Ni Pékerman ni Hernán Darío Gómez. El próximo técnico de la Selección Colombia tiene que ser capaz de alcanzar la clasificación a la próxima copa del mundo y, lo más importante, construir un proceso articulado con las divisiones menores y los clubes del país.
El debate gira entorno a la pregunta: ¿quién debe ocupar la vacante dejada Carlos Queiroz? Esto ha hecho que las múltiples opiniones se centren entre si es nacional o extranjero. En consecuencia, los nombres que se ponen sobre la mesa son los de Juan Carlos Osorio, Reinaldo Rueda, Marcelo Gallardo, Miguel Ángel Russo, Luiz Felipe Scolari y hasta Mauricio Pochettino.
Ante un comienzo de eliminatoria tormentoso; es hora de actuar desde la administración y el modelo futbolístico. Tomado como un proceso referente y ejemplar, Alemania en la Euro de Holanda y Bélgica en el año 2000, terminó su participación con una eliminación bochornosa, con un solo punto y en último lugar del grupo, esto hizo que iniciara la revolución del fútbol germano, una etapa denominada como: la refundación.
La primera medida pactada fue la exigencia a todos los clubes contratar entrenadores profesionales para los trabajos especiales en las categorías juveniles, incluyendo jornadas de fortalecimiento físico y mental. Lo anterior, conllevo a la creación de ligas y competencias menores, en el que se aplicaban nuevas ideas y estilos de juego. Al final, catorce años años más tarde Alemania volvió levantar una nueva copa del mundo.
Muy por el contrario, en Colombia se venía dando participación a los jóvenes sub-20 por obligación de la norma de juego en el fútbol profesional, ante los constantes reclamos de los clubes esta normativa fue abolida, siendo un grave error para la formación y desarrollo del talento nacional. Pienso que no se debió cancelar por completo. Actualmente, viendo que no se logra ni siquiera una representación significativa en los torneos internacionales, ni en los mundiales juveniles y menos un título en la selección mayor, me pueden dar la razón.
Por lo pronto, se debe pensar en volver a la implementación de la norma sub-20, pero esta vez en la Copa Colombia, un torneo que se ha valorizado por el cupo que otorga a la fase previa de la Copa Libertadores, el cual debe servir la implementación del estilo de juego propio de Colombia como si fuese un paralelo distante al modelo alemán.
No me atreveré a candidatizar un técnico, pero el que llegue nos debe dar ideas nuevas futbolísticas y estructurales, trazar una ruta de trabajo de una manera holística, seria y organizada, además, que tenga experiencia en selección, para que vuelva a la nuestra como soñamos que sea.
Comentario final. Toda la de la junta directiva de la Dimayor debe tomar el mismo camino de Carlos Quiroz.
