Se entiende por comunidad un conjunto de personas establecidas en un lugar (territorio, división administrativa), con identidad propia, llamada aldea, pueblo, provincia, ciudad, departamento, región, nación, etc.; cuyo objetivo de vida, apunta a una sana convivencia, donde estas actividades “simétricas” son garantía de unas excelentes relaciones sociales, que en conjunto van encaminadas a un desarrollo físico saludable, a la potenciación intelectual (capacidad de análisis, razonamiento), mental (bienestar emocional), cognitiva (formas de procesar la información y toma de decisiones), de participación cívica (intervención activa, visión compartida, critica, etc.), satisfacción de metas personales, etc., como de la búsqueda de su fin de vida, de manera digna y con respeto. Por tal virtud todos esos factores deben ser unos reforzadores positivos (paraíso terrenal).
Desde una observación analógica a partir de las matemáticas y las ciencias biológicas, estamos hablando de una función. En lo declarado más arriba, es ver, establecer, asociar y determinar las relaciones entre los entes del estado, sus políticas y los efectos en la convivencia.
Matemáticamente o estadísticamente, la función es una relación de una variable dependiente con otras independientes (variables explicativas), las cuales pueden ser cuantitativas, como cualitativas (regresión lineal simple, múltiple). La función tiene muchas aplicaciones en campos como la física, la ingeniería, la economía, la salud y las ciencias sociales[1]. Estas funciones son de orden lineal, cuadráticas, exponenciales, logarítmicas, que de una u otra forma permiten elaborar modelos o algoritmos a partir de las relaciones entre sus variables y sus pesos o valores independientes (correlaciones), permitiendo ajustar las variables de acuerdo con sus probabilidades, asociadas a los resultados de la función (resolver problemas, alcanzar un objetivo, explicar o responder hechos sociales).
Desde las ciencias biológicas (vida y sus procesos) el termino función permite describir las diversas actividades, procesos o roles que desempeñan los diferentes sistemas del cuerpo humano y sus órganos (renal, respiratorio, circulatorio, endocrino, muscular, digestivo, nervioso, esquelético, visual, neurológico, etc.).
Asociando o relacionando todo lo anterior, en el campo de la ciencia política, se puede determinar que la estructura social, y sus unidades esenciales (seres humanos individuales), se encuentran conectados a través de redes de relaciones sociales, cuyas actividades tienen una representación social real, y sus efectos deben ser positivos, agradables, saludables para una excelente convivencia social.
Si estas condiciones NO se dan, nos encontramos en una comunidad social tóxica, enfermiza, donde la estructura social es disfuncional y generadora de estímulos sociales negativos, que solo favorecen a las elites. (leer las2orillas: ¿Sumercé se siente enfermo? (I) y (II)).
Los estímulos sociales positivos o reforzadores de una sana convivencia, son originados en las reformas sociales (se supone). Se da a entender que la “reforma” apunta a mejorar las condiciones o contextos sociales que afectan el bienestar de la mayoría de la población. En otras palabras, los procedimientos que se llevan a cabo en las reformas, que se supone son consultados con la comunidad, apuntan a modificar, cambiar, mejorar, eliminar, enmendar, actualizar o innovar acciones, procedimientos, servicios, resultados del sistema estructural del estado, facilitando el acceso, universalización de la justicia social.
En consecuencia, las unidades sociales, nos preguntamos “¿Cuál es la función de la reforma social?”. Las respuestas pueden ser variadas: obtener utilidades (particulares, sociales), conlleva una finalidad (permitir o restringir el acceso a las necesidades sociales), direcciona una intensión (establecer una clase dominante), etc.
Nuestra sociedad colombiana debe ser y lo enfatizo, debe ser una unidad funcional, donde todas las instituciones son parte del sistema social que intra como intersectorialmente sus resultados (servicios, productos) deben funcionar y responder a las necesidades de la comunidad de manera congruente, confiable y valida. No corrupción.
Por derivación de lo anterior, deberíamos ser una sociedad integradora, que vivimos el presente, entendemos los problemas, los resolvemos, respetamos las diferencias (intereses, no posiciones), y nos mantenemos a sí mismos en “homeostasis” socioemocional (equilibrio).
Tomando de nuevo los números (matemáticas, estadística) todas las formas de manifestación social (variables y categorizaciones), deben ser estandarizadas o normalizadas, ajustadas a los contenidos del sentir, la percepción social y sus mediciones objetivas.
Yo no tengo la verdad total y el otro tampoco, son dos (2) perspectivas contrarias, no antagónicas, pero que se pueden armonizar. Matemáticamente, de nuevo, esto sería un promedio, Mi abuela decía, “ni mucho que alumbre al santo, ni poco que no lo alumbre”. (leer las2orillas ¿Para quién es esta reforma?).
Otra posición que la estamos viviendo, es que nuestros politiqueros aplican el versículo 30 del capítulo 12 del libro de Mateo, que dice: “El que no está conmigo, está contra mí”. Con esta afirmación, se niega una tercera posición, en la cual no se está con él, ni contra él. Es una nueva visión de vida, que la niegan, sin conocerla.
A esta altura podemos afirmar que las sociedades se pueden clasificar de acuerdo cómo se maneja, direcciona, fortalece o domina el comportamiento humano, individual como colectivo.
Esto hace que las diferentes formas sociales, como culturales se comporten diferencialmente de acuerdo como les han aplicado los reforzadores sociales (positivos – negativos). Por efecto en el contexto donde se aplican estos reforzadores, recae la responsabilidad de las decisiones políticas. Se podría afirmar, que esto permite vislumbrar, la planeación estratégica de nuestros dirigentes, el conocimiento de las necesidades y problemáticas sociales, las vías de solución y las estrategias de las formas o procedimientos para su solución.
En consecuencia, encontraremos lideres o gobernantes que sus decisiones son de orden reactiva, cuando surgen los problemas; de manera proactiva, antecediéndose a los problemas; y de forma prospectiva, crear escenarios futuros, reduciendo la incertidumbre. Es lo que siempre he dicho, construcción del paraíso terrenal (leer las2orillas “del comportamiento policial y la sociedad”).
Nosotros debemos vivir es por el premio, el reconocimiento de ser seres de la sana convivencia, el buen trato, la atención y no por el castigo. Se actúa por el crecimiento en el trabajo en equipo y no por el temor, discriminación, el maltrato social. Se convive para fortalecer las relaciones sanas, potenciar las competencias ciudadanas, cooperación, tolerancia, altruismo y no para dañar, menospreciar, aislar, eliminar al otro, y sus condiciones de vida, etc.
En el siguiente cuadro se presenta una comparación de la estructura social, sostenida por reforzadores positivos y la sostenida por reforzadores negativos.
Estructura Social | |
Saludable |
Tóxica |
Competencia constructiva (equipo) |
Competencia destructiva (rivalidades) |
Comunicación crítica (saludable) |
Comunicación represiva (censurar) |
Educación y cultura |
Intolerancia y falta de dialogo |
Inclusión y diversidad |
Exclusión y discriminación |
Justicia Social |
Desigualdad y privilegios |
Participación Ciudadana |
Autoritarismo y represión |
Prevalece los reforzadores positivos |
Prevalece los reforzadores negativos |
Sostenibilidad Ambiental |
Explotación y degradación ambiental |
Entorno de confianza (seguro, confiable, no riesgos) |
Entorno de desconfianza (inseguridad, amenazas, vulnerabilidades) |
Los resultados de una estructura social saludable se evidencian con una calidad de vida individual como colectiva excelente, donde el castigo físico, psicológico, económico, sanciones sociales, sanciones jurídicas, no son el pan de cada día.
Deberíamos verla y evidenciarla, a través de la accesibilidad a los servicios públicos básicos, al sistema de salud (físico – mental); uso de las vías y espacios públicos, sin temor y sensación de ser perseguido, un adecuado y justo bienestar económico, altruismo, desarrollo humano, empatía, excelente convivencia, relaciones simétricas, ausencia de la violencia, aplicación real de la justicia, seguridad generalizada, etc.
Pero realmente observando la asociación (función) entre las políticas de estado, las acciones o comportamiento ciudadano, sus reforzadores y consecuencias, permite determina en qué tipo de contexto social estamos viviendo. (leer las2orillas “Un criminal, ¿nace o se hace?, ¿y qué influencia tiene su familia?)
Podemos decir, entonces, que estamos construyendo un escenario con reforzadores negativos (autoritario) o un escenario con reforzadores positivos. Señor gobernante será que: ¿Queremos construir una sociedad punitiva?
¿Qué es lo que se está manifestando, hoy día en Colombia?
- No se le escucha a la comunidad, sus problemas y mucho menos se apunta a resolverlos. Es decir, las demandas y preferencias sociales son un saludo a la bandera. (leer las2orillas “La quinta pata de los diálogos regionales y otras reuniones masivas”).
- Las sanciones, multas, intereses de mora, castigos económicos, se imponen por encima de la educación comportamental, por ser una buena fuente económica para el presupuesto general de la nación. (leer las2orillas “lo que nos enseñan los homicidios”).
- Se quiere construir, las convivir mutadas, camufladas, “¿Tejido social de protección?”. Argumentan la construcción de estas estructuras de seguridad diciendo que con ello no implica desplazar o reemplazar la misión o funciones de la fuerza pública y la de otras entidades del estado. Lo anterior permite deducir que las instituciones encargadas de brindar la seguridad y convivencia en el país son disfuncionales.
- Por otro lado, se envían unos mensajes subliminales a la comunidad, como es el de “justicia por propia mano” (alcalde de Cúcuta), vuélvase espía de tránsito grabando videos y tomando fotos para que se convierten en elementos materiales probatorios (EMP). Forma de fortalecer el odio comunitario, ver al otro como enemigo.
- Se busca es la sanción pecuniaria, el aislamiento (reclusión), la flagelación, menos uso de los espacios públicos (forma de defensa social), educación coercitiva (imposición de la sanción), foto multas (¿cámaras salva vidas? visualmente están ocultas), comparendos, etc. Es retomar la famosa afirmación “la letra con sangre entra”. Implícitamente esta señalado que el maltrato en todas sus presentaciones es válido y que, de hecho, las personas, por naturaleza, somos malas.
- En estas sociedades punitivas, se castiga son los cuerpos y no se corrige los pensamientos sociales (Foucault). Yo añadiría, además, que se castiga las formas de pensar, sus expresiones, la personalidad, la libertad, el género, la raza, la cultura, el estrato social, etc. Es decir, olvidan la protección de la vida, la salud y la dignidad de las personas, en forma individual como colectiva.
- Los cuerpos policiales y de tránsito no cumplen con las normas y protocolos obligatorios, para prestar un excelente servicio ciudadano. Montan retenes sin tener en cuenta los lineamientos de conformación del equipo de trabajo, ejecución, ubicación, señalización, procedimientos, respeto de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.
- Se sanciona y castiga actos como el aborto, la violencia sexual, el consumo de estupefacientes y drogas ilegales, las riñas, en cualquier espacio. Se sigue confirmando el castigo como una institución social. Es una forma, para mí, socialmente incongruente. El deber es cambiar nuestro sistema moral. Debemos ver el mundo sin violencia y respeto por el otro. El amor no se condena, se encondona. Los dineros que “se invierten” en drogas, bebidas alcohólicas, son una pedida y deterioran la visión de futuro. La educación es muy clave y esencial. De hecho, se antecede a las problemáticas sociales.
- Se puede estar reforzando comportamientos como: marginalidad, desocupación, inseguridad social, inmovilidad social (vertical, horizontal), paranoia social, egoísmo, inserción de la banalidad, falta de perspectivas personales y sociales, desesperanza aprendida, volverse Maquiavelo (el fin justifica los medios), suicidio, machismo, irrespeto (personal, social y en espacios públicos), culpabilizar, miedo, odios, irritabilidad, autismo social (problemas de interacción y comunicación), aprendizaje vicario, maximizar el interés individual por encima del colectivo, anomía (fracaso en la adaptación a las normas sociales), comunicación descontextualizada, separar lo racional de lo emocional (se da más peso a lo emocional), eliminación de los sentimientos de vergüenza, culpa y similares (ya no nos sonrojamos), síndrome de “QueCa” (Que Carajo, mientras yo no me vea afectado, que los demás se jodan), etc.
La significación que le dan a nuestro mundo, a nuestro contorno, para hacernos sentir seguros y con control sobre las circunstancias, en cierta medida es ausencia del verdadero conocimiento, que tienen los que se encuentran en el poder (contaminantes de la realidad). (leer las2orillas “confesiones ateas: sobre lo que podríamos ser”)
El poder está en la información (Big Data y Open Data), que se obtiene de diferentes fuentes, que nos es otra cosa que una serie de datos, que se adquiere de las encuestas, hojas de vida, antecedentes judiciales, infracciones de tránsito, registros civiles, trayectorias laborales, declaraciones de bienes y rentas (SIGEP), estudios del consumidor, etc. En general de todas las bases de datos que cada organización pública, como privada tiene de los ciudadanos.
Se podría concluir, y creo que ustedes ya lo han deducido, que las sociedades, o comunidades tóxicas no emergen de las personas, ciudadanos, sino de los contextos (gobiernos y sus políticas), que crean las circunstancias (contextos) para una insana convivencia, contaminar y transformar al ser humano en una especie anormal.
Me atrevo a decir, que esas técnicas, donde su fuente es la información, son utilizadas como el marketing social del estado. Es fomentar, de manera camuflada, la indisciplina social y la indisciplina estatal, pero solo visibilizan la social. Es hacer ver al ciudadano, en general, como un enemigo del sistema.
Para no ir tan lejos podemos evidenciar: periodistas venden sus conciencias, los jueces ponen precio a la justicia, fraude académico (venta de títulos), comercialización ilegal de bienes y servicios (instituciones públicas, privadas), aceptación de sobornos, abuso de autoridad, construcciones ilícitas, celebración indebida de contratos, tráfico de influencias (meritocracia), desplazamientos, amenazas, asesinato de líderes sociales (forma de callar la palabra comunitaria), eliminación de la expresión o reclamo (individual, colectivo) a las autoridades, etc.
[1] Administración pública, antropología, ciencias jurídicas, ciencia política, comunicación, demografía, economía, geografía, historia, psicología social, relaciones internacionales, sociología.