Todo estaba previsto en la mente del general Javier Flórez quien ha superado momentos críticos de vida o muerte en sus 35 años de militar tropero, menos estar sentado con sus enemigos en el campo de batalla: los comandantes de las Farc. Fue este quindiano quien estuvo hasta diciembre del año 2011 al frente de la Fuerza de Tarea Conjunta Omega al mando de 25 mil hombres, la unidad militar clave en la lucha antisubversiva. Luego fue promovido para ser el comandante del Estado Mayor Conjunto que equivale a ser el segundo hombre del Ejército. En La Habana estará frente a frente de Fabián Ramírez, comandante del Bloque Sur a quien combatió personalmente en la zona del Caquetá
El general estuvo al frente del operativo que acabó con la vida del alias El Mono Jojoy, el 23 de septiembre de 2010, hasta entonces el resultado más importante de su carrera militar y que se denominó “Sodoma” aunque inicialmente la bautizó como “Arturo 2”, en homenaje a su nieto. “Dispusimos de 17 mil hombres para combatir al Bloque Oriental durante siete años hasta lograr el objetivo mayor: dar de baja al cabecilla mayor aunque también liquidamos otros de tercer y cuarto nivel” dijo Flórez por aquel entonces.
A Flórez lo respeta; pero sobretodo, lo quiere la tropa por sus gestos humanos. Una vez concluye cualquier operación viaja personalmente a la zona y se presenta como un buen almuerzo como reconocimiento al valor de su gente, de quien se sabe al detalle su realidad familiar. Duerme cinco horas y tiene como compañero permanente su equipo Centry que le permite estar en permanente contacto con los frentes de combate.
Se conoce al país como la palma de su mano no solo por ser un militar de montaña sino porque ha vivido en 32 batallones diferentes, casi siempre en zonas de conflicto y donde ha estado acompañado por su esposa Sandra Henao, hija del mayor Jorge Hernando Giraldo.
Durante tres meses la Fuerza Omega le siguió los pasos al entonces comandante de las Farc, Alfonso Cano, quien sucedió en el más alto cargo de la guerrilla a Manuel Marulanda Vélez, alias Tirofijo. El 4 de noviembre de 2011, cuando las conversaciones de paz del gobierno Santos con la guerrilla de las Farc ya estaban en camino, un grupo orientado por el general Flórez ubicó en las montañas del Cauca a Cano, quien se encontraba en la zona rural del municipio de Suarez, acompañado por su compañera de los últimas años Patricia y protegido por un pequeño grupo de guerrilleros entres los que se encontraban el Indio Efráin y El zorro.Fue el Presidente Santos quien le impartió directamente la orden al militar de liquidar a Alfonso Cano quien se encontraba aún con vida en manos de los militares.
En 13 meses, dos de los históricos jefes de la guerrilla fueron abatidos por las Fuerzas Militares en operativos liderados por este duro general que como subcomandante del Ejército encabeza la delegación de militares activos, compuesta por los coroneles Vicente Sarmiento y Saúl Rojas, el capitán de fragata Omar Cortes Reyes, el teniente coronel de la policía Edwin Chavarro, el mayor de la fuerza aérea colombiana Rodrigo Mezú y la teniente de navío Juanita Millán que estarán frente a frente con los comandantes de la guerrilla que durante treinta años han combatido en el terreno. Con su presencia se abrirá la discusión del Punto Tres del Acuerdo General que hace referencia al fin del conflicto, un momento con un especial significado para unos hombres que han hecho de las armas una forma de vida, enemigos a muerte que por primera vez se mirarán a los ojos como simples seres humanos.