De cabellera abundante y alborotada, de frases polémicas e impactantes, a Javier Milei, por fuera de los tradicionales moldes políticos, se le ha dicho "loco". Pero él responde: "¿Sabe cuál es la diferencia entre un genio y un loco? El éxito". Hoy se posesiona como el presidente de Argentina.
Sus propuestas rompieron todos los moldes, fueron una bofetada al establecimiento. Defiende la libertad por encima de todo, Llamó a “dinamitar" el Banco Central, cortar el gasto público, reducir al mínimo el papel del Estado y acabar con la "casta política y chorra” (ladrona). Negó que exista una brecha salarial entre hombres y mujeres, rechazó el consenso de 30.000 desaparecidos durante la última dictadura (1976-1983) establecido por organizaciones de derechos humanos.
Con planteamientos discursos como estos, que eran marginales y se volvieron centrales, se convirtió en un líder de una relevancia pública inusitada para la derecha política y miles de jóvenes desencantados con veinte años de gobierno controlado por los Kirchner.
En la primera vuelta fue superado por el candidato oficialista, el Ministro de economía Sergio Massa. Milei buscó acuerdos. Moderó su discurso y sus planteamientos para buscar contactar indecisos y desvanecer el miedo a sus propuestas radicales y grandilocuentes. Pronto, Patricia Bullrich la candidata de Juntos por el cambio y su jefe político, el expresidente Mauricio Macri, quien gobernó entre el 2015-2019 adhirieron al candidato y a quienes reconoció en su discurso de la victoria.
En la segunda vuelta, el candidato de 53 años no volvió a mostrarse con la motosierra en mano, redujo sus apariciones públicas y las de su círculo más cercano, dejó de hablar de cerrar ministerios y apagó sus incendiarias declaraciones; aunque se mantuvo firme sobre la dolarización de la economía. No quería desprenderse de su papel de economista. La estrategia fue exitosa.
Javier Milei es difícil de encasillar. Soltero, sin hijos y con pocos amigos, llevó a la actriz y humorista Fátima Flórez, su nueva novia, a la televisión. Y junto a él está siempre la figura más influyente su hermana Karina, quien junto con la vicepresidente Victoria Villarruel son las tres mujeres claves de su vida.
En la televisión empezó Milei en el 2015, protagonizando furibundas diatribas económicas en programas de opinión. Luego, sus comentarios alimentaron las redes sociales y alcanzaron a los jóvenes, para muchos de los cuales el discurso del "Peluca" fue novedoso y rebelde.
¡Viva la libertad carajo! Ha sido su grito de batalla, siempre enfatizando su determinación: “esto no es una tarea para tibios y ni tiempos de medias tintas” y aprendió a hacer el gesto del corazón con los dedos. "Somos muy explosivos", dijo él
Su primer cargo público es su puesto actual como diputado nacional, al que llegó en 2021 tras haber fundado La Libertad Avanza (LLA), un movimiento libertario en temas económicos pero conservador en lo social. Desde entonces, quebró el bipartidismo argentino y dominó la agenda mediática.
Su ejercicio profesional se había concentrado en el sector privado. Entre otros, prestó sus servicios en las empresas de Eduardo Eurnekián, una de las personas más ricas de Argentina, con intereses en los sectores de energía, aeropuertos, infraestructura y agroindustria.
Mostró facetas de excentricismo. Sus cuatro mastines ingleses son clones de Conan nacidos de un procedimiento que Milei encargó en Estados Unidos. Se comunica con ellos, los vivos y el muerto, gracias a las supuestas enseñanzas de una "médium" especializada en la "comunicación interespecies".
El outsider con pinta de estrella de rock se alista para jurar hoy desde la Casa Rosada donde el peronismo de los Kirchner era residente y desde donde él no gobernará. Con “el león” empieza una nueva era en Argentina.