El conflicto entre Rusia y Ucrania ha generado preocupación, a nivel mundial, por el alza de los precios de cereales como el trigo, un alimento básico de la dieta de muchos países y componente esencial para la producción de alimentos para animales. De acuerdo con la información compartida por la agencia de noticias Reuters, con sede en Reino Unido, el lunes 21 de marzo de 2022 los futuros de este grano registraron un alza del 3% y se espera que, para mayo, su precio ascienda a 11,46 dólares por bushel (aproximadamente 27 kilogramos), es decir, 82,25 centavos más.
Pese a que entre el 22 y el 24 de marzo los futuros de trigo en la Bolsa de Chicago registraron descensos, el conflicto entre Rusia y Ucrania podría tener consecuencias a largo plazo en el suministro global de cereales. Ambos países, según información de la empresa financiera JP Morgan, representan el 29% de las exportaciones globales de trigo.
Si bien la disminución o incluso la parálisis del suministro de trigo ruso y ucraniano tendría efectos a nivel mundial, los países en vía de desarrollo se llevarían la peor parte, señaló la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en el comunicado Nuevas hipótesis sobre la seguridad alimentaria mundial basadas en el conflicto entre la Federación de Rusia y Ucrania.
El reporte de la FAO destacó que los países en vía de desarrollo importan prácticamente el 100% del trigo que consumen o que utilizan como materia prima. Los países de las regiones de África septentrional, Asia y Oriente próximo también importan buena parte del trigo que consumen, pero son aún más vulnerables, pues obtienen específicamente de Rusia o de Ucrania el 30% o más de su suministro de trigo.
Colombia importa más del 99% del trigo
De acuerdo con los datos de la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, Leguminosas y Soya (Fenalce) y de la Cámara Fedemol de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), entre 1960 y 2021 la producción de trigo disminuyó en un 95,4%, al pasar de 142.000 toneladas a 6.846 toneladas. Esto, según los gremios, vino acompañado de un aumento importante en las importaciones de este cereal.
Actualmente, la industria molinera de trigo nacional debe importar el 99,7% de dicho cereal para la producción de harina de trigo y otros alimentos derivados para consumo humano, indicaron Fenalce y Fedemol. Según los gremios, desde 2012 Colombia ha importado trigo con 0% de arancel de Canadá (67%), Estados Unidos (29%), Rusia (1%) y Ucrania (0.8%). Si bien el país trae poco trigo de los países en conflicto, nuestro país se ve afectado por el incremento de los precios internacionales, que aplican también para Canadá y Estados Unidos.
Para Diego Guevara, profesor de economía la Universidad Nacional de Colombia, la dependencia de las importaciones de trigo, junto con el incremento de la inflación a nivel mundial —que se ha venido experimentado con la pandemia—, la crisis de los contenedores y el actual conflicto entre Rusia y Ucrania, podría generar aumentos en los precios de varios alimentos derivados de trigo. “El efecto es, más bien, indirecto. Los problemas no tienen que ver directamente con que importemos grandes cantidades de trigo de Rusia y Ucrania”.
El académico explicó que el trigo es un commodity o materia prima fundamental para la alimentación. Su precio se tranza en las bolsas de valores y Colombia no cuenta con el poder de mercado requerido para influir en estas. “De hecho, Colombia no tiene poder para influir en los precios internacionales de ningún commodity: ni carbón ni petróleo, y mucho menos trigo. Como país dependiente de las importaciones de este cereal, tendremos que asumir los precios. Y los efectos los veremos reflejados en los alimentos derivados del trigo que sí producimos: pasta, harina de trigo, pan, galletas, pasta, etc.”, afirmó Guevara.
¿Qué se produce en Colombia con el trigo?
De acuerdo con la información de Fenalce y Fedemol, Colombia cuenta con 40 plantas molineras ubicadas en Bogotá, Cauca, Cundinamarca, Nariño, Risaralda, Santander, Valle del Cauca y la Costa Atlántica. Estas generan cerca de 120.000 empleos directos e indirectos.
Según los gremios, la industria molinera produce anualmente, con trigo importado, cerca de 1,3 millones de toneladas de harina de trigo fortificada con vitamina B1 y B2, Hierro, Niacina y Ácido Fólico. Esta harina, a su vez, es la materia prima de otros alimentos derivados, como el pan artesanal o industrial (al que se destinan 1,9 millones de toneladas de trigo), las galletas (a las que se destinan 220.000 toneladas de trigo) y la pasta (a la que se destinan 136.000 toneladas de trigo).
El profesor de la Universidad Nacional de Colombia comentó al respecto: “Con cifras como estas, es claro que un aumento en los precios internacionales del trigo tendrá efectos en la seguridad alimentaria del país. Pero no es lo único: con seguridad, las exportaciones también se verán afectadas”. En efecto, los datos consolidados por Fedemol y Fenalce indican que, en 2021, se exportaron 69.700 toneladas de alimentos derivados de trigo, equivalentes a 121,8 millones de dólares. “Si el panorama internacional continúa así como va, es probable que estas se reduzcan significativamente”, debido al aumento de sus costos de producción, concluyó Guevara.
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