El empresario alemán radicado en Barcelona llamado Hans-Ditter Otto, subió un video a sus redes sociales donde anuncia que jamás volverá a contratar un show del cantante de música popular colombiano Jhon Alex Castaño, quien se ha hecho famoso por éxitos como "Amigos con derechos", "Dos razones" o por canciones con otros artistas como "A punta de licor", que alcanzó a grabar con el fallecido Darío Gómez.
Hans-Ditter Otto se muestra frustrado por haber pagado 40.000 euros por un show con músico que, según él, cantó con pistas grabadas y sólo cinco músicos en tarima, a diferencia de los nueve o diez que suelen llevar otros artistas. También lo cuestiona por no haberse querido tomar fotos y por negarse a cantar canciones de Darío Gómez.
Para el empresario, todo artista de música popular está obligado a cantar canciones de Darío Gómez, por ser el fallecido cantante una estrella colombiana. Además, sugiere que el músico se habría negado argumentando que no era un émulo del intérprete de "Nadie es eterno en el mundo". Canción que Jhon Alex Castaño se habría negado a cantar.
En las redes sociales, Hans Ditter Otto aparece como el CEO del lugar conocido como el Latin Palace Barcelona, lugar dónde se habría programado el concierto del también conocido como El Rey del Chupe, en compañía de El Charrito Negro. Con quien el empresario dice no haber tenido inconvenientes.
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¿Cuál fue la respuesta de Jhon Alex Castaño?
En un video de diez minutos, el cantante de música popular contestó cada una de las acusaciones y también explicó que la pelea con el empresario habría comenzado la misma noche del concierto.
Castaño habría trasladado a sus familiares a una mesa privada en la zona donde él estaba y esa habría sido la razón inicial de la disputa, porque al empresario no le habría gustado que llevara a una mujer embarazada y a su esposo a esa área del lugar. También argumenta que ellos habían pagado su propia entrada y una botella de whisky que costaba 250 euros.
Jhon Alex Castaño aclara que otra de las razones del malentendido, fue que él no conocía al dueño de la discoteca y había sido contratado por una empresa local, por lo que nunca pudo conocer a Hans Ditter-Otto previamente al momento de la polémica. Ni cuadrar con él detalles cómo la forma en que acomodarían a su familia dentro del lugar.
También explica que si bien su show sólo consta de cinco músicos, los que considera suficientes, él jamás canta con pistas. Cuando los músicos salen de gira, se acostumbra que los crews (grupos de trabajo) sean pequeños, debido a la dificultad que supone coordinar desplazamientos con muchos artistas, más productores, mánagers, etcétera.
Otro detalle, que no dice Castaño, pero podría ser importante para considerar. Es que un show de 40.000 euros no es un show costoso para un artista que tiene una gran capacidad de convocatoria entre el público colombiano que habita la ciudad. Agrupaciones latinas de rock, que tocan lugares mucho más pequeños, han cobrado cantidades similares por presentarse en escenarios españoles.
Castaño agrega que la razón por la que no quiso cantar canciones de Darío Gómez es porque no fue avisado con suficiente antelación, que si le hubieran informado una o dos semanas antes, podría haber preparado el equipo llamado multitrack que utiliza, para complacer a sus fanáticos.
Sobre las fotos aclaró que todo es cuestión de logística y que si el show es a la 1 o 2 de la mañana, no siempre tiene la suficiente energía, en medio del cansancio de un show, como para hacer jornadas de firma de autógrafos que pueden extenderse por más de una hora.
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