Antes de las elecciones del pasado 13 de marzo, el Pacto Histórico estaba preparado para cualquier escenario adverso que podría ocurrir con el mal diseño de los tarjetones al Congreso en el que podría salir perjudicados. Para evitar esto, prepararon un verdadero plan de choque. El experimento abogado Álvaro Echeverry Londoño fue el encargado de ultimar los detalles de la estrategia coordinando 67 mil voluntarios del Pacto Histórico alrededor del país para que alistaran batería.
En 2017, Echeverry, abogado de la Universidad de Manizales, fue nombrado procurador Tercero ante el Consejo de Estado por Fernando Carrillo. Posteriormente, se convirtió en el representante general y secretario del partido de La U, su gestión se enfocó en aspectos técnicos y jurídicos basado en una experiencia de más de 30 en el sector público en entidades como el Fondo Nacional del Ahorro, la Registraduría Nacional, el Consejo Superior de la Judicatura y Ministerio del Interior.
Una vez los senadores Roy Barreras, cercano a Echeverry, y Armando Benedetti decidieron dar un paso al costado del partido de La U, el abogado anunció su retiro de la colectividad con el argumento de las faltas al régimen de bancadas puesto que no se estaba sometiendo a consideración los proyectos de ley. Desde entonces Echeverry ingresó al Pacto Histórico y desde la campaña coordinó con Roy Barreras todo el proceso que le permitió al Pacto Histórico recuperar 486 mil votos con las que recuperaron tres curules al Senado que habían sido dadas al Centro Democrático, Alianza Verde y conservadores.
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