Según informes de prensa, una dura advertencia le hizo la semana pasada el presidente Iván Duque al ELN, al cual le dijo que bajo ninguna circunstancia se le permitiría que el secuestro se vuelva un arma para intimidar al Estado. “Si el ELN tiene verdadera voluntad de desmovilización, desarme y reinserción, debe liberar a los secuestrados de manera rápida y sin condiciones, porque no voy a aceptar, como presidente, que se intimide con el secuestro o que se convierta en una herramienta para chantajear al Estado”, afirmó Duque. “Aquí, si hay voluntad, la voluntad tiene que llevarnos a que esa organización suspenda todas sus acciones criminales, pongamos un tiempo perentorio y, adicionalmente, que tengamos una rigurosa y detallada supervisión internacional”, dijo. Simultáneamente el Centro Democrático presentará un proyecto de ley para agravar las penas y “eliminar beneficios para quienes asesinen, secuestren o lesionen a integrantes de las Fuerzas Armadas”.
Pero es importante señalarle al presidente Duque y a su equipo que el terrorismo, al igual que las agresiones a los integrantes de las Fuerzas Armadas, no se limitan al grupo narcoterrorista ELN. Algunos indígenas, muy concretamente uno de los grupos asentados en el norte del Departamento del Cauca, creen que su condición de indígenas les permite adelantar, con total impunidad, acciones terroristas. Es más, según informes publicados por Las2Orillas, en Caldono Cauca, “los indígenas nasa están atacando a los pacíficos misak para quitarles la tierra que tienen desde 2001. Impulsados por el gobernador Nibaldo Panche y armados con machetes, palos y papas bomba fueron invadiendo cinco fincas asegurando que esa tierra era de ellos. Sin embargo, desde 2001 la Agencia Nacional de Tierras acordó con los misak comprar esos predios para entregárselos y reconocerlos como un nuevo resguardo indígena.”
Por otro lado, a un grupo de indígenas le ha dado por quemar cultivos permanentes en lo que ellos denominan la ‘madre tierra’. Estas quemas no
programadas generan impactos severos al medio ambiente y demuestran doble discurso por parte de estos terroristas quienes por un lado dicen defender la ‘madre tierra’, pero con estas acciones generan daños permanentes a la naturaleza y a las comunidades del sector.
Una democracia fuerte debe partir de la vigencia plena de los derechos para todos. Como bien lo señalaba en su discurso de posesión el nuevo Ministro de Defensa, Guillermo Botero: “Vamos a recuperar el ímpetu, la voluntad de lucha, la firmeza y la decisión a la hora de enfrentar a quienes amenazan nuestra sociedad. Este no será un gobierno de ambigüedades, tampoco donde exista espacio para justificar o validar el terrorismo o el crimen como medio de acción política en la democracia.” Ojalá estas palabras no sean un canto a la bandera.
Buena parte de las mal llamadas disidencias de las Farc
operan con total impunidad
en resguardos indígenas
¿Quién está financiando el terrorismo? Digámonos la verdad: un porcentaje importante de los indígenas que hoy cometen actos terroristas conviven directa o indirectamente con el narcotráfico. Cultivar, procesar, traficar coca es un delito que destruye a la juventud y a la sociedad. Este gobierno, como lo señala el ministro de Defensa, no puede bajar la guardia en cuanto lucha contra los cultivos ilícitos, con la misma intensidad que desmantelen los laboratorios, y perseguir a quienes promueven el cultivo y comprar la pasta de coca y el clorhidrato de cocaína. Buena parte de las mal llamadas disidencias de las Farc operan con total impunidad en resguardos indígenas. El que esas actividades se adelanten en tierras de los indígenas y tengan la protección de algunos de ellos no es, ní puede ser óbice para actuar con todo el peso de la ley. Para evitar que haya acciones, la izquierda radical busca confrontación y anarquía en la región del Norte del Cauca. La pregunta de fondo es si los recursos para adelantar estas confrontaciones viene exclusivamente del ELN, de los carteles mexicanos y de las disidencias, ¿o si hay recursos, hombres e inteligencia aportados por los regimenes criminales de Venezuela y Nicaragua?