Ocurrió en 1996, durante un concierto de Diomedes Díaz en el barrio Hipódromo de Barranquilla, cuando de acuerdo a lo que han contado varios fanáticos del artista a través de las redes sociales, un fanático habría increpado al Cacique de la Junta por haber llegado tarde al concierto. "¡Hey, Diomedes, déjate de tanta mamadera de gallo y canta, canta, no joda!", le habría dicho un hombre que tiempo después se supo que se llamaba Eduardo Rodríguez y que sólo quería disfrutar los vallenatos viejos del intérprete.
Diomedes Díaz le contestó con la icónica frase que quedó para la posteridad, "no se tan sapo, tan lambón, tan m..." y le aclaro que él podía llegar a la hora que quisiera, ya que él también podía decidir cantar hasta las cuatro o cinco de la mañana si quería.
De acuerdo a un video compartido por un usuario de TikTok llamado Diego Díaz, Diomedes habría dicho las siguientes palabras: "No me sofoque señor, no, que yo vine fue a cantar. Usted no me va a mandar a mí a cantar, no señor. Yo aquí me voy, vengo a complacer a este pueblo, aquí al Hipódromo vengo con mucho gusto, y de aquí me voy a las cuatro de la mañana a las cinco, cantando".
@diegomdiaz8 Diomedes Díaz by Iván Zuleta La anécdota ORIGINAL de "No sea tan sapo, lambon, mar****" Los testigos del hecho afirman, incluso, que la gente que se había ido se estaba devolviendo. La anhelada espera había valido la pena. Todo estaba listo para que empezara el concierto: el acordeonero, Iván Zuleta, estaba en su sitio, los coristas estaban preparados al igual que los demás músicos; hasta el animador ya había presentado al Papá de los Pollitos. No obstante, Diomedes se tomaba su tiempo, caminaba sobre la tarima, saludaba a sus conocidos, abrazaba a sus acompañantes, bebía un poco de aguardiente. Parecía que no tenía ningún afán en empezar a cantar. Cuando de repente, un impaciente gritó en medio del tumulto: “¡Hey, Diomedes, déjate de tanta mamadera de gallo y canta, canta, no joda!”. Díaz se enojó y como un trueno le pidió al público que le señalaran al impertinente. Al acto sentenció una de las frases más recordadas de toda su carrera artística. Eso sí, impulsado por su acordeonero: "¿Cuál, cuál?... No me sofoque señor, no, que yo vine fue a cantar. Usted no me va a mandar a mí a cantar, no señor, no señor. Yo aquí me voy, vengo a complacer a este pueblo, aquí al Hipódromo vengo con mucho gusto, y de aquí me voy a las cuatro de la mañana a las cinco, cantando. ¡Pero usted no sea tan sapo, tan lambón, marica!... ¡A ver qué dice!" #diomedesdiaz #ivanzuleta #vallenato #barranquilla #colombia #tbt ♬ sonido original - Diego MDíaz
Pero con los años, Eduardo se cruzó con Diomedes en otro concierto y el encuentro entre ambos fue cordial, porque a fin de cuentas, sólo se trataba de otro fanático más que en medio de una noche de copas quería disfrutar de "La plata", "Sin medir distancias" y otros éxitos del ídolo vallenato.
Cuando volvieron a verse se saludaron hasta de abrazo y Diomedes Díaz fue muy cordial con su fanático, que lo acompañó en más de una ocasión desde la audiencia.
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