A María del Rosario Arrázola es fácil encontrarla en un restaurante vegetariano cerca a su lugar de trabajo, Caracol Televisión. Aunque más de una vez escribí contra su hermano, el pastor creador de la iglesia cristiana de Bogotá Rios Vivos, ubicada en Cartagena, nunca me dijo que era familiar, ni que era cristiana, ni que lo amaba y le debía su recuperación. Porque la Nena estuvo a punto de morir hace unos años y fue, según ella, la fe, la que la salvo. Jamás me hizo un reclamo, jamás me dijo una palabra. Ni siquiera sabe que yo sé, que es hermana del Pastor Arrázola.
La vida le cambió en el 2017, cuando, después de hacer un viaje en el Guaviare, llegó a su apartamento en Bogotá y se sentía tan débil que duró tres días acostada. Era como si el peso del mundo cayera sobre ella. Se hizo exámenes en la clínica Reina Sofía y el dictamen fue lapidario, tenía tres tumores del tamaño de una mandarina en su hígado. Tenía cáncer.
Ocho kilos bajó en una sola semana. Dejó Bogotá, dejó el programa Los Informantes por un tiempo, centrada en su recuperación en República Dominicana, al lado de un pastor muy amigo de su hermano, Marcos Barrientos. Fuera de la medicina tradicional la Nena encontró su salvación absoluta.
Ahora es la que alguna vez fue. La Nena, quien viajó en su momento a República Dominicana llevada en silla de ruedas, sostenida incluso por su cuñada ya que se le caía la cabeza para un lado, regresó al cabo de seis meses más fuerte que nunca. La clave fue una estricta dieta vegana que la renovó por completo.
La vitalidad y energía se ha visto de nuevo en su trabajo. La capacidad de generar expectativa, de ser tendencia.
Y no paró. Pocas periodistas hacen un esfuerzo más silencioso, un trabajo más efectivo que el que ella hace en Los Informantes. Este lunes 4 de septiembre puso a hablar al país de un tema: el del Asperger, la condición que padece el presidente Gustavo Petro. El mérito fue el haber quebrado a su hermano, Juan Fernando, y hacerle decir estas palabras. Petro, como otras figuras mundiales, padece de una condición que podría entrar a ser debatida en el senado sobre su capacidad para tomar decisiones que afecten a cincuenta millones de personas.
Este fue el momento en el que Juan Fernando Petro habló:
Aunque ha tenido voces de aliento, la oposición no ha desperdiciado esta oportunidad para darle con todo al presidente: