Los Pandora Papers nos alertan sobre una élite intocable, evasores de impuestos, contrabandistas y lavadores de dinero; delincuentes de cuello blanco que se mueven desde sus paraísos fiscales protagonizando una especie de “juego del calamar”, la exitosa serie de Netflix que está rompiendo todos los récords, donde los ricos se divierten mientras los pobres se exterminan entre ellos para conseguir dinero y sobrevivir.
¿Quién es quién en “el juego del calamar”?, ¿en los Pandora Papers?, ¿cuáles son los poderosos y criminales que viven con apariencia legal en la ilegalidad?, ¿por qué más de 28 millones de colombianos, según el Dane siguen en la pobreza?, en la ruleta del pierde-pierde, en el paraíso de la desesperanza, observando con impotencia escándalo, tras escándalo, como los Pandora Papers, 12 millones de documentos que involucran a 588 colombianos, algunos muy connotados por cierto, que deberán explicar a las autoridades el origen de sus dineros y las razones por las cuáles no fueron declarados ante la Dan, ¿por qué escondidos?
La evasión fiscal alcanza 4,6 billones anuales solo por contrabando, y 1,7 billones por evasión de impuestos en los últimos 15 años Un desfalco al Estado equiparable a 3 reformas tributarias. Y a esto se suman los cincuenta billones de pesos que de acuerdo con la Contraloría le roban los corruptos al país, los mismos que aplauden desde las tribunas el sufrimiento de los desesperados en “el juego del calamar”.
La Dian en las últimas administraciones ha sido conducida por extraordinarios profesionales, con experiencia y formación técnica, visión estratégica, y comprobada honestidad y voluntad de lucha contra la corrupción, se han comprometido en acabar con los enjambres fiscales, el contrabando y la corrupción, acarreándoles serios costos, resultado de las presiones, amenazas y campañas de desprestigio. Pero no ha sido suficiente.
En su última reestructuración la Dian creó la Subdirección de Apoyo en la lucha contra el delito Fiscal y Aduanero, que avanza en su implementación, pero necesita músculo para operar con funciones de Inteligencia y Policía Judicial. En el mismo sentido evoluciona la Fiscalía General de la Nación, con la organización en diciembre de 2020 de la novedosa Dirección Especializada de Delitos Fiscales, adscrita a la Delegada de Finanzas Criminales y liderada por Fiscales reconocidos por su trayectoria, idoneidad, resultados y transparencia.
La Ley Anticontrabando de 2015, creó la Comisión Intersectorial de lucha contra los delitos fiscales, aduaneros y cambiarios. De allí surgieron 11 iniciativas estratégicas para combatir estos fenómenos y se asignaron roles y responsablidades específicas a cada organismo. Esta coordinación funciona con altibajos, es burocrática y lenta, falta más compromiso de las cabezas que la conforman, los Pandora Papers son hecho demostrativo de su falencia, requiere con urgencia transitar a la integración de esfuerzos, recursos y liderazgos, y dar el gran paso para intervenir los miles de enjambres fiscales ocultos aquí y en el exterior.
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La debilidad mayor está en la persecución de infractores a la legislación fiscal y aduanera: no existe una estructura fuerte en Investigación Criminal que actúe con dedicación exclusiva en estos delitos
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La debilidad mayor está en la persecución de infractores a la legislación fiscal y aduanera. No existe una estructura fuerte en materia de Investigación Criminal, que actúe con dedicación exclusiva en la investigación de estos delitos. Actualmente la Dian y la Fiscalía, se apoyan en la Unidad de Información y Análisis Financiera UIAF, en la Policía Fiscal y Aduanera Polfa, en la Dirección de Investigación Criminal e Interpol Dijín, y en el Cuerpo Técnico de Investigación CTI. Y tampoco es suficiente, aunado a que las prioridades, los recursos y el personal cambian al vaivén de los relevos en estas instituciones.
En otros países las Instituciones Fiscales y Aduaneras tienen a su cargo componentes fortalecidos de Inteligencia e Investigación Criminal, especializados exclusivamente para apoyar las diligencias administrativas y penales en aras de sancionar a los evasores fiscales y aduaneros. Colombia dispone de la Policía Judicial adscrita a la Policía Fiscal y Aduanera pero su capacidad es reducida. Y la Fiscalía General de la Nación no da abasto con las más de 27.000 investigaciones que actualmente adelanta por estas conductas.
La Policía Fiscal y Aduanera, en trabajo conjunto con la Dian, la UIAF y la Fiscalía, ha propinado golpes de alto impacto contra evasores fiscales. Operaciones como la desarticulación del Cartel del IVA en el año 2012 que condujeron a la captura de Blanca Jazmín Becerra quien defraudó al Estado con devoluciones ilegales de IVA durante 8 años por más de 3.4 billones de pesos; la captura del Zar de la Chatarra, James Arias en 2015 que regresó bienes al Estado por un valor de 390 mil millones de pesos, y la operación contra la denominada Patrona del mal que montó en el barrio Ricaurte de Bogotá, una fábrica de facturas ficticias y 15 empresas fachadas al servicio de más de 2.500 empresas en Colombia, con un desfalco al Estado de 2,3 billones de pesos; son resultados para destacar. Pero los poderosos siguen disfrutando su inventiva como en el “juego del calamar”, en un mundo de invisibles con la máscara de la legalidad, pero no infalibles. Así lo demostraron los Pandora Papers.
Para proteger la economía nacional, y contener a evasores de cuello blanco, lavadores de dinero, blanqueadores de capital, narcotraficantes y contrabandistas; feroces fenómenos combustible de la corrupción; es necesario crear cápsulas investigativas, blindadas 360 %, impolutas, sujetas a toda prueba de confianza y honestidad, con funciones extraordinarias de inteligencia e investigación criminal en asuntos fiscales y aduaneros, al servicio directo de la Dian y la Fiscalía General de la Nación, conformada por expertos civiles y policías, peritos en delitos financieros y crimen organizado y con las herramientas forenses y técnicas de punta para develar, rastrear y bloquear el camino ilegal de quienes siguen cínicamente activos en “el juego del calamar”, muchos de ellos visibilizados en los Pandora Papers colombianos. Nada hay oculto bajo el sol.
LPNSN: en los capítulos I y III del libro Los principios no se negocian, titulados: La apariencia legal de la ilegalidad, y El mundo de los invisibles; encontrarán actores y sucesos soprendentes, sumergidos en el “juego del calamar”.