Este puente fue inaugurado en 1937 y solo tiene una capacidad de carga de 15 toneladas, de acuerdo a la placa metálica, soldada a su estructura.
Esta carretera se convirtió en la primera opción para automóviles y camiones livianos, despues de la tragedia de La Alambrada. De inmediato, los camiones más pesados se desviaron hacia la ruta Cartago- Pereira.
Pero esta opción solo funciona durante día, porque la policía vial radicada en Cartago controla la salida hacia al Quindío; sin embargo, al caer la noche la historia es bien distinta:
Los policías se van y son reemplazadas por una hilera de carteras plásticas de color naranja, que cierran la mitad de la carretera, permitiendo el paso de automóviles e impidiendo el de los camiones.
Entonces cuando se pone oscuro y el primer chofer de la noche pasa por allí, descubre las inofensivas carteritas, aprovecha el papayazo para evitar los 70 kilómetros del recorrido Cartago-Pereira Armenia, y con el parachoques de su camión empuja los bloques plásticos y abre de nuevo la vía, para sus colegas que vienen detrás. Ellos también saben, que en El Quindío tampoco hay policías de noche
De esta manera empiezan a pasar los camiones de 30 toneladas, sobre un esqueleto que solo resiste 15; entonces, los conductores ignorando el traqueteo de pernos, tornillos y remates; van cruzando el rio sin detenerse a pensar que en cualquier momento romperían definitivamente el país en dos mitades inútiles como el cadáver de La alambrada, que yace cinco kilómetros rio arriba.
¿Negligencia del mismo presidente, que en plena crisis de La Alambrada cambia de ministro de obras publicas e interrumpe el proceso de restauración?
Ese Camino del Quindío tiene una hermosa historia, e inicialmente formaba parte de las dos únicas vías que existían en La Nueva Granada: La ruta Cartagena Quito y la de Popayán a Santa Fe, que se cruzaban en Cartago, en ese mismo sitio donde del puente está a punto de colapsar.
Por allí cruzó Humboldt y descubrió abismado las maravillas del Quindío; también lo hizo Bolívar blandiendo su espada y gritando liberad, muchas veces.
Pero quien realmente impulsó la ampliación de este camino del indio fue don Sebastián de Marisancena, probablemente el hombre mas rico del Estado Soberano del Cauca, quien usó dinero de su bolsillo, esclavos y presidiarios para conectar la región con Santa Fe. Luego él mismo viajó a España y Carlos III, en reconocimiento, lo hizo Caballero de Alcántara e Hidalgo, lo nombro Alférez Real Perpetuo de Cartago, le permitió utilizar la palabra Mar antes de su apellido original, por haber cruzado el Mar Océano para visitar a su majestad y le concedió el escudo de armas que aún se conserva en el Portalón de la Casa del Virrey en Cartago.
Luego cuando se desintegró El Estado Soberano del Cauca, (que ya no es soberano y hoy lo pisotea la burocracia Bogotana). Cuando, este Cauca Grande era un país monumental que se extendía desdá Panamá hasta Brasil y poseía costas sobre dos mares y el río Amazonas, de allí surgieron los departamentos de Tumaco, Taquerres, Pasto, Nariño, Chocó, Cauca, Guaviare, Caquetá, Vaupés, Buga, Cartago y Manizales. Posteriormente existió un primer departamento del Quindío, cuya capital fue Cartago.
Esta pequeña nota de historia pretende recordarle a los inútiles de Invias y a los vividores de la concesión de La Ruta del Café que olvidaron sus deberes hacia una región con historia respetable. Los concesionarios nos dan la espalda a pesar de haberse ganado 800.000 millones de pesos durante los últimos 7 años. Son tan absurdos estas estafas legalizadas, que en el caso de los peajes, con ese dinero se podría construir una Alambrada cada mes. Ese contrato con la Concesión ya completó 27 OTRO SI firmados y cada uno de ellos es una puñalada traicionera al corazón mismo el presupuesto nacional y un escupitajo sobre la cara de cada uno de los habitantes de la zona cafetera.
Bibliografía:
(1) Caicedo Gutiérrez D. Historia, leyendas y personajes de Cartago.
(2) Gómez D. A. Cartago en la Historia.
Foto: Puentes peatonal y automotor sobre El Río La Vieja.
