Laura Sarabia a las cuatro de la mañana se levanta. Es fanática del ejercicio. Si no lo hace a esa hora ya la agenda aprieta tanto que ahorca. Hace elíptica, trote y gimnasio si está en Bogotá. Si está en gira, fuera del país, sale a la calle a correr siete kilómetros. El primer ministro con el que habla es con el de Defensa, Iván Velásquez, a las cinco de la mañana. Es el más madrugador de todos. Con Pluma Blanca, el jefe máximo, el presidente, arranca conversaciones a las seis de la mañana. La disciplina es su secreto y también una memoria fotográfica. Además el aguante. Ser jefe de gabinete le requiere una paciencia absoluta. Este es uno de los cargos con más problemas.
Hay que manejar la agenda presidencial y ser el puente con los ministros. No hay día que no tenga algún inconveniente. Tiene 29 años y lo logra. Por eso es la sorpresa de este gobierno, por eso Petro la usa como si fuera un tótem.
La adrenalina forma parte de su día a día y le encanta votarla. Ha sido un enigma para los medios de comunicación por eso esta entrevista, del 2 de marzo, distendida, relajada para RTVC, es el mejor perfil que se puede encontrar de la mujer más poderosa del gobierno.