El director de orquesta, compositor de tangos y melómano uruguayo fuertemente influenciado por el jazz Francisco Canaro, estuvo detrás de muchas de las canciones más emblemáticas de la historia del tango: "La Última Copa", "Madreselva" o "Se dice de mi", popularizadas por Carlos Gardel, Libertad Lamarque y Tita Merello, respectivamente, por solo mencionar algunas. Pero fue esta última, la que muchos colombianos conocieron por la cortina de la novela Yo Soy Betty La Fea, cantada por la colombiana Yolanda Rayo, la que le simbolizó el mayor reconocimiento de su carrera, una mención póstuma en los Latin Grammy del año 2001. Es decir, la producción televisiva no llevaba la música de Canaro, pero sí una nueva grabación de su tema en la que él figuró como compositor.
La versión original de la canción había sido grabada con un cantante masculino llamado Carlos Roldán, pero años más tarde, Tita Merello le puso su voz e hizo una de las versiones más famosas de "Se Dice de Mi". La que, probablemente, haya sido la versión que inspiró a Yolanda Rayo para interpretar la famosa cortina de la novela.
A los muchos éxitos, que acumuló en sus 76 años de vida, también se suman su exitosa gira a Europa en la década del 20 y la grabación que la icónica Orquesta de Francisco Canaro hizo del "Himno al Club Atlético River Plate". Además, lo avalan más de cien grabaciones, entre las que también se pueden destacar: "La Cumparsita" de 1933, "Caminito" de 1938, "Milonga Sentimental" de 1951 o "En Esta Tarde Gris" de 1952.
Francisco Canaro fue también un férreo activista por los derechos autorales, que a comienzos de siglo no eran muy mencionados o comprendidos por la industria musical de la época. Esa lucha fue fundamental para que en 1935 se creara SADAIC (Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música), una entidad que sigue activa y que tuvo su primera sede en un edificio que fue construido sobre un terreno que compró el músico uruguayo.
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Tiene más plata que Canaro
Paradójicamente, en el Río de la Plata existe la frase "tiene más plata que Canaro" para referir la fortuna de alguien, pero el astro del tango uruguayo comenzó en la más profunda pobreza. De niño llegó a Buenos Aires con su familia y vivió en un inquilinato, una especie de vivienda precaria que es compartida por muchas familias. También vendió diarios, pintó casas y hasta trabajó haciendo obras para el Congreso de la Nación.
Lo fascinaba el violín y, con un Stradivarius como modelo, se improvisó uno hecho con una lata de aceite y un mango de madera, con el que se sacó la canción "El Llorón", que grabará años más tarde en versión milonga (un subgénero del tango) cuando ya tenga su orquesta. Su mamá le improvisó una fundita y Francisco Canaro fue a buscar bailes donde le dieran algunos pesos por tocar.
De acuerdo a una biografía de una página de fanáticos del tango, el verdadero debut de Francisco Canaro habría sido en un pueblo a 100 kilómetros de Buenos Aires llamado Ranchos, con otros dos músicos. Aunque la actuación duro poco, en parte, porque el artista empezó a mirar con mucho interés a las mujeres del local y eso les hizo ganarse una amenaza de uno de los responsables del local.
No sólo estuvo fuertemente influenciado por el jazz, sino que fue uno de los pioneros en el género en el Río de la Plata, junto a René Cóspito y Eleuterio Yribarren. El primero famoso por hacer música para la película argentina Carmiña (Su Historia de Amor) y el segundo por musicalizar los filmes Corazón Ante la Ley, La Canción del Gaucho y El Cantar de mi Ciudad.
Sus primeras grabaciones las hizo con la Orquesta de los Hermanos Greco, pero años más tarde pudo grabar su disco de tangos, que incluyó las canciones "El huérfano" y "Desengaño", compuestas por Canaro. De ahí saltó a Paris, ya con su propia orquesta. Luego a otras ciudades como New York, Madrid y también se presentó en varios países de Latinoamérica.
A lo largo de su vida, también compuso comedias musicales como Mal de Amores y Con la Música en el Alma, creo partituras para películas y creó los estudios Río de la Plata donde aunque triunfó productor cinematográfico, la empresa terminó convirtiéndose en uno de sus mayores fracasos empresariales. No sólo fundó SADAIC, sino que también fue presidente de la organización en varias ocasiones.
Murió en 1964, pero años antes de su fallecimiento publicó las memorias de su vida que ayudan a comprender la importancia tanto de su trabajo como de las grabaciones de su orquesta para expandir el tango por Europa. Para el momento de su muerte su fortuna llegó a estimarse en 150 millones de pesos de la época.
Músicos como Mariano Mores, Lucio Demare o Héctor Artola, así como cantantes como Ernesto Famá, Carlos Galán, Nelly Omar o Ada Falcón, también participaron de las grabaciones de la Orquesta de Francisco Canaro.