La reciente actuación de la Selección Colombia en las eliminatorias rumbo al Mundial 2026 ha generado preocupación y debate entre aficionados y analistas. El empate 2-2 contra Paraguay en Barranquilla evidenció falencias tanto en el desempeño en el campo como en la gestión directiva.
Desempeño en el Campo
Colombia inició con ímpetu, logrando una ventaja temprana con goles de Luis Díaz y Jhon Durán en los primeros 15 minutos. Sin embargo, la incapacidad para mantener la ventaja y las desatenciones defensivas permitieron que Paraguay igualara el marcador. Este patrón de desconcentración en momentos críticos no es nuevo y ha sido señalado como un “mal endémico” que afecta al equipo en instancias decisivas.
La ‘Rosca’ en la Elección del Director Técnico
Más allá del rendimiento en el campo, es esencial analizar la influencia de la “rosca” en la designación del director técnico. Este término, que alude al amiguismo y las influencias en las decisiones, ha sido una constante en el fútbol colombiano. La elección de Néstor Lorenzo como entrenador generó interrogantes, dado su historial como asistente técnico y su limitada experiencia como director principal. Aunque su cercanía con José Pékerman aportó continuidad, algunos sectores cuestionaron si su nombramiento respondió más a conexiones personales que a méritos propios.
Esta tendencia no es exclusiva de Lorenzo. En el pasado, decisiones técnicas han sido influenciadas por relaciones personales y políticas internas, dejando de lado a candidatos con credenciales destacadas. Esta práctica puede limitar la evolución del equipo y restringir la incorporación de ideas innovadoras que podrían revitalizar el juego de la selección.
Impacto en el Rendimiento del Equipo
Las decisiones basadas en la “rosca” pueden tener consecuencias directas en el rendimiento del equipo. La falta de una visión estratégica clara y la ausencia de liderazgo efectivo se reflejan en el campo, donde la inconsistencia y la falta de cohesión son evidentes. Además, la preferencia por ciertos jugadores, independientemente de su rendimiento actual, puede desmotivar a otros y afectar la dinámica grupal.
Conclusión
La Selección Colombia enfrenta desafíos tanto dentro como fuera del campo. Si bien aspectos tácticos y técnicos son fundamentales, es imperativo abordar las influencias externas que afectan la toma de decisiones. Erradicar la “rosca” y priorizar la meritocracia en la elección de líderes y jugadores es esencial para construir un equipo competitivo y cohesionado que represente con orgullo al país en el escenario internacional.
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