'¿Qué significa ser mamerto?'

'¿Qué significa ser mamerto?'

'Lo son quienes leen a autores de izquierda, son simpatizantes del Polo o líderes estudiantiles que cambian su discurso por beneficios'

Por: Santiago Molina Roldán
noviembre 19, 2015
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'¿Qué significa ser mamerto?'
Foto: tomada de internet

Con el calificativo mamerto sucede casi lo mismo que con bizarro, pues en el caso de esta última, muchos la usan para referirse a la gente ‘ordinaria’, rara  o que actúan fuera del común. Sin embargo, la RAE reza que bizarro comparte sinonimia con algo valiente, lúcido y  espléndido. Por su parte mamerto aún no ha entrado al salón de la RAE pero sí a la boca de muchas personas, que la utilizan a diestra y siniestra sin saber realmente a qué se refieren.

Hoy día se utiliza la palabra en cuestión con la intención de ofender a alguien que asegure que “el neoliberalismo va a acabar con la sociedad”, o que “el capitalismo es el opresor del pueblo”, y cosas así, aunque esa persona tenga argumentos para asegurar eso que dice. El maestro Sergio de Zubiría, sin duda, sería un mamerto, por mencionar algún ejemplo. También están los otros que le dicen mamerto a cualquiera que milite en la izquierda o comulgue con ideas marxistas, leninistas, maoístas o trotskistas. También quien tenga en su librería a autores de izquierda, puede correr el riesgo de ser catalogado como marxista. Pero no solo el cómo se piensa y se lee puede llevar a que uno sea mamerto, sino que también la forma de vestir puede influir; si alguien viste como Jaime Garzón, por ejemplo, puede entonces entrar en esa categoría.

O simplemente mamerto puede ser ese al que le gusta llevar la contraria, a ese que intenta desarmar un balín, o que trata de encontrar un “pero” en todo. En ese orden de ideas, mamerto, en Colombia, también es ese que comulga con el Polo, con el MOIR o con cualquier otro partido o movimiento político que tenga rasgos de izquierda. De hecho, somos mamertos quienes apoyamos un Proceso de paz o quienes le damos razón a las Farc (en cierta parte) por haber optado por el monte.

Quien dice mamerto pretende entonces insultar y faltar al respeto con ese adjetivo. Aunque de hecho sí lo hace, quizá desconozca algo de historia de esa palabra. Desconoce también que ella puede ser utilizada perfectamente para calificar a alguien de la otra corriente política: la derecha.

El Semanario Voz –(¿)un diario mamerto(?) -, y trayendo a colación una de las versiones del origen de dicha palabra,  dice que “el término existe en castellano desde hace tiempo y hace referencia a aquel niño –y hasta adolescente y adulto– que “se chupa o se mama el dedo”. En Colombia, desde por allá en los años 30 del siglo pasado, se utilizó para referirse a quien se “mama”, o elude la responsabilidad o compromiso. El término revivió por allá en los 60 cuando un periodista dijo que al PCC, solo le faltaba mamerto, haciendo alusión a un integrante de un grupo humorístico de la época (Los Chaparrines) que representaba tonterías, recurriendo así también a un juego de palabras con los entonces dirigentes del partido, todos terminados en “-erto”:  Gilberto, Filiberto, Roberto y Alberto. Por otro lado, algún columnista en Eje21, cuyo nombre no estaba a la vista, apuntaba que esa palabra es un regionalismo de varios países  latinoamericanos, entre ellos Colombia, que equivale a “persona miedosa, incapaz de decidirse por sí misma, por temor a las consecuencias. Pusilánime”

Los mamertos entonces están en todas partes, siguiendo con el último planteamiento, e incluso siguiendo a Voz, quien dice que  equivale a “retractarse o sacarle el culo a lo que una vez asumieron”. Es esta quizá la definición más acertada de ese término: el que se mama de la lucha que adelanta.

Merece el calificativo en mención, por ejemplo, un Roy Barreras que alguna vez fue uribista confeso y ahora da la espalda a ese proyecto político y acompaña a Santos, que no es muy diferente del que lo catapultó a la presidencia pero en materia de búsqueda del fin del conflicto armado interno, sí distan demasiado. Le sacó el ‘culo’ a la lucha de la seguridad democrática que alguna vez defendió.

Mamerto es un sindicato como Fecode que vende o simplemente no aprovecha un paro fuerte como el de este año; también lo son esos líderes estudiantiles que hacen lo propio cuando en sus universidades venden el paro o el movimiento ante puestos o becas que les ofrecen desde la trinchera opositora y entonces cambian misteriosamente de discurso, y le sacan el ‘culo’ a lo que alguna vez promovieron.

Mamertos, mamertos, everywhere: en la izquierda, en la derecha, en el centro, e incluso en grupos y personas “independientes”. El mamerto se convierte en tal como consecuencia de puestos, mermeladas, viajes, becas, miedo o pereza.  Al mamerto lo crea el opositor o la mentalidad no guerrera y luchadora del mismo ser que alguna vez llevó las banderas de lucha, y ahora las tira y se mamertiza.

@TiiagoMolina
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