El 1 de febrero China celebró la llegada del año nuevo o festival de la primavera, como también se conoce, una tradición milenaria de China ligada al final del tiempo de descanso de la tierra y la labranza durante el invierno, y el comienzo de las labores de preparar las siembras para las cosechas del año. En la sucesión de animales que representan los años, esta vez le tocó al tigre, la más poderosa de todas las bestias terrenales del zodiaco chino.
En Colombia la importancia de la celebración del Año Nuevo Chino se vio con la impresionante oferta cultural en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo con obras de danza, teatro, acrobacia y marionetas, la transmisión por Señal Colombia de la Gran Gala de CGTN y una agenda de BibioRed de Bogotá con el Instituto Confucio de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Fue una muestra a escala de la enormes celebraciones en Lima, Panamá, Buenos Aires, México, Estados Unidos, Europa, el Sureste Asiático y naturalmente China. Con el tiempo la importancia de la cultura china en el país va creciendo en actividades y diversidad.
El festival de la primavera se remonta miles de años a la época que las dinastías de sabios que gobernaban con el mero influjo de su virtud. Es una tradición cultural arraigada en la experiencia campesina que dio lugar a la visión pragmática, realista, naturalista y dialéctica de los chinos. Salvo el dragón, todas las representaciones físicas del zodiaco chino son animales que el campesino chino de la antigüedad veía en el entorno cotidiano de la vida y el trabajo de su granja y los bosques circundantes: ratas, búfalos, tigres, conejos, serpientes, caballos, cabras, monos, gallos, perros y cerdos.
La cultura china antigua floreció en patrones de inserción en las culturas y dominios vecinos donde llegaron poblaciones chinas importantes entre los siglos VIII y XIII, en las dinastías Tang (618-907 AD) y Yuan (1271-1368 AD), que se caracterizaron por la integración de China con el mundo a través de la Ruta de la Seda y el proceso de significación de los mongoles que habían conformado el imperio de tierras continuas más grande de la historia de la humanidad, uno en el que se podía cabalgar desde Kamchatka hasta Budapest bajo una misma regencia. China no invadía a nadie, se integraba. Así se conformaron poblaciones chinas sobre todo en el Sureste Asiático hasta ser la etnia predominante en Tailandia, Malasia y Singapur, llevando consigo la tradición del año nuevo.
En la difusión de la cultura china por el mundo hay que contar la diáspora china de los siglos XIX y principios del XX hacia Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos y Canadá que se extendió hasta México, las Antillas Mayores, Panamá, Perú y Brasil. Las generaciones posteriores nacieron en esos países, pero son chinos étnicos. Igualmente, los chinos de nacimiento que se naturalizaron o asentaron como residentes en el extranjero desde finales de los años 1990s con la expansión del comercio con China. Finalmente hay aproximadamente 11 millones de nacionales chinos viviendo en el exterior.
Los nacionales chinos rodean los 1480 millones de personas, incluyendo las regiones administrativas de Hong Kong y Macao y la provincia de Taiwán. Los chinos de ultramar que incluye los nacidos en el extranjero de padres o abuelos chinos y los que se naturalizaron o establecieron su residencia suman más o menos 100 millones. Es decir más de 1.600 millones de seres humanos son étnica y culturalmente chinos.
Sin ser un país marcadamente migrante, hay una colonia china relativamente grande que desde hace siglos interactúa con otras culturas. Manteniendo sus características esenciales, los chinos se integran de forma versátil a los países que los albergan. Una alta concentración de chinos en una ciudad no forma núcleos aislados como el gueto, sino la significación del entorno urbano con los barrios chinos.
Esas son algunas de las circunstancias que pueden explicar el significado mundial del Año Nuevo Chino, acompañado de una cantidad de celebraciones y ritos muy vistosos y atractivos como los faroles rojos, la decoración de las casas, las danzas del dragón y el león, los petardos y fuegos artificiales, además de ritos alrededor de la familia y los amigos: cocinar jiaozi, regalar sobres rojos y visitar a los padres. Además está todo el atractivo del esoterismo sobre la suerte futura bajo la regencia del animal de turno.
Como no es una celebración religiosa, el año nuevo chino ha tenido una acogida universal preservando su identidad china sin afectar las tradiciones locales. Es la celebración de una fiesta tradicional más extendida del planeta después de la navidad cuyo contenido religioso excluye de ella a judíos y musulmanes. La popularidad del año nuevo chino se vio en Colombia: los empleados colombianos de las empresas chinas, las familias de los estudiantes colombianos en China, colombianos interesados en la cultura china se han vuelto protagonistas de las celebraciones de la primavera cada año.
El hecho de que el año nuevo de 2022 sea el preludio de los juegos olímpicos de invierno en Beijing le ha dado al Año del Tigre de Agua un significado adicional, pues es el primer gran evento presencial internacional que se hace en China desde el inicio de la pandemia. En el estricto control sanitario la tecnología es importantísima para cosas tan simples como el restaurante de los atletas, que está robotizado para reducir contribuir al distanciamiento social
Beijing 2022 mostrarán el avance de China en los deportes de invierno y la impresionante inversión en infraestructura, que rivaliza con la de los estadios construidos para los olímpicos de 2008, o la producción de televisión con tecnología 8K+AI.
En el zodiaco chino el tigre representa el liderazgo y el valor. El tigre en Asia es el verdadero rey de la selva, representa también la nobleza del espíritu. A los bebes en China les ponen gorros de tigre porque es auspicioso y protector. Hay una identidad común en la humanidad alrededor del tigre como un animal que representa algo bueno.
En 2010 el Fondo Mundial para la Conservación de la Naturaleza (WWF) lanzó la Iniciativa Global por el Tigre y señaló como objetivo duplicar la población de tigres para 2022. En China la recuperación de los corredores boscosos ha puesto al magnífico animal otra vez en las montañas colindantes de Beijing. Pero la meta mundial será difícil de lograr por el rezago de países de Indochina.
La representación del tigre en un entorno cultural de celebración y festividad por sus valores de liderazgo, protección y nobleza es propicia para la magnitud de los eventos que se vieron en el mundo entero. El origen del Año Nuevo está en la tradición campesina de la China antigua, su expansión en el mundo tuvo lugar en la movilidad de la población en dos dinastías caracterizadas por liderar la interacción cultural con los vecinos y su versión moderna se da en la China globalizada. Hay tigres en Asia, leopardos en África y jaguares en América. La diferencia y la diversidad como argamasa de la unidad es un principio arraigado en el pensamiento chino.