En el arranque del Gobierno entró pisando duro con el nombramiento de Irene Vélez, en el ministerio de Minas para manejar un sector crucial dentro del gobierno Petro. La influencia en realidad la tenía su papá, el ambientalista Hildebrando Vélez, uno de los dirigentes programáticos del partido de la vicepresidenta Soy porque somos.
Pero su persona de confianza en lo académico siempre fue Aurora Vergara a quien logró que el Presidente nombrara como una de las tres personas coordinadoras del empalme. Y desde entonces comenzó su ascenso, primero como viceministra de educación y ahora como cabeza de este sector clave para el gobierno Petro. En el equipo de Vergara estarán varios técnicos cercanos a las dos provenientes de las Universidades Autónoma e Icesi, donde también conoció a su hoy secretaria privada Tatiana Olmeda, con quien impulsó un proyecto de investigación raizal. Tatiana cumple un rol como de Secretaria Privada de la Vicepresidenta.
Carlos Rosero, quien es uno de los mentores de lucha social y raizal de Francia Márquez, empezó como uno de los asesores suyos en la vicepresidencia, pero ahora forma parte del equipo negociador del gobierno de Gustavo Petro con el ELN. Rosero, nacido en Buenaventura y antropólogo de la Universidad Nacional, fue clave en la creación de la Ley 70 o también llamada ley de negritudes. Su cercanía vino por la vía de su mamá Gloria Mina, en la lucha por la defensa del río Ovejas contra la minería ilegal cuando Francia era una jovencita que empezaba a descollar como líder en la región.
La consejera presidencial para la Equidad, Clemencia Carabalí, conoce a Francia Márquez desde hace más de 20 años, cuando ambas eran líderes sociales y ambientales en Suárez, en el Cauca. La misma causa de lucha las hizo grandes amigas y Carabali fue pronto nombrada Consejera presidencial para temas de equidad, un puntal clave en la formulación del Ministerio que lleva el mismo nombre.
El gerente de la campaña de Francia Márquez con su partido político Soy porque somos, con quien logró los 800 mil votos que le dieron el paso para ser la fórmula de Gustavo Petro, abogado laborista Kevin Gómez Díaz, no logró llegar al viceministerio del trabajo, pero terminó en el círculo de asesores políticos de Jaime Dussán en Colpensiones, con muy buena remuneración.
La mano de Francia Márquez también pesó en la Cancillería con la postulación de varios nombres para cargos en tres embajadas en el África que ocuparan afrodescendientes, tal como fue el compromiso del Presidente y el ministro de Relaciones Exteriores.
Con la empujada de la vicepresidenta a la embajada de Ghana llegó Daniel Garcés Carabali quien líder de comunidades negras, afrocolombianas, palenqueras y raizales. Pedro León Cortes Ruiz iría Kenia un activista de los derechos humanos de los afros llegó a la embajada de Kenia.
Maria del Rosario Mina quien fue trabajadora Social de la Universidad del Valle fue designada a la embajada de Sudáfrica.
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