Antes de que Luigi Echeverry, este gran consejero del presidente Duque se despachara públicamente contra todo lo humano y lo divino en una mala defensa del gobierno actual, muchos empezamos a asociar los problemas de imagen del actual gobierno con las características personales de algunos de sus asesores. Por ello, es pertinente plantear quién es Luigi Echeverry, jefe de campaña del Presidente Duque y su ex jefe en el BID, quien además no ocupa ningún cargo público, pero tiene la mayor influencia sobre el presidente por hablarle como ninguno al oído.
Para empezar, Luigi no es Fabio Echeverry, su padre de quien heredó el poder que hoy ostenta. Aun quienes no compartían su manera agresiva y su actitud beligerante, reconocen que Fabio Echeverry se ganó su posición en el país por sus ideas y la forma como defendía lo que pensaba. Una de sus frases se volvió famosa: “la economía va bien pero el país va mal”, frase que se cita con mucha frecuencia aun ahora, cuando han pasado muchos años desde que la pronunció cuando era presidente de la Andi. Ningún otro personaje que ha ocupado desde entonces la presidencia de este gremio ha logrado tener su visibilidad. Fabio Echeverry rechazó varios ministerios, entre ellos el de Hacienda, en distintos gobiernos.
Ese no es Luigi, quien tiene claramente la imagen del niño mimado a quien todo le ha sido dado sin mayor mérito, que insiste en verse como adolescente viejo con cola de caballo. Luigi carga con esas dudas que se asocian a algunas de las salidas presidenciales que le han dado, probablemente injustamente, esa imagen light que tanto daño le está haciendo actualmente a la Administración Duque. La especialidad de Luigi, que son los caballos, y su poco conocimiento del país, especialmente de esa mayoría que no se mueve en su reducido circulo de poder, no es una garantía para asesorar a la máxima autoridad política de este país, tan complejo y que tanto ha cambiado en las últimas décadas. Su lenguaje demuestra que precisamente la carencia de esas cualidades que debe tener un superasesor presidencial como es la prudencia, la mesura y el respeto por los demás, son prueba fehaciente de que no califica para la labor que tiene. Ese es Luigi Echeverry. Un asesor light e irresponsable que no debería tener esta inmensa influencia en este país.
Despacharse contra medio mundo para defender al presidente Duque
con tanta agresividad, con calificativos de grueso calibre
y acusaciones contra el gobierno Santos corroboran que es un asesor inadecuado
Su primera y reciente salida pública no solo confirma estas preocupaciones, sino que las agrava. Despacharse contra medio mundo para defender al Presidente Duque con tanta agresividad, con calificativos de grueso calibre y con graves acusaciones contra el gobierno Santos que fácilmente se le pueden devolver al presidente Duque, corroboran la idea de que es un asesor inadecuado para un gobierno que tiene serias dificultades de opinión pública. Atacar a Santos de gobierno gremial cuando el actual está lleno de ministros que vienen de gremios o de altas posiciones en el sector privado es un error que solo lo comete alguien que se cree sobrado y que no tiene el menor grado de precaución sobre el posible impacto de sus palabras. Claro, no tiene ningún costo político porque no tiene ningún cargo público, algo ya suficientemente grave.
En estos momentos, cuando el gobierno actual se enfrenta a una muy baja calificación y cuando el mismo presidente no parece consciente de la necesidad de cambiar su forma de manejar el país —como se evidencia en sus respuestas a las preguntas de Maria Isabel Rueda—, la orientación del gobierno no puede caer en manos de este personaje que tan flaco favor le hace al presidente.
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Luigi Echeverry se cree sobrado y no tiene el menor grado de precaución sobre el posible impacto de sus palabras. Foto: Leonel Cordero/Las2Orillas
