además impulsó la creación de la Biblioteca Nacional de Venezuela.
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El regreso a Colombia y su cargo como el primer rector de la Universidad Nacional
La oportunidad de Manuel Ancízar de regresar a su patria se dio en 1847, cuando el presidente Tomás Cipriano de Mosquera lo nombró secretario de Relaciones Exteriores de la Nueva Granada. Después de estar más de 20 años fuera del país, llegó a él a hacer lo mismo que había hecho en Venezuela y ayudó al desarrollo intelectual de los ciudadanos con la fundación del periódico El Neo-Granadino, la creación del Instituto Caldas y con su participación en la Comisión Corográfica liderada por Agustín Codazzi. Además, también fue profesor de la U. del Rosario, Director de Crédito Nacional y subsecretario de Hacienda.
Aun así, uno de sus grandes aportes a Colombia fue haber sido uno de los pioneros de la educación superior, al ser el primer rector de la Universidad Nacional. Y es que, estando en el país y apoyando a su cuñado José María Samper en la idea de fundar una institución universitaria, en 1868, después de que se expidiera el decreto para la composición y el funcionamiento del claustro, fue elegido para el cargo después de que Ezequiel Rojas, quien fue el primer candidato, no aceptara por motivos de salud.
De la mano de Manuel Ancízar, la institución publicó los Anales de la Universidad Nacional de los Estados Unidos de Colombia e implementó una educación liberal que era nueva para la época. Sin embargo, el 28 de julio de 1870 decidió renunciar al cargo, curiosamente, por algo muy parecido a lo que está ocurriendo en este momento. Santos Acosta, presidente de la república, le impuso textos académicos al rector, lo que fue visto como un detrimento a la autonomía universitaria. Ancízar dijo adiós y falleció 12 años después, no sin ser reconocido como uno de los más importantes personajes en la historia del claustro.
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