¿A quién carajos le importa Siria? Quizás a sus más de 17 millones de habitantes que están en medio de una guerra interna y ataques pro imperialistas.
¿A quién carajos le importa Siria? Quizás a los fabricantes de los 103 misiles de crucero Tomahawk lanzados recientemente por Estados Unidos, Reino Unido y Francia, que comprometieron la vida de cientos de civiles.
¿A quién carajos le importa Siria? Quizás a los investigadores del Daily Telegraph, que escatimaron la duración del ataque a no más de 70 minutos. Tiempo que hubiera dejado un panorama desolador si el ejército sirio no hubiera contrarrestado el ataque interceptando 71 de los misiles.
¿A quién carajos le importa Siria? Quizás a Bashar Al Asad y a Vladimir Putin, que gasean a la población con químicos mortales y dejan decenas de muertos. El país vive una horrenda época de miseria y muerte por culpa de un dictador que se aferra al poder, una potencia que lo apoya y una potencia antagónica que no actúa como debe.
¿A quién carajos le importa Siria? Quizás al presidente de peinado extraño que agradece y exalta el poderío militar de su país y sus aliados por los ataques perpetrados.
¿A quién carajos le importa Siria? Quizás a ese mismo enemigo que está destruyéndolo y que envió a mi abuelo a pelear en Vietnam, aun sabiendo que iban a perder, con el objetivo de “impedir” la reunificación bajo un gobierno comunista.
O el mismo que intervino en Iraq en el 2003, justificando que el país poseía y estaba desarrollando armas de destrucción masiva. Algo necesario para que el miedo al terrorismo no afectara la utopía que representaba el estilo de vida americano, tan aclamado, y que llenaba las arcas del orgullo a la patria.
¿A quién carajos le importa Siria? Quizás a Theresa May, quien aseguró ante la ONU que tomó la decisión de participar en el ataque porque considera que “es una medida que redunda en el interés nacional del Reino Unido”.
¿A quién carajos le importa Siria? Quizás a los críticos de sofá que hoy twittean #NoALaGuerra y que no saben nada de lo que ocurre en Siria hace bastante tiempo. Lo de anoche puede ser el inicio de algo más grave, pero en Siria está muriendo gente hace años y a nadie le importa.
¿A quién carajos le importa Siria? Quizás a Martin Heinrich Klaproth, quien en 1798, descubrió el Uranio, un combustible muy valioso que usan para las plantas nucleares, más que cualquier otro combustible. En Siria abundan las reservas de este que, sumadas al petróleo y al gas, se convierten en el fruto contemporáneo de la codicia.
¿A quién carajos le importa Siria? Quizás al autoritario presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, para quien “Siria está lleno de terroristas”, y este ataque le puede representar un apoyo clave en la “lucha por la liberación” de la región kurda del noroeste de Siria. Los verdaderos terroristas se reúnen en la OTAN.
¿A quién carajos le importa Siria?
Hoy es Siria, o Palestina, Honduras, Libia, Yemen, Sudan, República del Congo, Brasil, Venezuela… Europa siempre le dio la espalda a lo que no le reportaba interés y supo plegarse a la hegemonía norteamericana. La traición no solo fue interna; también, y sobre todo, fue Europea.
Siria se ve afectada por su posición geográfica, por el petróleo, por los alimentos. Hay que reconocer que Estados Unidos está metido ahí por razones que no son extrañas, ni inesperadas. Matan, matan y exterminan los sueños, las utopías, los anhelos de cambio, a sangre y fuego si dan muestras de vida. Destruyen el planeta con su barbaridad los avaros, codiciosos, ambiciosos de poder y vanidades hasta el holocausto total.
Siria está ahora sufriendo y muchos creen que esto no es serio. Necesita apoyo y nadie está dispuesto a dárselo. ¿Realmente tienen que existir personas tan enfermas de poder para atacar así a un país lleno de personas inocentes? Siria, cómo te siento. Tantos inocentes muertos por la codicia y la soberbia de los que se creen dueños del mundo. Pero a final de cuentas, ¿a quién carajos le importa Siria?