En los últimos días, por los micrófonos de la emisora La W pasó Andrés Felipe Marín Silva, alias Pipe Tuluá, el líder de la banda criminal La inmaculada que también ha recibido el nombre de La oficina de Tuluá por el inmenso poder que ha adquirido en el Corazón del Valle durante los últimos años llegando incluso a manejar negocios como la distribución de alimentos de la canasta familiar o a tener fichas metidas dentro de la administración local como reveló El País de Cali.
Marín aseguró, entre otras cosas, que en este momento el grupo que dirige está dispuesto a negociar y a desmantelar su estructura a cambio de oportunidades de reintegración. Sin embargo, lo que más llamó la atención fue que confesó lo que era un secreto a voces, que efectivamente amenazó de muerte al hoy alcalde de Tuluá, Gustavo Vélez.
Vélez, ingeniero civil de profesión de la Universidad Javeriana y militante del Partido Conservador, ya había sido alcalde de Tuluá entre 2016 y 2019 y durante los siguientes cuatro años en los que el alcalde fue John Jairo Gómez Aguirre se dedicó a denunciar irregularidades y a afirmar que La inmaculada se había tomado la ciudad. Justamente, Gómez fue capturado hace dos meses por ese mismo motivo.
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Regresó cómodamente a la Alcaldía a pesar de haber hecho una campaña atípica
A diferencia de la gran mayoría de los candidatos que se presentaron a las elecciones territoriales de octubre de 2023, Vélez no pudo hacer multitudinarias reuniones en las calles ni pasearse de puerta en puerta buscando votos. Las amenazas que ya fueron confirmadas por el propio ‘Pipe Tuluá’ y que también eran extensibles a los periodistas que informaran sobre su candidatura lo obligaron a confinarse en su casa.
Pero, a pesar de esto, logró ganar cómodamente el 29 de octubre con más de 40 mil votos superando ampliamente a Ever Villegas, quien había sido avalado por el Partido de la U de la gobernadora Dilian Francisca Toro, por la Alianza Social Independiente (ASI), la Alianza Democrática Amplia (ADA) y el Partido Demócrata Colombiano. Ahora, ya nuevamente como mandatario, cuenta con protección las 24 horas del día y con escoltas que lo acompañan en todos sus desplazamientos. Incluso se ha ganado del apodo de ‘el alcalde más amenazado del país’.
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