El papel que desempeña el agricultor en la economía es uno de los menos respaldados por los diferentes entes en el mundo y el aprovechamiento de la enorme riqueza, diversidad y desarrollo de la capacidad del agricultor en cualquier país.
En Colombia en donde constantemente se vive en controversias de diferente índole, los campesinos en muchas ocasiones han protestado por los acuerdos comerciales que se han realizado sin compasión ocasionando la caída de los precios de productos agrícolas más sensibles.
Sin embargo, la Alianza Pacífico está trabajando en la mejora de esas oportunidades para el agro de las diferentes regiones que hacen parte, convocando a los diferentes gremios como Fedepalma, la Sociedad de Agricultores de Colombia, etc., en diferentes ámbitos y locaciones como lo fue el X Foro Internacional que se llevó a cabo en Santiago de Cali organizado por CropLife Latin América y la Cámara de Procultivos de la ANDI, evento que se realizó por primera vez llamado “El Agricultor Primero”, con el fin de sacar - conclusiones relevantes del Foro como la integración comercial, aduanera y cultural de la Alianza Pacífico requiere unidad, innovación, una actitud autocrítica, mayor atención a la inocuidad alimentaria y un balance entre la productividad, la responsabilidad social y la sostenibilidad agrícola-.
En el mes de noviembre de 2018 se llevó a cabo el primer encuentro entre la sociedad de agricultores y los Ganaderos del Valle del Cauca, SAG, Araujo Ibarra & Asociados y el CIAT en que se resaltó el comportamiento de la balanza comercial agropecuaria en Colombia frente a los bloques económicos vigentes entre los que incluyó la alianza del pacífico. A su vez hizo un llamado a los empresarios asistentes de los cuatro países que representaban a la Alianza del pacífico a concretar soluciones para las deficiencias logísticas que limitan una integración empresarial.
Pese de los avances que han tenido las negociaciones de la AP y que buscan facilitar el comercio y promover la integración económica con Asia, los agricultores colombianos se han mostrado preocupados por la posible inclusión de ciertos productos sensibles en la negociación, como es el caso del arroz; semillas oleaginosas; aceites y grasas vegetales; maíz blanco y amarillo; fríjol rojo; carnes de cerdo, pollo y res; azúcar; leche y productos lácteos.
Para la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), una de las grandes preocupaciones frente a las negociaciones de la AP es que exista la posibilidad de que se exija la eliminación de todos los aranceles del sector agropecuario, pues esto podría traer consecuencias sociales y económicas para el país e iría en detrimento sobre todo de los pequeños y medianos productores.
La SAC resalta la importancia que para el sector agrícola tiene la franja de precios, puesto que permite que cuando el precio de un producto está alto en el mercado internacional, los aranceles se bajan a cero y cuando se reduce la franja lo incrementa.
De hecho, durante la aprobación de la AP en el Senado colombiano, se dejó constancia de que no se debería tocar el sistema de franja de precios, que cobija al 3% del universo arancelario de ese país.
Por su parte, la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales (Fenalce) sostiene que en esta negociación está en juego cerca del 48% de la producción agropecuaria del país y más de 1 millón de empleos, además llamó la atención sobre la posibilidad de que grandes productores mexicanos puedan quedarse con el mercado del maíz blanco.
Los dirigentes de los distintos gremios vinculados al sector agropecuario coinciden en que la mejor alternativa, es excluir de esta negociación aquellos productos altamente sensibles para el país, pero hasta el momento no se conoce un pronunciamiento del Gobierno colombiano al respecto.