Hace cuatro años se reunieron grupos de trabajo en distintas regiones del país para proponer lineamientos de la politica ambiental para que formaran parte del Plan de Desarrollo 2010-2014. Buena parte de las propuestas fueron incorporadas, sin embargo la mayoría no se cumplieron.
El profesor Juan Pablo Ruiz ha trabajado en una evaluación sobre el cumplimiento que realizó el gobierno de los compromisos adquiridos en el Plan de Desarrollo. El texto que se presenta a continuación es un documento de trabajo preliminar abierto a recibir comentarios y recomendaciones de los lectores:
Evaluación gestión ambiental en aspectos transversales y sectoriales en el PND 2010-2014 y propuestas para el PND 2014-2018
Los ambientalistas presentaron al CNP (enero 2011) y este al DNP y a Presidencia, una propuesta para hacer realidad que el tema ambiental fuese un tema transversal. Estas recomendaciones fueron fruto de la revisión del documento de las Bases de Plan y del primer borrador del PND que recibió del CNP[1]. Se sintetiza en cuatro recomendaciones: i) definir propósitos, objetivos y planes de la política ambiental partiendo de la necesidad de preparar al país para manejar mejor los cambios extremos de clima; ii) Definir una estrategia de inversión ambiental de recursos públicos focalizada y priorizada tomando como eje el cambio climático; iii) Definir y ejecutar una estrategia de reestructuración de la institucionalidad pública ambiental (nacional, regional y de los entes territoriales); y iv) Identificar y hacer realidad las fuentes de financiación de la inversión ambiental.El PND 2010-2014 en su versión final, recogió algunas de nuestras recomendaciones y las incluyo en su planteamiento teórico para hacer del tema ambiental, uno de gestión transversal. Sin embargo, esto no se reflejo en un ajuste del presupuesto general de la nación (PGN) asignado, el cual fue muy precario. Esto hizo imposible llevar a cabo lo que desde la teoría se había plateado. Como consecuencia podemos afirmar que el Gobierno Nacional en el periodo 2010-2014 quedo en una grave y cuantiosa deuda en gestión pública ambiental.El CNP recomendó que el PND 2010-2014 incluyera la formulación de la política ambiental, haciendo explícito el impacto que las propuestas de crecimiento sectorial tienen sobre el medio natural y la necesidad de preparar al país para vivir condiciones extremas de clima (sequias e inundaciones). Se propuso establecer una política clara de inversiones ambientales, para mitigación y adaptación al cambio climático, focalizada en cuatro direcciones: a) ordenación del territorio con determinantes ambientales orientadores; b) gestión integral del agua para satisfacer las necesidades del desarrollo; c) gestión sostenible de ecosistemas naturales y de servicios ecosistemicos asociados; y d) adaptación y propuestas de planeación sectorial asociadas a la mayor frecuencia de condiciones climáticas extremas.
Se propuso que el PND 2010-2014 debía formular una política de regulación directa, implementada mediante instrumentos exigentes y efectivos en temas de ordenamiento territorial y desarrollo urbano, uso agropecuario y manejo del espacio rural, de licencias ambientales, de concesiones de agua y de permisos de aprovechamiento y movilización de maderas. Se enfatizo la necesidad de definir una estrategia para aplicar y hacer cumplir a los sectores productivos reglas ambientales transparentes, oportunas, estables y efectivas. Como condición se debía garantizar una institucionalidad capaz. Tomando como base lo planteado en términos institucionales en las bases del PND, se propuso dimensionar de manera adecuada los requerimientos de presupuesto de funcionamiento e inversión requeridos para cumplir sus funciones asignadas por la Constitución y la ley en el contexto de la ejecución del PND 2010-2014 que implicó retos y exigencias complejas.
Una propuesta que fue incluida por DNP, estuvo relacionada con revisar las reglas del juego de las corporaciones autónomas regionales (CAR) para garantizar que siguieren las orientaciones del PND, y que su presupuesto fuese incluido como parte del gasto público ambiental asociado al PND. Adicionalmente, propusimos que fuesen incluidas las inversiones obligatorias de los entes territoriales en conservación de las cuencas abastecedoras de agua: 1% de sus ingresos corrientes en cuencas de los acueductos, más 1% del valor de las inversiones de todos los proyectos que emplean el agua.
La estrategia general de mitigación y adaptación al cambio climático debería expresarse en tres programas: ordenación del territorio con determinantes ambientales orientadores; gestión integral del agua para satisfacer las necesidades del desarrollo; y gestión sostenible de los ecosistemas naturales y de servicios ambientales asociados.
Las bases del PND 2010-2014 incluyeron algunos insumos en la búsqueda de la sostenibilidad ambiental. Sin embargo el PND fue precario al definir metas, indicadores y al asignar presupuesto. En el periodo se avanzo en la formulación de planes y programas pero no en su ejecución (MADS y PNUD, 2014). Carecimos de la ejecución de una política ambiental única y envolvente, que girara en torno al cambio climático y a las condiciones extremas de clima para manejar de manera más adecuada los impactos sociales y económicos de los fenómenos asociados. La ola invernal, no logro transformar los esquemas de la planeación tradicional y el PND fue pobre en el análisis desde la economía ambiental y su relación con el desarrollo económico y social. No identificó ni definió acciones para fortalecer la relación positiva entre gestión ambiental y desarrollo, por el efecto positivo de los servicios ambientales, ni en cuantificar y evitar el impacto económico del deterioro ambiental. Faltaron metas e indicadores en estos aspectos.
Las metas e indicadores propuestos y evaluados por Sinergia son débiles e inapropiados para evaluar la relación entre economía y ambiente y muchos de ellos no son útiles para hacer seguimiento al PND desde la perspectiva ambiental
[1] El documento presentado en el 2011 y este documento han sido coordinados y elaborados por Juan Pablo Ruiz Soto, consejero en representación del “sector Ecológico” al CNP (2010-2018).