La vida en la heroica trascurre entre obras sin terminar, personas en el rebusque, el afán de ganarse el peso, el transporte colapsado y muchas veces no nos detenemos mirar cosas tan pequeñas como son los insectos. Creo que la niñez de todo cartagenero tuvo que ser marcada por los insectos, entre los más llamativos, las María Palitos, las Mantis Religiosa, grillos de mil colores, mariposas y cucarrones. Quizás para muchos pase inadvertido la ausencia de arañas multicolor o de libélulas. No hay que ser entomólogo para darse cuentas que escasean las mariposas amarillas que revoloteaban en los guayacanes. Las razones pueden ser muchas: el calentamiento global, el uso indiscriminado de pesticidas, la gente fumiga con pesticidas como echando agua bendita sin saber el daño que le causa a su salud y a el entorno. El famoso mata hormiga Lorsban (Clorpirifos) lo riegan sin protección y sin consideración. Por otra parte el aumento del parque automotor que ya hace un poco más gris las tardes de la fantástica y de seguro contribuye al desmejoramiento de la calidad del aire que respiramos, esta ciudad pide a gritos mejorar el transporte público y crear una infraestructura que incentive al uso de la bicicleta, no podemos esperar que termine de colapsar la ciudad para correr a remediar algo que se ve venir.
La industrialización de la ciudad no se queda atrás: plantas de agroquímicos que tienen grandes demandas por contaminar la bahía, con daños irreparables. La pérdida de zonas verdes que dejan desprovistos a los insectos a la mirada aguda de las María Mulatas, que si no se han dado cuenta cada vez son más pequeñas porque ya no tiene comida y viven en una urbe que no da garantías para la vida. La rosa de los vientos muestra claramente que la zona industrial de Mamonal influencia la calidad del aire especialmente en las tardes, ese coctel tóxico de agroquímicos, hidrocarburos y los productos de su reacción entre otros generan un manto tóxico que agrede la vida en Cartagena.
Los insectos son indicadores de que estamos ante un grave problema ambiental, no debemos esperar que los estudios muestren el aumento de enfermedades respiratorias o de la piel para tomar medidas. Lastimosamente las autoridades en el tema hacen análisis superfluos y no conducentes a medidas que nos garanticen un ambiente sano y que nuestras generaciones conozcan esa diversidad colorida y enriquecedora que nosotros disfrutamos.