El carrito color naranja de llantas de madera grandes y techo de tela que se parece a un carruaje del viejo oeste gringo ya se puede encontrar en cualquier esquina. En Bogotá hay unos 300 puntos y en el resto del país unos 200 más. Los ya reconocidos carros de hamburguesas de Cocheros, que en varias oportunidades han sido catalogados como las mejores hamburguesas callejeras, están rodando desde 2011 y se han convertido en una de las franquicias más compradas del país.
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Aunque la Defensoría del Espacio Público le ha puesto el ojo encima a Cocheros y varios de sus carritos han sido decomisados por invadir y usufructuar el espacio público, esta empresa, de la que es dueño Luis Guillermo Hurtado Valenzuela, un profesional en Comercio Internacional, ha sido un total éxito en ventas. Sus hamburguesas, que se consiguen desde los nueve mil pesos, son muy apetecidas y cada día más, debido a factores como el desempleo o la independencia laboral, se venden más y más franquicias, al punto que ya están poniendo carritos de comidas rápidas en el extranjero: Chile, Argentina y Perú son los objetivos.
Según datos oficiales, Cocheros vende anualmente más de 30 mil millones de pesos, números con las que se ubica en el quinto lugar de ventas de hamburguesas detrás de Mcdonalds, El corral, Presto, Burguer King, y por encima de marcas tan reconocidas como El rodeo, La Hamburguesería, Sierra Nevada y otras tantas que ven en Cocheros a un rival que no juega dentro de la competencia leal, ya que mueve miles de millones de pesos sin invertir en gastos de operación como arriendos y servicios y otros tantos que les permite tener una mayor ganancia.
Muchos años antes de que la marca Cocheros y sus famosos carritos fuesen tan siquiera una idea, Luis Guillermo, junto a sus tres hermanos, Vicente, Myriam y Esperanza Hurtado Valenzuela, con la intención de crear una hamburguesa ahumada para entrar en el mercado de los congelados, fundaron en 1.998 la empresa Procesadora Colombiana de Carnes, especializada en la fabricación de embutidos bajo la conocida marca Crosby y otras nueve más que entraron a cubrir los mercados de Tolima, Valle del Cauca, Cauca, Nariño y Eje cafetero, y que hoy están presentes en otros departamentos.
Luis Guillermo Hurtado es la mente detrás de la marca Cocheros que invadió las calles de Bogotá con un producto que está catalogado como de los mejores en comida rápida.
Fue en el año 2010 cuando Luis Guillermo, el cerebro empresarial de la familia, buscando el crecimiento en venta de sus carnes embutidas, se le ocurrió la idea de crear negocios que estuvieran ligados a su procesadora de carnes. Es en ese momento en que los carritos callejeros para vender hamburguesas, perros calientes y chorizos, los cuales no pagan arriendo, ni servicios, ni salarios, ni prestaciones sociales a quien vende los productos, aparecen en su mente y es también en ese momento cuando la marca Cocheros, que fue registrada en el año 2011, se hace una realidad.
Después de muchas ideas de diseños y estrategias Luis Guillermo mandó a fabricar cuatro carritos para vender comidas rápidas en la calle. Como buen empresario, sabía que los carros deberían tener un plus para enganchar. Con su equipo de trabajo creó un diseño novedoso: carretas de vaqueros del viejo oeste norteamericano. En 2011 las cuatro carretas, con sus respectivos cocheros bien uniformados, fueron soltadas en la localidad Fontibón, en el centro occidente de Bogotá. Con facilidad lograron las expectativas: vendieron todo y los comentarios de los comensales sobre las hamburguesas que arrancaron vendiéndose desde cinco mil pesos, fueron buenos.
Luego de aquella exitosa experiencia poco a poco las carretas color naranja empezaron a invadir la ciudad de Bogotá, de norte a sur y de oriente a occidente. La siguiente parte de la estrategia también funcionó: no solo poner sus productos en el mercado callejero sino vender la franquicia, vender el uso de la marca Cocheros, la cual no tardó en moverse por el voz a voz de los bogotanos.
Hoy en día Luis Guillermo, él único dueño de la marca Cocheros, está presente en 25 departamentos con más de 500 carritos. Según lo ha dicho el mismo empresario, cada mes se le están uniendo en promedio unos 10 franquiciados. Cada franquicia vale casi 20 millones de pesos, que incluyen el préstamo de la carreta por cinco años, la materia prima para los primeros días de trabajo y capacitaciones.
Luis Guillermo hizo todo un negociazo alrededor de la marca Cocheros. Su empresa fabrica las carnes, el pan, las salsas y hasta cultivan los vegetales con los que se hacen las hamburguesas, y los perros calientes, productos que los franquiciados tienen, por contrato, que comprarle solamente a él.
Con todo y las críticas y sorteando a las autoridades, en menos de 10 años Cocheros se convirtió en un gigante callejero de la hamburguesa que se coló en la lista de restaurantes poderosos que han tenido que esperar más de 40 años para alcanzar las mismas ventas en un mercado que en Colombia mueve anualmente más de mil millones de pesos.
