"Que linda y sabrosa es la música vallenata y más la que se disfruta en un patio, rodeado de amigos debajo de un palo de mango".
Todo el mundo anda cantando su preferencia electoral, ya cada quien escogió por quién votar en la primera vuelta presidencial en Colombia. Las redes sociales están inundadas de publicidad, noticias, memes, etc. Se mezcla información falsa con real, burlas y chistes, en fin, la imaginación se mezcla con la realidad. Los indecisos son todos los días bombardeados por los medios de comunicación, amigos y la publicidad.
Ya los creadores de opinión eligieron, los empresarios, médicos, economistas, actores e inclusive la mayoría de los artistas de la música vallenata, en conjunto con todo y todos los que están alrededor, han dicho que tienen candidato. Se les ha visto públicamente, en la radio, la televisión, en parrandas, en conciertos, hasta mostrando su voto en las redes sociales en las pasadas elecciones. Todas estas personas importantes y reconocidas de la sociedad han ayudado consciente o inconscientemente al incauto que no ve más allá de los ojos de sus artistas al candidato que debe elegir.
Andan rodando videos de Felipe Peláez, Poncho Zuleta y Silvestre Dangond dando apoyo al candidato que consideran mejor para su interés particular o quizás como género. Eso es algo normal, todos somos ciudadanos y contamos con la libertad de elegir a quien mejor parezca. Sin embargo, cargan los artistas de la música vallenata un peso que no hace ver con buenos ojos a los candidatos a que apoyan.
Es normal escuchar dentro de las más famosas canciones (bien sea por favores, por pagos, por publicidad, por gusto) o dentro de las que se esperan sean sus posibles éxitos, los mejores saludos, los saludos más pegajosos, dedicados a los “doctores” de la siguiente elección. Ellos con sus mejores canciones, modifican las letras en favor de su amigo: el candidato. Alargarlo y mostrarlo como una persona llena de todas las virtudes humanas es la idea. Hacen sonar las canciones por pueblos, emisoras, calle por calle, hasta llegar al último rincón, asegurándose de grabar en la mente del ingenuo el recuerdo de por quién debe votar.
Crean en los seguidores de su música un perfil diferente del candidato al que apoyan. Frases como: “es el hombre que pueblo te necesita” y “mujer llena de firmezas” están acompañados de los nombres de personas, que en muchos casos no terminan sus mandatos, que terminan presos, fuera del país o investigados, nadando dentro de un mar de corrupción sin fin. El caso más reciente y quizás el más importante es el de la ñoñomanía. Toda la costa, desde la Guajira hasta el último corregimiento de la región caribe, escuchó el sonar de este eslogan, que se convirtió en la imagen más representativa de la política en territorio. Incidieron para convertir al Ñoño Elías en el senador más votado, el más querido, al que todos los cantantes de la música vallenata le han dedicado saludos, cantaban conciertos gratis, se tomaban fotos, recibían regalos, en fin. Pero una vez estalló y quedó preso por corrupto ninguno de ellos salió o ha salido a dar la cara, ni a dar explicaciones por su apoyo.
Y es que no son precisamente algunos artistas de la música vallenata buenos electores y mucho menos buenos consejeros electorales. En muchos de los pueblos, sobre todo de la costa caribe donde han llegado a apoyar candidatos, son tierras casas de corrupción y olvido por parte del Estado. Lugares donde viven los ciudadanos más necesitados, donde menos oportunidades hay. En muchos pueblos, desde el despertar hasta el anochecer suenan cajas, guacharacas, acordeones y cantos de esta música. Se termina uno aprendiendo todos los acordes, pases, saludos, hasta imita la forma de bailar, vestir, e inclusive, hasta de pensar. Se quedan en la mente inclusive los mismos gustos electorales de las personas que hay en el género. No por nada se ha puesto a rodar y de moda una imagen en las redes que dice: “yo voto por el que diga Poncho Zuleta”, haciendo una similitud al conocido “yo voto por el que diga Uribe”. Lo anterior mostrando una clara ignorancia política, una falta de identidad personal a la hora de elegir un candidato que va a gobernar, influenciado directamente por un artista que ya eligió su candidato por su propia conveniencia.
Ya en el pasado los artistas vallenatos han tomado sus decisiones, están en sus canciones, ya por ahí se conocen los aciertos y también sus desaciertos. Es hora de que los electores tomemos las decisiones que nos importan en la conciencia. Ya muchos de ellos dijeron que su candidato es Iván Duque, se deben escuchar las canciones y saber a quienes nombran y hoy siguen a Duque decidir si ese es quien nos favorece o no. Muchos de los que apoyan a Duque han sido nombrados en los saludos y tienen un largo rabo de paja, con investigaciones hasta los oídos. Con ese mismo apoyo nos metieron a Santos como presidente y muchos senadores que hoy están presos, eso da eso mucho que pensar. Los saludos e influencia de los artistas de la música vallenata deberían ser un mensaje de alerta para saber por quién votar.