Las problemáticas del siglo XXI en relación con los socioeconómico, sociodemográfico, socioambiental y sociocultural necesitan de otras categorías y conceptos como instrumentos para poder solucionarlos.
Dado que categorías como “individualismo,” “competitividad”, "mercado”, “utilitarismo” pregonados por la economía convencional han contribuido con la pésima distribución del ingreso a nivel global en el presente, en ampliar la injusticia social, en ayudar en la extinción de fauna y flora etc.
Es por ello, que existe un enfoque desde la ciencia económica que puede contribuir con solucionar algunas de estas problemáticas como lo es la Economía Solidaria y sobre todo es una corriente que puede reconfigurar el tejido social tan fragmentado en el Estado de Colombia por medio de la educación.
En términos generales, la Economía Solidaria es “un sistema socioeconómico cultural y ambiental conformado por el conjunto de fuerzas sociales organizadas en formas asociativas identificadas por prácticas auto gestionadas solidarias, democráticas y humanistas son ánimo de lucro para el desarrollo integral del ser humano como sujeto actor y fin de la economía” (Artículo 2 ley 454 de 1998).
Entre sus valores están: la responsabilidad, la cooperación, la ayuda mutua, la igualdad, la democracia, la honestidad, la transparencia, la equidad, así como algunos de sus principios son que el ser humano prima sobre los medios de producción, la promoción de la cultura ecológica, servicio a la comunidad, la autonomía, la autodeterminación y el autogobierno entre otras.
Es decir, es un enfoque que busca resarcir al ser humano por medio de la solidaridad en las que los excedentes de sus organizaciones se repartan equitativamente entre los asociados.
En efecto, la economía solidaria por medio de la educación es un vehículo de fortalecimiento social entre los seres humanos. Donde la educación es un pivote de cambio, de trasformación en aras de la cooperación con el otro.
La Economía Solidaria motiva al estudiante, al ciudadano a ser un agente de cambio social como económico, a desarrollar una Economía Solidaria y justa que esté al servicio de las personas y sus comunidades.
Genera en los estudiantes la responsabilidad de su acciones y decisiones, en virtud que promociona y fomenta el consumo justo y responsable, el ejercicio como el perfeccionamiento de la democracia participativa, el pensamiento solidario crítico y creativo que empodera la participación, diseño y ejecución de programas y planes de desarrollo económico y social.
Ejemplo de ello son las universidades que le apuestan a este enfoque como lo son la Universidad Cooperativa, la Universidad de la Salle, el Externado, la Gran Colombia, la Javeriana, la Uniminuto, la Usangil, la Santo Tomas, la Universidad Luis Amigo próximamente la Uniagustiniana o desde los gremios como CINCOP o CONFECOOP.
Sin olvidar, el ente rector de la Economía Solidaria como lo es la Unidad Administrativa Especial de Organizaciones Solidarias Uaeos, entidad adscrita al Ministerio de Trabajo y rectora de la Economía Solidaria en el país.