En 2022, cuatro años después de que su padre, Jorge Enrique Pizano, controller de la Ruta del Sol 2, murió en extrañas circunstancias, al igual que su hermano, Maria Carolina Pizano se fue con todo contra Luis Carlos Sarmiento Angulo y afirmó que, a través del abogado Alex Vernot, le entregó información clave a la Fiscalía y a los Estados Unidos que comprobaría que Pizano siempre tuvo razón con respecto a las coimas que se movieron por parte de Corficolombiana, alrededor de Odebrecht, una de las investigaciones realizadas por su padre. Este es uno de los trinos:
Un año después, a pesar del resquemor de algunos medios nacionales, la organización de Luis Carlos Sarmiento Angulo aceptó su responsabilidad ante las autoridades norteamericanas por el caso de los sobornos y pagó una multa de 80 millones de dólares para evitar un juicio en los Estados Unidos.
¿Qué sabía Pizano?
En 2015, Pizano había sostenido varias conversaciones con su amigo, el entonces fiscal y abogado del grupo Aval, Néstor Humberto Martínez. En ellas se revelaba que Pizano sabía, como controlador, las coimas del grupo Aval a Odebrecht. En 2018, poco antes de su muerte, Pizano reveló audios y capturas de pantalla sobre el caso. Noticias Uno los mostró en exclusiva. El controller de la Ruta del Sol temía por su vida. El tiempo le dio la razón de la manera más abrupta.
¿Cómo fue la muerte de Pizano?
La última llamada que hizo Jorge Enrique Pizano ese 8 de noviembre de 2018 fue a su hija María Carolina en España. Pasara lo que pasara en las próximas horas, le pedía, no abandonara sus estudios. El cerco sobre el Ingeniero se estrechaba, en lo emocional, lo físico y creía él, en lo judicial -lo dijo muchas veces que frente a un escenario de cárcel prefería quitarse la vida. Aunque en enero su cáncer linfático había cedido, en mayo había reaparecido con agresividad. Ese día fue encontrado sin vida en su cabaña en Subachoque. El tranquilo pueblo vecino a Bogotá donde se desencadenaría la tragedia.
María Camila viajó desde España igual que su otro hijo Alejandro, quien vivía en Barcelona. Lo acompañaba su esposa Eugenia, embarazada de cuatro meses. Viajó Humberto Martínez, el hijo menor del Fiscal General de la Nación, quien llegó desde Nueva York para ir el sábado 10 de octubre a acompañar a su mejor amigo, a su compañero desde los 5 años en el Gimnasio Moderno al funeral de su papá Jorge Enrique. Se despidieron sin saber que sería el último encuentro.
Alejandro Pizano, con ganas de saberlo todo sobre la muerte de su padre, viajó hasta la finca de Subachoque el domingo 11 de noviembre acompañado de su esposa, su mamá y su hermana María Carolina. En el estudio de la casa, Alejandro tomó la chaqueta de su papá y se la puso. Se sentó en la silla frente al computador y su hermana le dijo: “mira, tan raro, mi papá tomaba bebidas azucaradas”, según versión de la familia comentada en Caracol. Alejandro quiso probarla. Apenas sintió el sabor en la boca se quejó. El líquido sabía, según sus últimas palabras, “inmundo”. Alejandro moriría camino al hospital. Humberto Martínez se encontraba aún en Bogotá cuando se enteró del desenlace fatal de su amigo íntimo.
La Fiscalía y Medicina Legal fueron tajantes: se trató de un suicidio, un dictamen que la opinión pública nunca aprobó del todo.
Cinco años después, el tema ha vuelto a resurgir como si fuera una tortuga enterrada. Según el Departamento de Estado de EE. UU. Corficolombiana y Odebrecht realizaron pagos indebidos en los gobiernos de Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos. La Securities and Exchange Comission, quienes son los árbitros que regulan la industria de valores, dieron a conocer la noticia del fallo.